Bonadío les imputó una participación necesaria en los 13 asesinatos aunque bajo la figura del “dolo eventual”. En una resolución de 76 carillas que DiarioJudicial.Com publica íntegra, el juez descartó los argumentos con que se defendieron Vaca Narvaja y Perdía, pero los encontró inocentes de lo ocurrido a otros dos, Horacio Campligia y Mónica Binstock.
En los fundamentos de la medida, para el juez la responsabilidad política de Vaca Narvaja y Perdía “mutó en responsabilidad penal” porque sus decisiones condujeron a los militantes “inexorablemente a un determinado fin, más allá de su propia voluntad”. Para Bonadío, es “imposible” que Vaca Narvaja y Perdía “ignoraran” que los militantes “no tenían ninguna posibilidad real de sobrevivir”.
Para Bonadío, sin la “colaboración” de la conducción montonera (además de los detenidos involucra a Mario Firmenich, que sigue prófugo) “no hubieran podido concretarse los delitos que se le imputan a los represores del Batallón 601 del Ejército”, también detenidos en la causa.
“La orden que dio la conducción (de Montoneros) está comprendida en un riesgo prohibido que la conducción crea y le impone en los hechos a sus militantes", aseguró el juez y polemizó con los detenidos sobre el grado de autonomía que tenían los militantes para negarse a regresar al país.
En ese sentido, Bonadío asegura que el regreso al país de los militantes “estaba totalmente viciado por las condiciones en las que les fue ordenado regresar y más allá de que asumieron de manera libre su regreso no quiere decir que lo desearan”.
En su momento, en las declaraciones indagatorias, los dos detenidos aseguraron que la organización era “democrática” y que “cada uno de sus militantes decidió sin presiones” participar de la contraofensiva. Pero para el juez, la cualidad democrática de Montoneros “no se compadece con la documentación de la época” entre la que enumeró manuales de entrenamiento militar, el uso de uniformes y condecoraciones y documentos que reproducen condenas a muerte por “deserción” contra los militantes Juan Gelman y Rodolfo Galimberti.
También, Bonadío rebatió declaraciones periodísticas de Firmenich, referidas a los dos menores de edad asesinados en la contraofensiva: Jorge Benítez y Verónica Cabilla, ambos de 16 años. Según Firmenich, la vuelta de los dos adolescentes fue autorizada por escrito por sus padres, algo que el juez calificó de “insólito”.
“Pese al permiso de los padres, que la conducción nacional de Montoneros haya permitido que los menores participaran de la actividad con un peligro como era integrar grupos armados, los convierte en directos responsables de la suerte que los mismos corrieron”, apuntó el magistrado.
Vaca Narvaja y Perdía están detenidos desde el 14 de agosto último en instalaciones de la División Unidad de Investigaciones Antiterroristas (DUIA) de la Policía Federal. La semana pasada, ambos recusaron al juez, pero esta mañana otro magistrado, Jorge Ballestero, rechazó el pedido y permitió que Bonadío dictara inmediatamente las prisiones preventivas, de acuerdo con el “viejo” Código de Procedimientos Penales.