Hoy casi nadie se animó a estacionar automóviles frente a lo largo de la avenida Comodoro Py, luego de los incidentes de la semana pasada que terminaron con decenas de vehículos con vidrios rotos tras la retirada de una gruesa manifestación que chocó con la Policía Federal.
Esta vez, la fuerza de seguridad se tomó el trabajo de revisar a los manifestantes -muchos menos que la semana pasada- y sólo llegaron al frente del edificio los que no llevaban objetos contundentes.
En tanto, en la audiencia declararon varios testigos, la mayoría policías que realizaron los allanamientos y detenciones de Luis Esteche, Leonardo Del Grosso, Carlos Franca y Guillermo Caviasca, los cuatro militantes de Quebracho juzgados por infracción al artículo 212 del Código Penal, que prevé penas de 3 a 6 años de prisión por “incitación a la violencia”.
Sobre el final de la jornada -en la que se vió a la presidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Hebe de Bonafini, entre el público- declararon dos de los imputados. Esteche primero y Del Grosso después rechazaron las imputaciones.
Del Grosso, actual responsable político de Quebracho, aseguró que la violencia desatada en la marcha número 100 de los Jubilados -en 1994- y otra posterior de estudiantes secundarios no fue obra de su agrupación sino de “la violencia imperante en la sociedad”.
Esteche, en tanto, aseguró que el revólver que la policía le secuestró al momento de la detención estaba desarmado y no podía utilizarse. “La policía lo armó después de mi detención”, aseguró.
El juicio, que lleva adelante el Tribunal Oral Federal 5, seguirá mañana, con la declaración, entre otros, del líder piquetero Raúl Castells, citado para las 9:30 hs. de la mañana.