En su momento, el juez federal Jorge Luis Ballestero entendió que la ocupación “no reviste el carácter de usurpación, toda vez que no se ha despojado al Estado de sus bienes y los vecinos de la Asamblea carecen del animus del despojo”, y ordenó archivar el expediente.
En su defensa, la Asamblea de Vecinos Autoconvocados argumentó que el lugar recuperado, en Avenida Triunvirato y vías del ex Ferrocarril Mitre, “se hallaba totalmente abandonado, expuesto al deterioro y suciedad, y que la intención de la Asamblea era darle al predio un uso social, público, comunitario y asistencial” y explicaron que así se pidió ante varios organismos del Estado.
Sin embargo, el fiscal de la causa, Carlos Cearras, apeló la resolución de Ballestero por lo que la causa pasó a la Camara Federal, donde se confirmó el fallo de primera instancia.
Los camaristas Martín Irurzun, Horacio Cattani y Eduardo Luraschi entendieron que “el Estado Nacional no fue despojado del bien, pues desde el inicio de las actuaciones la agrupación vecinal realizó las gestiones necesarias para regularizar la situación”.
Los camaristas concluyeron que, de esta forma se demostró que “el ánimo de los ocupantes no fue turbar la posesión o tenencia del inmueble, sino realizar en él diversas actividades de utilidad pública”.