Martín Vázquez Acuña es uno de esos jueces de intervención directa y desplazamiento rápido. En los próximos días presentará un libro en colaboración con importantes juristas y expertos en la materia con un título acorde al desarrollo de la entrevista que concedió en exclusiva a Diariojudicial.com, alrededor de una temática y una propuesta para la polémica: la despenalización de la tenencia de drogas para consumo personal. Se muestra entusiasmado con ésta concientización que apunta básicamente a la anulación de un artículo de la ley 23737, conocida como la “ley de drogas” con lo cual se dejaría fuera del “sistema penal” a quienes son víctima del flagelo de la sociedad moderna, que de esta forma quedarían en manos del sistema de salud.
Sin embargo, Vázquez Acuña no duda en afirmar que los métodos de rehabilitación han sido, en su mayoría “un fracaso” y que la sociedad homologa a los consumidores con “delincuentes” llevándolos a la clandestinidad. “Lo que hay que buscar –propone-- es implementar una manera por la cual los usuarios se acerquen al sistema de salud, se presten voluntariamente y en casos extremos, sí la acción judicial Civil”.También advierte que la pobreza ha incrementado los riesgos ya que se comparten jeringas, y se evidencia un creciente consumo de drogas como la “pasta base” con efectos mucho más dañinos que el clorhidrato de cocaína.
“Este no es un problema normativo, este es un problema mucho más amplio, es un problema de tejido social, la pobreza ha incrementado el uso de drogas; esta pobreza que sigue creciendo aunque quieran taparse los números”, puntualiza.
Sin dudas, dentro de la misma temática redobla la apuesta al plantear otro tema para el debate cual es la “despenalización respeto a todas las drogas sin hacer discriminación”.
El magistrado advierte que la justicia federal, que tiene competencia en la mayoría de los casos , está abarrotada de causas por consumo de drogas –en su mayoría son archivadas--, en un fuero donde se deben resolver cuestiones en las que se juega el destino de la República. Es más, señala que las estadísticas del Ministerio de Justicia dan cuenta que alrededor del 80 por ciento de los casos por drogas que se ventilan en la justicia los involucrados son los consumidores y no los narcotraficantes. Por último, rescata declaraciones del ministro de Justicia, Gustavo Béliz, quien señala la necesidad que la política criminal en materia de drogas se encamine a la persecución penal de los traficantes, y en ese sentido considera “absurdo que el Estado gaste un montón de dinero” en perseguir a quienes consumen las drogas.
Diariojudicial.com: ¿Cuál es el planteo básico que Ud. hace para la propuesta de despenalización de la tenencia de drogas para consumo personal?.
Martín Vázquez Acuña: La penalización de la tenencia de drogas para uso personal conlleva muchísimos más daños que lo que dice proteger, que es la salud pública. Vemos que efectivamente nunca ha sido así, sino que se ha buscado ésta etiqueta para tapar otras etiquetas, como por ejemplo la tan mentada seguridad ciudadana. Está claro que este tipo de normas que penalizan la tenencia de drogas para uso personal, el artículo 14 segundo párrafo de la Ley 23737, lleva a que a los usuarios de ellas se los etiquete como delincuentes, cuando no es un problema del sistema penal sino que es un problema, en todo caso, de la salud. Es por eso que entiendo que debe desdoblarse la SEDRONAR (Secretaría de Lucha contra la Droga y el Narcotráfico) y que el tema de protección de los usuarios de drogas debe ir al Ministerio de Salud Pública. Etiquetar a estas personas como delincuentes los clandestiniza. Pensamos que las agencia de Salud lo que deben llevar, es a contactar a los usuarios de drogas para ayudarlos, no solamente por su consumo sino por todos aquellos daños que produce el propio consumo a su integridad física. Lo que debe buscar el sistema integral de protección al usuario de drogas es primero respetar su calidad de ciudadanos, y segundo entender que es un ciudadano que usa drogas, y si lo etiquetamos deja de ser ciudadano.
DJU: ¿Cómo implementaría la despenalización del uso de drogas para consumo personal?
MVA: El planteo es la despenalización respeto a todas las drogas sin hacer discriminación. El sistema es muy simple, ya la Corte Suprema con su anterior composición, en el fallo “Basterrica y Capalbo”, por ejemplo, había señalado que toda actividad o intervención en el ámbito privado de las personas era inconstitucional conforme al artículo 19. Con sólo derogar el segundo párrafo del artículo 14 de la ley de drogas, en cuanto a la tenencia para uso personal, evitaríamos esos daños. Está claro que cualquier actividad en materia de prevención y asistencia en el uso de drogas, tiene como finalidad que la gente se abstenga de consumir; es como el alcohol, que es una droga legal, o como muchísimos medicamentos que son legales, que son de circulación dentro de un mercado, o como sustancias que se están consumiendo cada vez más, como los pegamentos de libre venta en las librerías, supermercados u otros establecimientos. No podemos mantenernos en que las personas solamente por un decreto van a dejar de consumir; este no es un problema normativo, este es un problema mucho más amplio, es un problema de tejido social, la pobreza ha incrementado el uso de drogas; esta pobreza que sigue creciendo aunque quieran taparse los números. Debemos trabajar con los individuos en otros temas, como por ejemplo la salud mental en un sentido amplio.
DJU: Entonces ¿Se podría hablar de una política mucho más amplia que las actuales?.
MVA: Tampoco se puede pretender que el Estado aparezca obligando a realizar tratamientos, porque los tratamientos compulsivos han demostrado en toda esta historia, a partir de la ley 20771, un fracaso rotundo. Eso lo han dicho los médicos forenses, las recidivas que se están detectando, y vemos toda una historia, con el contacto personal con aquellos que han sido sometidos a proceso de tratamientos en granjas o en cumunidades terapéuticas en las que se fijan normas de abstención de sexo, de abstención de drogas, pero eso no funciona. Lo que hay que buscar es implementar un sistema en el cual los usuarios se acerquen al sistema de salud, se presten voluntariamente y en casos extremos sí la acción judicial Civil.
DJU: El sistema de salud ¿no termina siendo refractario? pensando, por ejemplo en los hospitales neuropsiquiátricos donde por resoluciones judiciales, en muchos casos, conviven adictos a las drogas, alcóholicos y enfermos de SIDA con personas psicóticas.
MVA: Yo creo que hay que ampliar las bocas de asistencia. Hay que dar mayor oportunidad, mayor posibilidad y no solamente quedarse en la institución: hay que salir a buscarlos, como en todos los países civilizados. Hay que salir a ayudarlos. Tenemos que evitar mayores daños que produce el consumo de drogas, desde el punto de vista criminológico, desde el punto de vista médico. Insisto en que no solamente es el daño que la droga produce, también es una consecuencia de la pobreza que está cambiando el hábito del consumo y están yendo a drogas como la pasta base que produce mucho mayor daño que la cocaina misma. El hecho de que se compartan las jeringas con mayor asiduidad en estos momentos por imposibilidad de adquirirlas.
DJU: Desde el punto de vista jurídico ¿Cuáles serían las falencias de la ley 23737? ¿Usted está de acuerdo con que todo lo referente al tráfico y consumo de drogas sea competencia de la justicia federal?.
MVA: Es absurdo, y ésta es información del Ministerio de Justicia dada por la Dirección de Política Criminal, con trabajos de investigaciones que se han hecho, ya que más del ochenta por ciento de las causas por drogas son de tenencia para uso personal. Aunque los jueces federales están archivando esas causas, muchas veces por la cantidad del producto, o porque no hay pruebas, o porque entienden que no son delitos, lo cierto es que los chicos son detenidos, son llevados a la comisaría y hasta que se consulta con el Tribunal interviniente estas personas están puestas en riesgo. Uno podría decir que en las comisarías de la Policía Federal no tienen problema: no se... pero son puestos en riesgo porque ya entran en el sistema Penal. Y no le digo nada lo que pasa en las cárceles y en las comisarías de Rosario, que las conozco, o en las comisarías de la provincia de Buenos Aires en donde conviven delincuentes de alto calibre con chicos usuarios de drogas que, en el argot antigüo, diríamos que eran perejiles para el sistema penal. La puesta en riesgo es absurda. La cuestión básica es que no debemos clandestinizar el uso de drogas y debemos reforzar el carácter de ciudadanos con mayúsculas, con todos sus derechos, el derecho a la salud, al trabajo, a poder acceder a nuestra sociedad de vuelta porque han sido destruidos.
DJU: ¿Y cuál sería el fuero que debería tomar intervención?
MVA: Una cuestión que me preocupa es cuando se plantea si es contravencional o no, porque este no es un problema de contravencional o penal, porque siempre implican una sanción. El hecho de que le den los atributos a las agencias policiales para que dentro del sistema, en muchos casos, los chicos sean sujetos a extorsión, es de cuidado. El hecho de que (la policía) entre a un boliche y se lleve no al narcotraficante sino que se lleven al usuario, parecería ser que se busca al revés, de llevar al usuario para llegar al narcotraficante y uno sabe que eso no es así.
DJU: Aparece un entrecruzamiento complejo en el tema de la delincuencia que comete robos u otros crímenes para poder acceder a la droga...
MVA: Estamos en una sociedad de consumo. La sociedad de consumo que supimos concebir ha llevado a que muchísimos delitos se lleven a consumir la “sustancia” entre comillas, ya sea de bienes apreciados como la ropa deportiva que se roban alrededor de los shopping montones de chicos, y entre esos bienes apreciados está, por supuesto, la droga. Si nosotros la sacamos de la calle siempre va a aparecer la droga. En la cárcel siempre se hacen requisas, pero aparecen bebidas como el “pajarito” con el alcohol de los perfumes o de los desodorantes que se filtran con naranjas. Acá siempre se está con el asunto de las drogas lícitas o ilícitas pero la que ha causado mayor cantidad de muertes ha sido la sobredosis de alcohol y nadie sale a detener alcohólicos por la calle.
DJU: En este tipo de temas, como en otros tantos aparece la sociedad Argentina como encapsulada, hasta detenida en el tiempo ¿Cuáles serían los modelos “exitosos” de sociedades en las cuales se ha despenalizado la tenencia de drogas para el consumo?.
MVA: Hay muchos países que han despenalizado. En Sudamérica: Uruguay, Chile y Colombia, y Brasil está a punto de sacar una ley para despenalizar la tenencia para uso personal. Yo no diría que hay que seguir un sistema, porque también cada uno tiene su realidad, pero sí en cuanto al modo de intervención. Lo que sí es universal como norma rectora es que la penalización de tenencia de drogas para uso personal causa muchísimos mayores daños que lo que la norma dice querer evitar .En cuanto a la forma de intervención insisto en que toda actividad estatal debe buscar la prevención o la asistencia y buscando que la gente deje de consumir. Eso está claro, pero hay usuarios que van a seguir consumiendo y a esos hay que ayudarlos bajo distintas formas de asistencia; sí hay gente que no puede dejar de usar la droga.
DJU: ¿Y en referencia a experiencias puntuales...?
MVA: Se han hecho trabajos muy interesantes, ya desde el año 1921 en Inglaterra con la Clínica Roleston, con un tratamiento en el cual se mantenía el suministro de los opiáceos; en Holanda la Metalona sustituyendo la Heroína, y mientras tanto siguen consumiendo, tiene que haber actividades tendientes a que no se hagan mas daño a su cuerpo. El SEDRONAR ha sacado la resolución 351 en el año 2000, en la cual permite al Estado y a las Organizaciones no Gubernamentales realizar trabajos con usuarios de drogas, tendientes a reducir los daños del uso de las drogas. En poblaciones como Córdoba y Rosario se están distribuyendo jeringas a los usuarios de drogas sin que ello implique instigación al consumo. Lo que se busca es otra finalidad cual es reducir el daño. Se debe buscar la desintoxicación, de que esas personas no se contagien el virus HIV y la Hepatitis, que no tengan accesos por el uso de las jeringas, mediante campañas importantes.
DJU: ¿Eso marcaría una evolución de la sociedad alrededor del tema?
MVA: No siempre. En Mendoza, por ejemplo, se dejó sin efecto un proyecto que ni siquiera se puso en actividad, mediante el cual se iban a reducir daños a través de una campaña por el uso de la marihuana, con un planteo muy interesante ya que habían tenido un índice del 12 por ciento de personas intoxicadas, y salieron a denunciar que la campaña era una instigación.
DJU: ¿Cuál puede llegar a ser la reacción en sociedades con mentalidades conservadoras para este tipo de propuestas?.
MVA: A este tipo de sociedades les es difícil aceptar de que tiene un familiar o un amigo que es usuario de drogas. Cada familia tiene alguien que conoce, o que en el colegio del chico usan drogas. Con respuestas desde el punto de vista punitivo, con respuestas en las cuales se apunta a que "será la familia" o "serán los amigos" o "será el boliche" no se llega a soluciones. Con el tema de los "patovicas" yo me digo: no es la violencia que se fomentó en el boliche, sino que la violencia ya está arraigada en una sociedad determinada y va aflorando. Acá tampoco podemos echarle la culpa a un tercero. Buscando respuestas punitivas lo único que van a lograr es que como no es mi hijo metámoslo en el sistema penal y el juez lo va a obligar a...También es cierto que no tenemos respuesta asistencial.
DJU:¿Que pasará con los narcotraficantes?
MVA: Los narcotraficantes responderán por sus conductas que están penalizadas por la ley 23.737. Esto va más allá, necesitamos agencias mas grandes, pero ese es otro tema. Sí me preocupa que se implementen estás políticas de Tolerancia Cero en materia de drogas, creyendo que con ellas van a salvaguardar la seguridad ciudadana. Hay un gran debate al respecto y ya se conoce lo que han dicho el doctor Eugenio Zaffaroni, el doctor (Horacio) Cattani y el doctor (Elias) Neuman. En el libro de “Las drogas entre el fracaso y los daños de la prohibición” está bien sentada cuál es la doctrina de varios de los juristas que hay en la Argentina. Además, los mismos jueces federales están planteando la necesidad de despenalizar la tenencia de drogas para uso personal. Por otra parte, si el mismo ministro de Justicia, el doctor Béliz, señala la necesidad que la política criminal en materia de drogas deba estar encaminada a los traficantes, parece absurdo que el Estado gaste un montón de dinero –yendo ya al sistema economisista (risas) – en esta temática.