Con esa medida, los sellos pretenden cortar con las copias directas de CDs y que estos se conviertan en archivos no protegidos, como los MP3 que puedan ser distribuidos por Internet a través de las redes peer-to-peer, (P2P), como Kazaa.
El debate se generó en Francia a raíz de que las leyes de este país permiten que los consumidores tengan la capacidad de hacer copias de seguridad personales de sus discos compactos. Por ello consideran que limitarles los derechos sin previo aviso ni rebaja en el precio son modales comerciales incorrectos con lo cual llevaron el tema a los estrados judiciales, para que se tome una medida al respecto.
Las autoridades francesas fueron alertadas de estos problemas de reproducción en septiembre de 2003 por un grupo de consumidores conocido como UFC-Que Choisir. Después de algunas comprobaciones, un tribunal ordenó un examen judicial de EMI Music France y Fnac por fraude, las dos discográficas que pusieron en marcha tales medidas.