El pedido (la fiscalía también lo hizo ante el tribunal oral que lleva adelante el juicio por la voladura de la mutual judía) fue formulado a raíz de recientes trascendidos según los cuales el ex funcionario iraní mantuvo una entrevista con miembros de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) en Alemania en los últimos meses del año pasado.
En esa ocasión, el testigo habría respondido una serie de preguntas similares a las que meses después formuló el juez Galeano mediante un exhorto.A su vez, mediante una carta dirigida al titular de la SIDE –que dio origen a sendos pedidos para que "C" declare en la Argentina —el testigo recientemente negó haber dicho que el gobierno de Irán deposito diez millones de dólares a nombre del ex presidente Carlos Menem, a cambio de desviar las sospechas sobre la intervención de ese país en el atentado contra la AMIA.
En un escrito presentado hoy, el abogado de los familiares, Julio Federic, pidió que se cite a declarar a "C" para que “aporte lo que sabe” respecto del objeto procesal de la causa, en virtud de la publicación de sus “declaraciones informales” en la prensa. A su vez, los fiscales cuestionaron como “una desatinada práctica por parte de la SIDE” el haberse entrevistado con el testigo fuera del expediente.
La difusión del contenido de la carta motivó el disgusto del juez Galeano quien el 9 de enero recibió una copia de la carta dirigida a Toma, de la cual también habrían recibido copias el presidente de la Nación, Eduardo Duhalde; el ministro de Justicia, Juan José Álvarez; el Procurador General, Nicolás Becerra; el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Julio Nazareno y los integrantes del Tribunal Oral Federal 3, quienes tienen a su cargo el juicio.
Según señalaron voceros cercanos a distintas partes involucradas, Galeano se encontraba de viaje cuando la copia enviada por la SIDE bajo reserva de “secreto de Estado” llegó a su juzgado, pero telefónicamente ordenó labrar un acta y guardarla bajo siete llaves en la caja fuerte, orden que fue cumplida por la secretaria Susana Spina.
En el entendimiento que las nuevas afirmaciones de "C" debían preservarse, el magistrado se mostró sorprendido al verlas publicadas días después en un matutino de alcance nacional y le envió un escrito a la SIDE quejándose. No sólo por la difusión, sino por el proceder del organismo de inteligencia, quienes mantuvieron contacto con el texto de ese documento.
Según pudieron reconstruir, Galeano habría sostenido con tono severo que los miembros de la central de espías “poco han aprendido del trabajo judicial y como realizar sus tareas para ser presentadas ante un tribunal”.Les recordó que desde el 18 de julio de 1994, cuando se produjo el ataque terrorista, han existido “dificultades de comunicación” con el juzgado, y les reprochó puntualmente acerca de la entrevista que mantuvieron con el testigo iraní.
En ese sentido, le habría espetado, palabras más palabras menos, que “ mientras el juzgado se esforzaba por concretar un exhorto ante las autoridades alemanas para esclarecer aspectos relacionados con la información que este señor había brindado con anterioridad, nos enteramos que el señor Abolghasem Mesbahi brindó un amplio testimonio a nivel de inteligencia del Servicio Argentino, en base, en su mayoría a similares preguntas y de otras que de haber sido sugeridas se le habrían formulado en el exhorto”.
Galeano también enfatizó que “hubiera resultado prolijo que dicha reunión no se hiciera” y con ironía dijo que “recién nos damos cuenta” que la respuesta a las preguntas que el propio juez y los fiscales le formularon en 1998 y 2000 en Alemania y México respectivamente “habrían sido tergiversadas y únicamente los profesionales de la SIDE” tenían la capacidad de “entender la profundidad del testigo como para hacerle preguntas y obtener respuestas”.