Fuentes judiciales confirmaron que Zidar -que fue asistido por la defensora oficial Perla Martínez de Buck- se negó a declarar, mientras Gutita habló por casi una hora y media y se manifestó totalmente ajeno a la causa.
El abogado Roberto Damboriana, que representa a Gutita, indicó que su defendido "explicó claramente su situación procesal y se desvinculó de la causa". Según el letrado, el joven de 25 años indicó en su declaración que "no tenía absolutamente ninguna conexión con el secuestro de Florencia Macri".
Damboriana explicó que el único vínculo de su defendido con Zidar es una llamada telefónica que efectuó el 20 de marzo, un mes antes del secuestro. "Hablaron por la venta de una motocicleta", explicó el abogado, quien aseguró además que los investigadores dieron con su defendido porque su número telefónico figuraba en una agenda secuestrada a Zidar.
Según la información que el viernes por la noche brindaron el jefe de la SIDE, Miguel Ángel Toma, la juez Maria Servini de Cubría y el responsable de Delitos Complejos de la Policía Federal, comisario Carlos Sablich, Zidar sería el presunto "organizador" de la banda que secuestró a Florencia Macri, embolsando un rescate de 800.000 dólares.
Sin embargo, hasta ahora el dinero no apareció, a pesar que efectivos de Delitos Complejos realizaron una decena de allanamientos durante el fin de semana. Según la información oficial, Zidar trabajó para la automotriz Sevel en 1993, cuando todavía pertenecía a los Macri. En 1999 fue condenado a 5 años de prisión por robar un auto a mano armada, aunque salió en libertad condicional en el año 2000.
Los dos acusados fueron indagados como presuntos partícipes del delito de "secuestro extorsivo", que prevé penas de entre 8 y 15 años de prisión, por lo que seguirán detenidos hasta que la juez decida las respectivas situaciones procesales.
Mientras tanto, ambos imputados volverán a encontrarse mañana al mediodía en los tribunales federales. Según fuentes de la causa, en esa oportunidad se realizaría un reconocimiento de ambos sospechosos por parte de la víctima, Florencia Macri, quien desde el momento de su liberación, el 5 de mayo último, evitó las apariciones públicas.