I.- Planteo del tema.-

            El tema en abordaje noslleva a considerar la cuestión desde una posición dialéctica entendida como unsistema abierto, en continuo cambio, fundado en nuevas experiencias y prácticasya elaboradas, existentes y a plasmarse sobre la base de la formulación de losproyectos-esquemas habidos en la dimensión histórico social de las relacionesentre América Latina y América del Norte.-

            Centramosla búsqueda en la praxis concreta -como dimensión teórica desde un análisispluridimensional- del aspecto histórico de la cuestión, mediante la experienciavivida , la correspondiente a su estado actual, y la resultante de unaprospectiva, según lo sepamos definir y construir.-

            No podemos soslayar la consideraciónde la esencia transformadora y la vocación libertaria de las relacionessociales plasmadas entre los pueblos configuradores de la sociedad mercosureña,su proyección como relaciones sur-sur focalizadas en su devenir hacia labúsqueda de una verdadera Integración latinoamericana.-

            Esquema susceptible dearmonizar los intereses nacionales y regionales en un sólido bloque quecontemple –fundamentalmente- la dignidad de los pueblos que lo conformen,realizada por la actividad creadora de todos los latinoamericanos.-

            Es preciso tener en consideraciónnuestra identidad, que se va forjando en antagonismo con la identidad delos Estados Unidos de Norte América, vista desde su desarrollo y perspectiva,donde cabe rechazar a quienes propician o propiciaron posiciones extremas comouna complementación MERCOSUR-ALCA (Ricardo Lagos, en Chile, Jorge Battleen Uruguay, Carlos Menem en Argentina, etc.).-

            a) Esa complementariedad deunirnos al hoy existente NAFTA y al proyectado ALCA para ser un solo continente(de Alaska a Tierra del Fuego) en consonancia con la Iniciativa de lasAméricas, lanzada en 1990 por el ex presidente Bush y como culminación de laDoctrina Monroe, apoyada por muchos de los abanderados del neoconservadurismo-quienes se hacían llamar neoliberales- de consuno con las actuales necesidadeseconómicas, políticas y sociales del país del Norte en el marco de su crisis enla coyuntura internacional y de un deseo largamente acariciado, contradicenecesariamente la formación de nuestra identidad, nuestra cultura yorganización.-

            Igual actitud de recelo y rechazotenemos hacia quienes más desembozadamente escriben –actualmente- desde lahipocresía de su experiencia burocrática vivida y fomentada en los organismosinternacionales de crédito- que han obstaculizado el progreso humano en general,y el latinoamericano en particular- críticas desde y hacia la potenciadominante acerca de las consecuencias nefastas de la incorporación referida delMERCOSUR al ALCA, tal el caso del economista norteamericano Joseph Stiglitz .-

            En tal sentido son elocuentes lasdeclaraciones formuladas recientemente por el citado Stiglitz, premio Nóbel deEconomía, ex vicepresidente del Consejo de Asesores Económicos de la CasaBlanca durante la administración Clinton, integrante del Banco Mundial,instituciones todas ellas culpables de la asfixia económica y la desgraciadasituación social en que han sumido a nuestros pueblos.-

            Expresó el autor que “...el ALCAtendría que ser inaceptable porque conduciría a una mayor inestabilidad yelevaría el desempleo en la Argentina y en América Latina”, manifestando que supaís (los E.E.U.U.) “siempre fue hipócrita en las negociaciones comercialesinternacionales y ahora está exportando esa hipocresía a todo el continente”(Diario HOY , La Plata, diciembre de 2003).-

            Si bien tal crítica revistecertidumbre, al menos debemos preguntarnos desde que visión es formulada y aque intereses responde; entonces la respuesta que nos surge muestra una visiónsesgada, en función de direccionarnos hacia una falsa solución.-

            El enfoque de Stiglitz avanza ysostiene que “...si los Estados Unidos siguiera su retórica y fuera realmenteun acuerdo de libre comercio, sin barreras agrícolas o arancelarias nicláusulas que socaven la soberanía de algunas naciones, el ALCA sería bastantebueno para Latinoamérica”  (Diario HOY,La Plata, diciembre de 2003).-

            Esta afirmación se formula sinperjuicio que -el economista- prosigue advirtiendo “que la primera potenciamundial ya dijo que el tema agrícola no se discute, que las barrerasarancelarias tampoco y que se mantiene la idea de una liberalización de losmercados de capitales americanos” (Diario HOY, La Plata, diciembre de 2003).-

              Un análisis sobre las supuestas bonanzas y el postrer despilfarro de ladécada de los ’90 (una nueva década infame), a la que caracterizó como unaburbuja que explotó y en la cual definió a la Argentina “como un reflejo de laexhuberancia irracional” que impregnó a la economía internacional de los ’90,parece la opinión esbozada por un espectador ascético del mundo de las finanzasy no por alguien que integró el “staff” de los organismos internacionales decrédito que tan nociva influencia tuvieron en el empobrecimiento de nuestrosufridos pueblos.-

            Dejarnos embaucar por la visióneconomicista  de autores como el citado,llevan implícito el riesgo de aceptar –una vez más- recetas diseñadas desde elcentro hacia la periferia, y olvidar livianamente lo que fue la décadamenemista en nuestro país, donde se implantó salvajemente el credo neoliberal,con las consecuencias padecidas.-

            Posturas como la reseñada -a títuloejemplificativo- omiten analizar el inexorable antagonismo, la lucha yoposición de doctrinas, concepciones y prácticas, condición “sine qua non” paraafirmar y construir nuestra propia identidad, la cual sólo puede ser realizadaenfrentando con energía y madurez la política del gran gendarme del Norte enesa relación dominante-dominado sobre la cual tan claramente explicitara la-todavía vigente- teoría de la dependencia.-

            Por ello pretender una idea decomplementación entre MERCOSUR y NAFTA o ALCA, significa que el esfuerzo de lospueblos latinoamericanos sólo servirá para perfeccionar algún rubro o sistema,fomentando ni más ni menos que una íntegra y perfecta unificación dependientecon los Estados Unidos, a partir de la sumisión política y la dependencia,siendo funcionales a sus intereses. En concreto nos ofrecen la panacea que-superando algunos aspectos económicos- se puede alcanzar una posición deeventual complementariedad, a la cual desde ya nos oponemos.-     

            b) La otravariante planteada en el temario -por los organizadores del evento- alude alsupuesto o concreto antagonismo entre MERCOSUR y ALCA.-

            Al respecto debemos señalar quedentro del marco jurídico-institucional en que se inserta el MERCOSUR, nacidoen el ámbito de la ALADI como un Acuerdo de Complementación Económica,respetando la aplicación de la cláusula de nación más favorecida y laposibilidad de extensión a terceros países asociados de las ventajas concedidasen el marco de ALADI –por una parte-, y por la otra, respetando los principiosrectores que informan el comercio mundial (reglas del ex G.A.T.T. actual O.M.C.), con las reservas formuladas para los acuerdos de integración, no existiría–en principio-  antagonismo parala coexistencia entre ambos esquemas.-

Considerandola vigencia del acuerdo marco interregional de Cooperación celebrado el 15 dediciembre de 1995 entre MERCOSUR y la UNION EUROPEA en aras de alcanzar unazona de libre comercio entre ambos miembros de la comunidad internacional,          y los acuerdos marco en negociacióncon la C.A.N. (Comunidad Andina de Naciones) entre otros, avalan la posición dela no existencia de antagonismo posible entre MERCOSUR y ALCA.-

Deseamospuntualizar -ello será objeto de desarrollo en el acápite siguiente- que noresulta adecuado el planteo dicotómico de complementariedad o antagonismo,  sino que interpretamos -al influjo delmétodo dialéctico de oposición de tesis y antítesis, en procura de una síntesissuperadora- que el planteo correcto se centra en profundizar la idea fuerza quele es contrario a nuestros intereses tanto una complementariedad servil (alestilo de Stiglitz) como un antagonismo sustentado en supuestasincompatibilidades jurídicas o meramente comercialistas. Lo que realmente importa  es poner de manifiesto tanto la inviabilidaddel ALCA para todos los países latinoamericanos como nuestra más férreaoposición a que la Argentina en forma unilateral o como miembro del MERCOSUR,mediante una nueva versión del 4 + 1, vuelva a repetir los lamentablesprocederes en materia internacional que signaron a la década menemista con sustan mentadas “relaciones carnales” con los E.E.U.U..-

            Desde unaconcepción del MERCOSUR que recepte el modelo que estimamos adecuado a nuestrascaracterísticas e idiosincrasia (que seexplicitará seguidamente), democrático, participativo, socialmente justo,autónomamente soberano dentro del contexto de interdependencia del sistemaglobal, participando en un pie de igualdad y resaltando ante todo el conceptode dignidad, va de suyo que este ideario de nuestros precursores delintegracionismo latinoamericano, no se compadece en absoluto con el esquemaneoliberal -simultánea y contradictoriamente proteccionista- de su mentorideológico que conllevan implícito el ALCA y la Iniciativa para las Américas (sea en su versión profunda, como en su versión light, expresiones tanen boga en estos días).-

 

 II.- Algunos desarrollos básicos.-

            El análisis de lo expuesto puedeprofundizarse poniendo el acento en algunos aspectos: histórico-políticos,económicos, jurídico-institucionales, culturales, pero la brevedad del presentelimita su desarrollo.No obstante ello, destacaremos algunas notas.

            1.- Los acontecimientos debenser analizados en un contexto histórico-político y social, y en el marco de unasituación de opresión y dominación inclementes realizada por los países máspoderosos (E.E.U.U. y el resto del G. 7 ) por la vía de la asfixiaecónomico-financiera.-

            En aras de alcanzar su desarrollopleno los pueblos latinoamericanos deberán afrontar el desafío de diferenciarentre dos culturas contrapuestas en la relación “centro-periferia”, plasmandoun diálogo maduro entre pares, capaz de hallar un camino dentro del contextohegemónico actual, que sea –simultáneamente- respetuoso de los derechos humanosy consolidador de los esquemas de regionalización como el MERCOSUR, de modo talque sus beneficios se afirmen hacia su interior y se desplacen, en unadirección Sur-Sur, entre todos los pueblos de Latinoamérica.-

            Esto se vincula con la idea de laconsolidación -en su personalidad jurídica (artículos 34, 35 y 36 del Protocolode Ouro Preto)- de la sociedad MERCOSUR, desarrollando un esquema que procureidentidad propia,  profundice el ideariolatinoamericanista y no especule con alcanzar sólo ventajas comercialescoyunturales.-

            2.- En materia económica, laconsolidación y profundización de un esquema de integración regional – talpodría ser el caso del MERCOSUR si existiera una firme decisión política deavanzar en tal sentido- puede convertirse en una herramienta válida paraalcanzar niveles de desarrollo impensados si se los proyecta en formaindividual. La estructuración de un mercado ampliado, con libre movilidad delos factores productivos, sustentado en instituciones supranacionales (Tribunalde Justicia, órganos comunitarios, etc.) y coordinación de políticasmacroeconómicas –entre otras cosas- apuntarían la cuestión en la dirección correcta procurando efectuar unsalto cualitativo que permita superar nuestro subdesarrollo dependiente.-

            3.-Hace faltaposeer un orden jurídico cierto y para ello es necesario la creación de un órganoindependiente, con facultades suficientes de realizar iniciativas, conindependencia de los países miembros y estabilidad relativa otorgada por todossus  integrantes, permitiéndolecontrolar el cumplimiento del derecho de la integración, capaz de plantear lascuestiones públicas y privadas ante un Tribunal de Justicia.-

            Precisamente hacemos referencia a lanecesidad de establecer un Tribunal de Justicia del MERCOSUR, que superela insostenible solución arbitral existente desde la vigencia del Protocolo deOuro Preto (1994),  con capacidad dedecidir y prevenir los conflictos y descontentos entre las partes, sea medianteresoluciones obligatorias, sea instrumentando un recurso de interpretaciónprejudicial, como modo de afianzar armónicamente el derecho comunitario. Su ausencia la estimamos undefecto capital y limitador de la profundización del esquema.-

            4.- Los temas culturales noposeen el debido desarrollo y concreción, y en tal sentido es ímproba la labora ejecutar, principiando por transformar el tema de la integración como objetode debate permanente en el ámbito público, en los medios masivos decomunicación y en nuestras escuelas.-

            Más allá de las desavenenciashabidas en el devenir de la historia, lo real y concreto es la profundidad denuestra raigambre común, esa mezcla de culturas latina o ibérica (enrealidad hispano-lusitana) con sus notas de individualismo y personalismovital; indigenista heredada de pueblos que supieron desplegar niveles deintegración comunalista -criminalmente extinguidas- como mayas, aztecas, incas,guaraníes, etc. y –por último- africana, con su sello vigente en vastasregiones de nuestro continente.-

            La identidad de Nuestra AméricaLatina se conformó en la filosofía de la liberación contra las distintasdominaciones coloniales. Se continúa en esa praxis, en proceso de síntesis –mestizajecultural- de conformación histórica por medio de un proceso interactivo-respetuoso de diferencias- e integrador -en lo concreto- de unproyecto político democrático, participativo y solidario, en la búsquedatransformadora de justicia, igualdad, libertad y dignidad, para desarrollar sucomún destino independentista.-          

 

III.- En defensa de la integración latinoamericana:NO AL ALCA.-

            No debemos olvidar que laconstitución del ALCA es un objetivo y un instrumento de la política exteriorde los Estados Unidos que apunta a la apertura de los mercados de América paracolocar allí los excedentes de su oferta exportable.-

            El objetivo–aparente- es la constitución en toda América (de Alaska a Tierra del Fuego) deuna zona de libre comercio con las implicancias propias que tal conceptoencierra –eliminación progresiva de las barreras al comercio y a lasinversiones.-

            La implementación del Área de LibreComercio de las Américas (ALCA o FTAA, según su sigla en inglés) que procuracrear por consenso de los 34 países miembros el  mercado más grande del mundo con 800 millones de personas(¿cuántos de ellos consumidores? ) y un Producto Bruto Interno acumulado(P.B.I.) de alrededor de 13 billones de dólares, se encuentra en una etapa que–afortunadamente para nuestras pretensiones- dista del escenario grandilocuentey triunfalista en que se anunció la Iniciativa para las Américas, por parte delex presidente Bush en junio de 1990, y de la firma del Pacto para el Desarrolloy la Prosperidad –que incluyó un documento denominado Plan de Acción quecontenía la idea de un mercado libre continental- suscripto por los Presidentesy Jefes de Estado de los 34 signatarios en el marco de la Cumbre de lasAméricas, celebrada en Miami del 8 al 11 de diciembre de 1994, bajo el influjode la administración Clinton.-

            Tal pretensión no involucra unconcepto neutro, sino que apareja una afectación profunda del comercio exteriordel resto de los países latinoamericanos.-

            El peligro más claro, que se pudoapreciar en las Cumbres de Miami, Monterrey y -más recientemente- en la reuniónde viceministros de economía celebrada en Puebla, es la intención de losE.E.U.U. a través del denominado grupo de los 14 (Canadá, México, Chile, laC.A.N y países del CARICOM) de alcanzar un “acuerdo integral, equilibrado ymultilateral”, procurando imponer una agenda negociadora que en realidad esla que interesa a la nación dominante, y sin lograr concesión alguna en lostemas que hoy son de vital interés para el MERCOSUR (subsidios a la producciónagrícola, y a la siderurgia –en especial el acero).-

            Otro aspecto que pretende imponerE.E.U.U. por vía del ALCA , es la libre penetración y desenvolvimiento de suscapitales de inversión -eufemismo por capitales financieros, especulativos yparasitarios-, que obtuvieron niveles de rentabilidad inusitados, en relacióncon el recupero probable de la genuina inversión productiva, y cuyasconsecuencias nuestro subcontinente está pagando con creces vía incrementoinsostenible de los niveles de pobreza e indigencia en que ha caído supoblación.-

            No debemos perder la memoria y es,por lo tanto, obligatorio recordar que esta consolidación del aspecto rentable-verdaderos parásitos del capitalismo centralizador- se consolidó globalmentedurante los mandatos de Reagan y Thatcher, pero tuvo sus “abanderadosneoliberales”  en América latina a travésde las “administraciones eficientes” de Pinochet en Chile, Salinas de Gortarien México, Carlos Menem en Argentina, Carlos Andrés Pérez en Venezuela yAlberto Fujimori en Perú.-

            Nos oponemos y decimos que, paratodos los pueblos y naciones de nuestra América latina y especialmente paraCuba, es preciso promover un libre y justo comercio entre los hermanoslatinoamericanos, como elemento integrador y consolidador de nuestros -de porsí profundos- lazos culturales. Los E.E.U.U. en sus faces interna e internacional,valiéndose del proteccionismo –inaceptable si es planteado por terceros países-y sus influencias políticas y económicas –vía F.M.I., Banco Mundial, OMC, etc.-no sólo desfavorecen sino que obstaculizan los intercambios comercialeslimitando las posibilidades de nuestras economías de superar sus niveles desuddesarrollo. Esta idea de promoción del comercio no implica unacontradicción, sino que -si bien pregonamos la verdadera integración- nodebemos soslayar la importancia del mismo como instrumento generador dedivisas, bienes y servicios indispensables para propender al desarrolloeconómico y social de los pueblos; porque lo social no puede ser entendido comoun costo, sino resulta ser la inversión primaria y fundamental para eldesarrollo futuro de las naciones; por ende los frutos del intercambio nopueden desembocar en el beneficio de unas pocas corporaciones transnacionalesque hacen de la especulación y el lucro abusivo un fin en sí.-   

            Con motivo de la Cumbre de Miamicelebrada entre los días 20 al 22 de noviembre de 2003, se suscitó unenfrentamiento o se planteó una hipótesis falsa entre ALCA “profundo” o ALCA“light”. Así se denominaron las propuestas esgrimidas por las dos cabezasvisibles –que compartieron la presidencia de la reunión- E.E.U.U. y Brasil. Elprimero, mediante el apoyo de sus socios del NAFTA y de países como Chile yCosta Rica, entre otros, que tienen o negocian acuerdos comerciales bilateralescon Washington, presionaron por una mayor liberalización del comercio y por laeliminación de las barreras a las inversiones. El segundo, actuando por símismo y en representación del MERCOSUR , sostenía que habían cambiado lacircunstancias –en alusión al año 1994-y que existiendo una nueva realidad,debían modificarse los parámetros de la negociación. Por ello, y en aparenteéxito de esta última posición, es que continúa negociándose un acuerdo máslaxo.-  

            Nosotros opinamos que el denominadoALCA “light” es en realidad el primer paso hacia el ALCA “profundo”; por endeno nos satisface que el MERCOSUR (con la actual presidencia “pro tempore” de laArgentina) critique la actitud del “Grupo de los 14” digitado por los E.E.U.U.,pero acepte –en parte- la viabilidad de un ALCA “light” y negocie lacelebración de un acuerdo “4+1”  en elseno del ALCA.

 La no discusión o solución del tema de lossubsidios agrícolas y al acero, por parte de los países centrales y en el casoen análisis de los E.E.U.U., así como el tema de las inversiones, son materias innegociables de la agenda de políticaexterior de la Argentina y del MERCOSUR.-

            Existen profundas e insalvablesdiferencias desde el punto de vista del desarrollo económico, de la estructurade los países, de las medidas proteccionistas desplegadas por cada una de lasnaciones; ergo, es muy difícil –casi imposible decimos- establecer una zona delibre comercio continental con las pretensiones e imposición de reglas de juego“non santas” por parte del gendarme mundial.-

            Si nos detenemos en un someroanálisis de los enunciados de la Declaración de Principios, Pacto para elDesarrollo y la Prosperidad: Democracia, Libre Comercio y Desarrollo sostenibleen las Américas, podemos destacar frases como “nuestro progreso económicocontinuo depende de políticas económicas sólidas, del desarrollo sostenible yde un sector privado dinámico. Una clave para la prosperidad es el comerciosin barreras, sin subsidios, sin prácticas desleales y con un creciente flujode inversiones productivas. La eliminación de los obstáculos para el acceso alos mercados de los bienes y servicios entre nuestros países promoverá nuestrocrecimiento económico.” El remate de la retórica primer mundista expresa“...el libre comercio y una mayor integración económica son factores clave paraelevar el nivel de vida, mejorar las condiciones de trabajo de los pueblosde las Américas y proteger el medio ambiente”  (Revista INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA, INTAL nº 206 , diciembre de1994, pag. 58 y ss).-

            Otro párrafo que no tienedesperdicio enuncia que “la inversión privada constituye el principal motor delcrecimiento en el hemisferio, la alentaremos, colaborando en el establecimientode mercados más abiertos, transparentes e integrados”; con el objetivode avanzar hacia la concreción de la integración y el libre comercio,“..crearemos una infraestructura hemisférica con la cooperación y elfinanciamiento del sector privado y de las instituciones financierasinternacionales” centrando su accionar en sectores claves -que asegurantasas exorbitantes de ganancias para el capital transnacional- tales comotelecomunicaciones, energía y transporte, con el consecuente movimiento  eficiente de bienes, servicios,capital, información y tecnología, que son la base de la prosperidad (de lassociedades del centro y no de la periferia).-             

            La verdadera integración “es elproceso de creación de un espacio económico, político y social por lainterpenetración estructural, voluntaria y solidaria de los Estados Partes, apartir de intereses comunes, que tiene como objetivo el desarrollo y cuyosmecanismos e instrumentos quedan definidos en el Tratado que le da origen”.- (RevistaAPORTES para la Integración Latinoamericana, I.I.L. U.N.L.P. , año I , nº 2,diciembre de 1995, pag.33)

            En un mundo que se caracteriza porsu creciente transnacionalización, globalizado y a la vez interdependiente, conniveles jamás imaginados de concentración en la cima y con profundas asimetríasentre esa cima y la base (en el marco de la relación cima-base ocentro-periferia), la posibilidad de desempeño de las unidades nacionales se vesumamente debilitada.

Porello, conscientes del valor del concepto profundo de la integración regional,es que abrevamos en ella considerándola como una herramienta válida que nosbrinde mejores perspectivas de supervivencia y -a la vez- nos encamine hacia eltan ansiado desarrollo social, circunstancia que tornaría más solidario yequitativo el sistema económico mundial imperante (con los E.E.U.U. comopotencia exclusiva dominante).-    

            Un error -que no podemos calificarde involuntario- fue el llevado a cabo durante la década del auge neoliberal ola nueva década infame- como preferimos denominarla- y consistió –aquí seguimosa Iris Laredo- en que “partiendo del presupuesto que la homogeneidad delgrupo junto con la comunidad de intereses y la voluntad políticaconstituyen requisitos básicos a cumplimentar por todo proceso de integraciónque aspire a atender y resolver los problemas de la región, la varianteneoconservadora de asociarse más que con los iguales con los más poderosos paraobtener mayores réditos” –y en este marco se inscribe el ALCA- “pareciera noreparar en los riesgos implícitos de un nuevo hegemonismo, derivado justamentede la asociación entre desiguales” (Revista APORTES para la IntegraciónLatinoamericana, I.I.L. U.N.L.P., año I , nº 1 , julio de 1995pág 107).-

            A favor de nuestra posición es dablecitar al sociólogo estadounidense Immanuel Wallerstein quien sostuvo en unacumbre antigliobalización desarrollada en Río de Janeiro en agosto del 2003 que“el ALCA es la muerte de las posibilidades que hoy tienen de lograr una mejoreconomía para la mayoría” (en alusión a nuestro país), y prosigue diciendo“estoy a favor del libre comercio, pero si es entre iguales” y al respecto laArgentina tuvo un importante y triste aprendizaje en la era de Menem.-     

           

IV.- CONCLUSIÓN.-

            Desde nuestra formaciónintegracionista –tras una fecunda travesía por el Instituto de IntegraciónLatinoamericana de la U.N.L.P.- hemos luchado y continuamos  haciéndolo en favor de la integraciónregional pregonando que constituye la herramienta válida que nos permitasuperar nuestro subdesarrollo, e insertarnos en una mejor posición en elescenario estratificado internacional. Por tal motivo fundamos la oposición aese engendro seudo librecambista con acendrados niveles de proteccionismo porparte de los E.E.U.U., que se ha dado en llamar ALCA, que sólo apunta haciaformas de cooperación y de integración comercialistas procurando una ampliaciónde mercados para colocar los excedentes de los E.E.U.U., pero que no apunta enlo más mínimo a instrumentar políticas que nos conduzcan a modificar lasprofundas causas estructurales que cimientan nuestro subdesarrollo y ladependencia de Latinoamérica, por tanto no podrá ser nunca capaz de superar lasinequidades del sistema económico internacional en que nos hallamos insertos.Reiteramos que el ALCA no es ni complementario ni antagónico con el MERCOSUR,es simplemente indeseable e inviable, pues no se compadece con nuestra ideasustentada desde hace muchos años de alcanzar un MERCOSUR profundo, coninstituciones supranacionales (Tribunal de Justicia, Comisión, etc.), coninterpenetración de nuestros escenarios políticos, sociales, culturales ylaborales, verdadera herramienta del cambio mediante democraciasparticipativas, con justicia social y equidad.-

 

Estimado colega periodista: si va a utilizar parte esta nota o del fallo adjunto como "inspiración" para su producción, por favor cítenos como fuente incluyendo el link activo a http://www.diariojudicial.com. Si se trata de una nota firmada, no omita el nombre del autor. Muchas gracias.

VOLVER A LA TAPA

Diariojudicial.com es un emprendimiento de Diario Judicial.com S.A.
Propietario: Diario Judicial.com S.A. Amenábar 590 Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Directora: Esther Analía Zygier. Registro de propiedad intelectual 54570890 Ley 11.723.
Descarga
la portada del diario en formato PDF

Reciba diariamente por e-mail todas las noticias del ámbito judicial.
Copyright ® 1999 - 2024 . Diario Judicial. Todos los derechos reservadores. ISSSN 1667-8486