Diario Judicial: Este año la Corte y el Consejo tuvieron decisiones cruzadas, vgr. en el caso de los jueces docentes y en el tema del plus salarial de 200 pesos para los empleados judiciales. ¿Cómo están actualmente las relaciones?
Luis Pereira Duarte: Creo que desde la creación del Consejo se generaron una serie de disputas de poder, las que me parece que con el tiempo se fueron limando bastante. El principal problema que tenemos es que existe una gran incomunicación con el alto tribunal, la que me parece se debería solucionar en el corto plazo. Se deben crear más carriles de diálogo.
Otra cosa que se debe tener en cuenta es que si bien el presidente de la Corte es también el titular del Consejo, este hecho no se da en la práctica ya que es muy raro que los ministros asistan a los acuerdos del órgano. Por ejemplo, tengo el recuerdo de haber visto una sola vez al ex presidente Julio Nazareno, y Carlos Fayt vino apenas tomó la presidencia y nunca más se hizo presente.
DJU: ¿En que repercute ésta falla en la comunicación a la que usted hace mención?
LPD: Afecta principalmente en el análisis de cuestiones comunes, dado que no se puede tomar decisiones sobre asuntos que en verdad no tendrían que tener dos puntos de vistas tan distintos.
DJU: Recientemente la Corte Suprema transfirió al Consejo por medio de acordadas, algunas dependencias que siempre estuvieron bajo su órbita. ¿Cómo se vio esto?
LPD: Creo que han entendido que ellos tienen más que nada una actividad jurisdiccional de elaborar sentencias y que el Consejo tiene la función de administrar el Poder Judicial, tal como se previó cuando fue creado. Creo que el ir resignando éstas áreas es positivo, ya que va limitando sus funciones para dedicarse solamente a dictar sentencias y que la administración esté en manos del Consejo.
DJU: Centrándonos en la función del Consejo ¿Es correcto afirmar que un alto porcentaje de los denuncias buscan en el órgano una especie de tribunal de alzada?
LPD: Sí, se puede decir que sí. Es una forma de decir la cosas. Tenga en cuenta que a los abogados no nos gusta perder los juicios y entonces buscamos atribuir los malos resultados de las causas a los jueces y camaristas y entonces interponer denuncias, por ejemplo de mal desempeño. Pero tenemos que asumir las consecuencias y entender que muchas veces los letrados no vamos a tener la razón, dado que los juicios se ganan y se pierden.
En general el gran porcentaje de las denuncias contra magistrados que se analizan en las comisiones de Acusación y disciplina se desestiman, dado que no tienen sustento.
DJU: También se suele decir que en el Consejo existen actitudes corporativas para defender los intereses de los jueces denunciados ¿Qué nos puede decir al respecto?
LPD: Mire, los que representamos al estamento de abogados nos oponemos tajantemente a éstas prácticas, que más de una vez las podemos llegar a advertir del lado de los políticos y los propios jueces. Ante estas situaciones siempre hemos sido inflexibles.
DJU: Entonces, ¿Usted está confirmando que a veces existen intentos de actitudes corporativas?
LPD: Sin duda que sí, a veces se termina defendiendo al juez por el sólo hecho de ser juez, y creo que un caso muy patente de ésto se dio en el Jurado de Enjuiciamiento en donde en la sentencia del juez Murature hubo dos jueces que votaron por la absolución del magistrado cuando al ver el expediente es evidente que éste no podía seguir siendo juez ante la gravedad de los ilícitos que se comprobaron en su contra.
DJU: ¿Cual es su opinión respecto del nuevo método de “consulta popular” previa a la selección de magistrados?
LPD: Me parece que se tuvo que haber dado alguna atribución al Consejo de la Magistratura. Hubiera tenido que haberse instrumentado la posibilidad de que este órgano, como miembro del Poder Judicial elaborara algún tipo de dictamen al respecto, obviamente no vinculante. Creo que hubiera sido saludable.
DJU: ¿Cómo ve este recambio que se está buscando en la Corte Suprema de Justicia de la Nación?
LPD: Me parece que como se están dando las cosas tenemos que esperar los nuevos nombramientos que se realicen, para ver hacia dónde se pretende direccionar al tribunal. Sin duda Zaffaroni, más allá de sus méritos ha sido bastante criticado, pero en definitiva no es más que un sólo miembro que podrá influir o no, que no es la Corte Suprema. Creo que se debe buscar un tribunal que apueste al futuro, que perdure y que no cambie con cada gobierno.
DJU: ¿En este gobierno existe esta apuesta al futuro?
LPD: La verdad no sé, tenemos que verlo, creo que genera expectativas favorables y nos hace pensar en una lucha seria contra la corrupción, pero por otro lado nos hace dudar con otras, a las que prefiero no referirme.