Según una resolución de 16 páginas a la que Diariojudicial.Com tuvo acceso, para la juez, Zidar “llevó adelante las negociaciones que tuvieran lugar con la familia de la secuestrada para su liberación y fue quien custodió directamente a la víctima en su lugar de cautiverio”.
La magistrada indicó que Zidar “integró y tuvo parte preponderante en el grupo delictivo” que secuestró a la hija del empresario el 29 de abril último y la mantuvo cautiva casi una semana, tras la cual fue liberada previo pago de 755.000 dólares a los delincuentes.
En el escrito se aclara que la denuncia policial fue efectuada recién el 1 de mayo, y desde ese momento la juez dio la orden de intervenir los teléfonos de la familia Macri. Así se supo que los secuestradores usaban el celular de la victima para negociar su liberación.
Los investigadores supieron que Francisco Macri retiró de un local nocturno de la avenida Panamericana y Márquez un sobre con instrucciones oculto en un baño del local, y que el celular del cual se realizaban las negociaciones estaba ubicado en la zona de Hurlingham, Castelar e Ituzaingó.
Esta mecánica, llamar con el celular de la víctima, se repitió hasta el día mismo del pago del rescate, que estuvo a cargo de Gianfranco Macri, uno de los hermanos de la víctima, que por un complejo sistema de postas terminó dejando el dinero en “un campo de trote”, siempre en la zona de Hurlingham.
Sin embargo, el último llamado fue desde otro teléfono, y fue la llave para detener a Zidar. Esa línea se intervino “en el mismo instante que estaba siendo utilizado”, se aclara en el escrito. Así, se registraron llamadas a ese número por personas que dejaban mensajes a nombre de “Martín”.
Además, los investigadores de Delitos Complejos determinaron que en dos casos se efectuaron llamados a ese número desde locutorios de la Capital Federal y se verificó que inmediatamente, en llamadas que fueron facturadas en la mismo ticket, se llamó a otro celular que resultó estar a nombre del padre del detenido.
“Se consultaron los padrones electorales de la ciudad de Buenos Aires y la provincia homónima” y se comprobó el domicilio de los Zidar, también en Hurlingham, confirmaron las fuentes. También se intervino la línea de teléfono de esa casa, a la que pocos días después llamó “Martín”.
Esa es la voz que, la semana pasada, Florencia Macri reconoció como del único secuestrador con el que conversaba, que se hizo llamar “José”. “Lo reconozco sin duda” dijo la joven. Por su parte, el padre de la víctima dijo que “indudablemente” la voz era de “la misma persona” que realizó con el casi toda la negociación.
Una de Replay
Así, con ese paso en falso de Zidar se ubicó el domicilio en el que paraba, un edificio de departamentos de Morón, y Delitos Complejos junto a la SIDE establecieron una custodia mientras esperaban la orden de allanamiento.
Allí se produjo un hecho que casi frustra el operativo y que la juez calificó sin rodeos como una “seria obstrucción”: los hombres de Delitos Complejos y la SIDE fueron abordados por un patrullero de la Policía Bonaerense y aunque se identificaron, los palparon de armas y hasta llamaron refuerzos.
El mismísimo jefe de Delitos Complejos, Carlos Sablich, tuvo que resolver personalmente el pleito, aunque no pudo evitar que cuatro patrulleros de la Bonaerense rodearan a los federales, todo a 20 metros de la casa donde Zidar dormía sin saber lo que pasaba afuera.
“Un despliegue que a conciencia podía provocar el fracaso total” del operativo, advirtió Servini y resolvió informar el hecho al secretario de Seguridad de la Nación para evitar que vuelva a ocurrir.