De ese modo, la editorial General Media Inc. se presentó ante un tribunal de quiebras del estado de Nueva York con el fin de solicitar la protección de ese artículo que otorga protección temporal frente a acreedores y le permite a la empresa continuar operando bajo la supervisión de un magistrado con la posibilidad de realizar un saneamiento.
En ese sentido, el abogado de la empresa, Robert Feinstein, aseguró que la compañía espera encontrar otras formas de conseguir ingresos utilizando el nombre Penthouse, como podrían ser el otorgamiento de franquicias para vídeos de adultos, clubes masculinos o páginas en Internet.
El letrado al explicar la decisión de la editorial manifestó que en los últimos años Penthose ahuyentó a la publicidad al incorporar pornografía explícita y que comenzó a sentir los efectos de la facilidad para acceder a contenidos pornográficos a través de Internet.
Al respeto se informó que la circulación de Penthouse cayó de un millón en 1998 a 565.700 en el 2002, lo que fue generando que la economía de la editorial comenzará a decaer.
Hace dos años la deuda de la compañía era de 85 millones de dólares, pero los intereses trimestrales y los pagos resultaron imposibles de afrontar por la compañía.
Por el momento la petición de la empresa comenzará a hacer analizada por la justicia y en breve se le designará un juez de quiebras que deberá comenzar a analizar de que modo puede volver a sanear su complicada situación financiera.