Pero a pesar de que Lona no fue destituído por el jury de enjuiciamiento no reasumirá su función de juez en la cual estaba suspendido desde el 27 de agosto último, a raíz de que el Poder Ejecutivo finalmente aceptó en horas del mediodía la renuncia que Lona presentara a fines de 2003.
Lona había presentado su renuncia a fines del año pasado pero la misma no había sido aceptada por el presidente Kirchner a pedido de los consejeros acusadores Marcela Rodríguez y Beinusz Szmukler. Finalmente la dimisión fue aceptada.
Respecto de la actuación judicial en lo que se llamó la masacre de Las Palomitas, el Jurado entendió que no puede revisar un hecho cometido en 1976 cuando Lona era juez de primera instancia, ya que años después fue ascendido a camarista y el Senado estudió su pliego hecho que según explicaron demostró que en esa oportunidad aquel acontecimiento se ventiló e igualmente se lo ascendió.
Sobre el cargo que existía por haber sido albacea testamentario de una sucesión, el Jurado estableció que Lona no ejerció ese cargo, sino que por el contrario delegó en otra persona, un albacea sustituto.
Respecto del ultimo cargo acusatorio, por presuntas irregularidades en la adopción de un menor señaló que “conforme ha sido expuesto el presente cargo por la acusación, es dable decir que el mismo se funda en la discrepancia que el órgano acusatorio tiene respecto del “encuadre normativo” que ha efectuado el juez Lona en la respectiva sentencia de sobreseimiento, imputándole la “incorrecta” aplicación de las normas vigentes”p>En este punto recordaron que “la errónea aplicación del derecho que se imputa a un magistrado es insuficiente para sustentar la acusación por mal desempeño”
Votaron por la destitución de Lona los jurados Guillermo Sagués, Enrique Basla, Manuel Baladrón, Sergio Gallia y Eduardo Roca, quienes cuestionaron el argumento de que no se pueda revisar su actuación como juez por haber ascendido a camarista, pero sus votos no lograron cubrir los dos tercios necesarios y Lona fue absuelto.
Por la absolución de Lona se pronunciaron Augusto César Belluscio, Horacio Vicente Billoch Caride, Sergio Oscar Dugo, y Jorge Alfredo Agúndez.