Diario judicial: ¿Qué problemas estaban pendientes y cuáles se encontraban en vías de solución cuando asumió al frente de la Defensoría?
Alicia Pierini: En realidad la Defensoría atiende un abanico tan grande de problemáticas de los vecinos que siempre hay algunos que están en vías de solución, y otros que están pendientes, en todos los temas. Cuando asumo yo todavía no conocía más que globalmente la tarea. Ahora que ya pasaron dos meses y medio tengo un panorama mucho más completo, y podría decir que hay temas que se llevan el grueso de la tarea. Son los que tienen que ver con el funcionamiento de los servicios públicos, colectivos, taxis, subterráneos, teléfonos, tarifas, son los reclamos al sistema de salud-, y son los reclamos por conflictos en la vía pública, o si se quiere, la no resolución de los problemas en la vía pública, que van desde la basura, las baldosas, los árboles, el tránsito... Esos temas que mencioné representan el 80 por ciento del caudal de trabajo.
En estos temas hay otras cuestiones que son sumamente importantes y que atraviesan esos rubros, que son tercera edad y discapacitados. Tercera edad por el tema de obras sociales, medicamentos, la tramitación correspondiente..., y discapacitados atraviesa todo, porque abarca salud, la accesibilidad en el transporte y la vía pública..., las veredas que son una calamidad... Después hay cosas que no son numéricamente graves, pero si cualitativamente.
DJU: ¿Cuáles son esos casos graves?
AP: Por ejemplo, seguridad alimentaria, el hacinamiento en hoteles y la mala calidad de éstos. Problemas que tienen que ver con la emergencia habitacional que tiene esta ciudad. Los vecinos se quejan además de supermercados que no respetan la cadena de frío, o que han hecho ofertas que luego no cumplen –eso tiene mucho que ver con consumidores.
DJU: ¿Por qué vías reciben estas denuncias?
AP: Nosotros tenemos tres vías. Se hacen denuncias personalmente, por teléfono y por e-mail lo cual arroja entre los diversos mecanismos una suma mensual de alrededor de 4 mil denuncias.
DJU: ¿Cuál fue el número de quejas presentadas durante 2003?
AP: Casualmente acabo de cerrar ese informe y las mismas superan las 45 mil.
DJU: ¿A que responde este incremento anual?
AP: A que cada vez hay más conciencia ciudadana, entonces es razonable, el incremento va a seguir siempre. Cada vez hay más concientización.
DJU: ¿Cuáles son los casos más graves que se presentaron durante su gestión?
AP: Uno de los temas más graves lo estamos atendiendo en estos días. Tiene que ver con seguridad alimentaria; es una denuncia de los vecinos contra una empresa distribuidora de productos alimenticios en la que mandamos una inspección, y esa inspección verificó la presencia de ratas y veneno de ratas junto a los alimentos, deposiciones de ratas. Ahora además del decomiso de la mercadería, se alertó a la población para que no consuma estos productos.
DJU: ¿Qué empresa es y qué producto?
AP: Son especias, y la marca del producto es Coventry. Ese es el último caso que hemos tenido. Además tenemos casos de denuncias de padres, en relación con el derecho de admisión de sus hijos en las escuelas privadas. Protestan porque no les han dado fundamentación en la negativa a la admisión de sus hijos en el establecimiento, además en casos cuando eran alumnos el año anterior. Tenemos también denuncias que son una constante, en relación con el maltrato de la policía a los travestis, a las prostitutas...
DJU: ¿Qué papel juega allí el Código de Convivencia?
AP: El Código de Convivencia está en un proceso de debate en la Legislatura porteña y está llamada la Audiencia Pública para el día 22 de marzo. Hay como 20 proyectos muy heterogéneos, y diría que bastante consenso en que han habido bastantes problemas desde el principio, pero poco consenso sobre cómo se resuelven.
DJU: ¿El acondicionamiento de la ciudad para el traslado de las personas con discapacidades sigue siendo una tarea pendiente?
AP: Es una de las más pendientes, porque no hace falta ser discapacitado para tener dificultades de circulación, basta con ir con un changuito de compras o con un cochecito de bebé para darse cuenta que no hay una vereda por la que se pueda pasar, que realmente la ciudad está sucia, descuidada... realmente es uno de los problemas graves el de la infraestructura urbana. En cuanto a accesibilidad, los edificios públicos, que deberían dar el ejemplo, no lo dan. Obviamente en el tema del transporte público hay una decisión a nivel nacional de facilitar el transporte gratuito a los discapacitados, pero de nada sirve esa decisión si no pueden acceder a él porque no tienen la rampa adecuada, el asiento adecuado...
DJU: ¿La contaminación ambiental también es una asignatura pendiente?
AP: Temas ambientales o llamados de intereses difusos también trabaja la Defensoría, pero ahí se hace hincapié en los temas genéricos, por ejemplo los transformadores con PCB, la contaminación de agua, los ruidos molestos que produce una determinada industria, la medición de decibeles en los lugares céntricos, la polución ambiental y la polución visual –por el exceso de publicidad-. Una de las cosas que se percibe es que hay poco nuevo bajo el sol, y que se trata más que de volver a las cuestiones ya estudiadas, de ver cómo innovamos para ser efectivos. Y en el marco de la efectividad es donde estamos trabajando más herramientas para la defensoría. Cuando digo herramientas digo mediación, cooperación, iniciativa legislativa, reuniones con los funcionarios. Más que la confrontación, que no parece haber dado buenos resultados, estamos pensando en cómo la Defensoría, por ser independiente, puede aportar a los funcionarios una objetividad que permita hacer más humana la vida en esta ciudad.
DJU: ¿Esta política de consensuar, de no ir al choque, va a marcar su gestión hasta diciembre de 2008?
AP: Sí. Yo estoy trabajando en una primera etapa, que la estimo hasta invierno de este año. Estoy priorizando en esta primera etapa el reordenamiento interno, en mejorar la caja de herramientas de la Defensoría, que tiene empleados con un excelente nivel técnico, pero con esto sólo no alcanza.
DJU: ¿Qué postura va a tomar la Defensoría con el inminente aumento de tarifas?
AP: La Defensoría tomó como política en este caso respaldar a la Subsecretaria Nacional (de Defensa del Consumidor) Patricia Vaca Narvaja para darle más fuerza a su propuesta, que es que el eventual aumento no recaiga sobre la población, porque después además habría otros efectos en otras áreas, otros temas, otros productos. Lo mejor que podemos hacer en estos casos es coordinar con las áreas nacionales. Y tanto como el tema de tarifas como en prepagas, preferimos debatir con las áreas nacionales y luego respaldar la postura que se resuelve, la global, y no tener posturas independientes. Después hay cosas que no hay que consensuar, sino leyes y normas que cumplir.
DJU: Ese es el papel de la Defensoría, articular entre la ley y la realidad?
AP: Sí. Es que entre la utopía y lo real, tienen que estar instituciones de garantía, que son las que acercan estas partes. Y nosotros creemos que la Defensoría es privilegiada en eso.
DJU: El avance a nivel nacional en cuanto a Derechos Humanos, por ejemplo, ¿crea un clima propicio para el trabajo de la Defensoría?
AP: Sí, pero de todas maneras, yo creo que toda época permite un ejercicio efectivo. Desde Fray Bartolomé de las Casas hasta la fecha, quien quiere defender los derechos del pueblo puede hacerlo, y debe hacerlo. No hay épocas mejores que otras, solo hay que hacerlo con metodologías diferentes, según la etapa.