La medida la tomó el juez Nicholas Byron en el marco de una medida colectiva que llevaron adelante más de un 1 millón de fumadores del estado de Illinois en contra de la firma que en la actualidad es la máxima fabricante de cigarrillos a nivel mundial.
Al firmar la resolución el juez tuvo en cuenta la publicidad engañosa que usó la tabacalera para promocionar sus cigarrillos light y de ese modo dispuso que se debían pagar 7.100 millones de dólares por daños y perjuicios y otros 3.000 millones en carácter de daños punitorios.
Este proceso marcará un nuevo precedente en temas relacionados con cigarrillos ya que se convirtió en la primer acción colectiva de cigarrillos light que llega a estado de tener sentencia.
En otros estados de los Estados Unidos existen presentaciones y procesos similares en contra de Philip Morris, R.J Reynolds Tobacco Holdings y Brown & Williamson, hecho que genera que los inversores de la empresas teman que comiencen a salir sentencias similares a estas.