De todos modos, Stornelli se apresuró en indicar que este nombramiento virtual no implica que apoye el proyecto político que encarna Macri, y aseguró que“por supuesto” también aceptaría ese ofrecimiento si fuera Aníbal Ibarra, actual jefe de Gobierno y rival de Macri, el que se lo hiciera.
“Sería un desafío muy interesante el controlar los actos del jefe de Gobierno y de toda la administración comunal. En buena medida es parte de lo que es mi vocación”, remarcó el fiscal, quien enseguida aclaró que el cargo no implica que participe en la campaña con vistas al ballotage del 14 de setiembre.
El apresuramiento de Stornelli en este sentido tiene una motivación concreta. Es que cuando sondeó al Procurador General de la Nación Nicolás Becerra en pos de una licencia para incorporarse a la lista de diputados locales de Macri, su jefe máximo le advirtió que si su vocación era la política debía renunciar a la fiscalía.
Sin embargo, la versión pública del fiscal es otra: “yo no trabajo con Macri, me ofreció una candidatura que rechacé porque tenía muy poco tiempo para evaluar la cuestión”, señaló ante los periodistas acreditados.
Stornelli, por otra parte, explicó que cuando Macri le hizo el ofrecimiento le propuso además crear una Oficina Anticorrupción en el ámbito porteño, y el fiscal le contestó que se trata de “una idea que tenía en la cabeza hace mucho”, y señaló que un organismo de ese tipo “sería muy necesario” en la Ciudad.
En esa línea, Stornelli ponderó el trabajo desarrollado por la OA en el ámbito nacional porque realiza “una gran tarea en lo referente a la colaboración” con los investigadores en diversas causas judiciales.