Por ello, hoy testimonió el ex jefe de la secretaria de Inteligencia del Estado (SIDE), Carlos Soria, quien -como tantas veces se escuchó en la causa por la supuesta conspiración contra Fernando De la Rúa- aseguró que nunca informó a Duhalde “sobre un hecho que ameritara esa característica”, se lee en la declaración testimonial a la que Diariojudicial.com tuvo acceso.
Después de cubrirse con una finta legal, Soria aprovechó para tirar algo de leña al fuego. Sin preocuparse demasiado por ampararse en el secreto de estado sobre sus actividades al frente de la SIDE, el actual candidato a la gobernación de Río Negro dijo que “recibió información” por la que “se notaba claramente que dentro del legítimo reclamo que planteaban los manifestantes había grupo más radicalizados”.
La causa que ahora reavivó Oyarbide comenzó con una denuncia del entonces ministro de Justicia, Jorge Vanossi, que incluía una gama variada de delitos contra los piqueteros que se enfrentaron con la policía el 26 de junio del año pasado, donde murieron los piqueteros Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Pocas horas después de presentada, la denuncia se desinfló al revelarse a través de varios medios de comunicación que los dos piqueteros murieron acribillados por la espalda, lejos del lugar de los incidentes, a manos del responsable del operativo policial, el detenido comisario Alfredo Fanchiotti.
Mañana, la rueda de testigos convocados por Oyarbide seguirá con el actual ministro de Justicia, Juan José Álvarez, quien para junio del año pasado fungía como secretario de Seguridad de la Nación. En los próximos días declarará también el dirigente piquetero y diputado provincial Luis D’Elía.