El jubilado de 68 años, fue condenado por la Justicia de los Estado Unidos a cadena perpetua cuando reconoció haber secuestrado a cinco mujeres, entre ellas tres menores de edad, con los fines de satisfacer sus deseos.
En el pronunciamiento el magistrado fustigó al acusado a quien calificó de "cobarde enfermo" y "diabólico" no sin aseverar que por lo que había hecho “merecería morir en prisión”.
La Justicia dio con el hombre el pasado abril, a raíz de que su última víctima, una afroamericana de 16 años secuestrada en Syracuse en octubre de 2002, logró en un descuido de Jamelske llamar a su hermana para pedir ayuda.
A raíz de ese hecho se comenzó una investigación en donde se identificó a otras cuatro mujeres de entre 13 y 53 años, que denunciaron haber estado cautivas entre dos meses y tres años en el mismo lugar antes de recuperar la libertad.
Si bien ninguna de las víctimas asistió al tribunal, algunas enviaron mensajes al juez para pedir que Jamelske quedara en prisión hasta el final de sus días por todos los daños físicos y psicológicos causados, notas que al parecer fueron apreciadas por la justicia al momento de elaborar la sentencia.