La declaración la había pedido el mismo De la Rúa para precisar elementos de su indagatoria anterior, que se llevó a cabo un año después de que fuera ordenada por la Sala I de la Cámara Federal.
El abogado Zenón Ceballos, uno de los co-defensores del ex Jefe del Estado, explicó a los periodistas acreditados en los Tribunales Federales que De la Rúa presentó un escrito con el que “cumplimentó los alcances de la audiencia que él mismo había pedido”, aseguró.
Ceballos afirmó que, en ese escrito, el ex presidente “brindó más precisiones respecto a su falta de conocimiento de la gravedad de los hechos” en referencia a la represión policial, hasta bien entrada la tarde de ese día, cuando ya había anunciado su decisión de renunciar.
Ceballos recordó que la ampliación de la indagatoria prevista para hoy “la había pedido él mismo ya que en el juzgado de María Servini de Cubría no tenían interés en volver a escucharlo”.
Falta de mérito en puerta
Si la juez da por concluida la declaración indagatoria, correrá el plazo de diez días para decidir la situación procesal de De la Rúa en orden al delito de “homicidio culposo” de Gustavo Benedetto, Diego Lamagna, Carlos Almiron, Marcelo Riva y Alberto Márquez, los cinco manifestantes que cayeron durante la represión de la Policía Federal en el microcentro porteño.
Según fuentes judiciales, la juez Servini se inclinaría nuevamente por dictarle la falta de mérito al ex presidente, tal como lo hizo en su momento cuando lo indagó por las detenciones realizadas en la Plaza de Mayo en la mañana del jueves negro. Una medida que sin duda será apelada por los querellantes y también por los fiscales Patricio Evers y Luis Comparatore, que ya se mostraron partidarios del procesamiento del ex presidente.
El 16 de julio pasado, en una declaración de poco más de dos horas, De la Rúa negó toda responsabilidad política en la fatídica represión y calificó de “insustentable” la hipótesis de que el día de la represión existió un “plan político” para reprimir, y hasta sugirió que los muertos no fueron producto del operativo policial sino de una suerte de “complot” para terminar con su gobierno.