Quien primero sacudió el avispero fue el ministro de Justicia, Gustavo Béliz, quien el fin de semana habló de una “relación” entre corrupción, delincuencia y la policía de la provincia de Buenos Aires.
Estas declaraciones motivaron hoy que el fiscal de juicio Marcelo Romero se presente ante la fiscalía platense de turno, la número 5, a cargo de Carlos Gómez, para pedir la citación de Beliz, para que explique el alcance de sus dichos y aporte pruebas.
Romero aclaró que “no es una denuncia contra el Ministro, sino una investigación que solicito se inicie y que se convoque al señor ministro de Justicia como testigo, que bajo juramento de ley nos aporte toda la información que sea de su conocimiento".
“Evidentemente tiene altísima información sobre presuntas actividades criminales en nuestra Provincia”, dijo el fiscal, sin ocultar el tono de sorna. quien el fin de semana habló de una “relación” entre corrupción, delincuencia y la policía de la provincia de Buenos Aires. "Es momento que sea preciso", agregó el fiscal.
Durante el fin de semana, Béliz dijo que “los cuerpos policiales se han corrompido porque han tenido políticos ladrones que pactaron con ellos y no han sido capaces de una depuración a fondo”.
Pero las discrepancias también llegaron hacia adentro del poder político. Allí, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, -un hombre de la provincia de Buenos Aires- censuró a Béliz y, al igual que el fiscal platense, pidió precisiones Fernández le pidió a su colega de Justicia que haga nombres en su denuncia sobre presuntos lazos de la política con el delito. Y agregó que, de otro modo, lo que dijo es “una expresión más que no conduce a nada”.
En varios reportajes radiales, Fernández dijo que la denuncia de Beliz “es una expresión más que no conduce a nada si no va detrás con una denuncia puntual hacia tal o cual persona que es la responsable” y dijo que “por supuesto que no” comparte las apreciaciones de su colega.
“Si vamos a hacer denuncias de estas características, tenemos que decir quién es, porque si no es doble la frustración”, dijo Fernández, en lo que parece ser la discrepancia pública más fuerte dentro del gabinete de Néstor Kirchner desde que comenzó su mandato, en mayo último.