Adriana Raquel Bortolozzi de Bogado

Señora Directora:Como donante y autora de uno de los primeros proyectos de reforma de la ley 24.193 de transplante de órganos, quiero destacar la postura del doctor Carlos Gherardi, sobre el tema del donante presunto, quien afirma que “el Estado no puede disponer del derecho personalísimo del propio cuerpo, presumiendo que si una persona no dice que no, dice que sí. No es moral y roza lo antidemocrático".Como así también rescato las opiniones del Padre Alberto Bochatey, quien efectuó observaciones éticas similares. Este tema, por su trascendencia merece un serio debate social desde la bioética, en la búsqueda de garantizar la libertad en los actos de donación.Porque ¿el consentimiento presunto, no seria contrario al principio de la autonomía, ya que la “obligación” de donar sus órganos, se convertiría en un acto que cercenaría el derecho de la persona a decidir?La cultura de la donación de órganos implica un ejercicio sagrado de generosidad y de solidaridad, donde no debería existir el factor de la obligatoriedad, sino de la concientización, educación y respeto de los derechos individuales de las persona.
Adriana Bortolozzi de Bogado
Diputada Nacional
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