Fruto del encuentro realizado se constituyó la Junta Promotora del “Foro de Jueces de Cámaras Federales de Apelaciones del Poder Judicial de la Nación”, la cual convocó a la próxima reunión a celebrarse los días 17 y 18 de marzo de 2005 en la ciudad de Córdoba.
Entre las conclusiones arribadas se reafirmó el respeto pleno al ejercicio de la superintendencia por parte de las Cámaras de Apelaciones, rechazando así el dictamen de la Comisión de reglamentación del Consejo de la Magistratura que intenta asignar superintendencia a los Tribunales Orales de la Justicia Federal en las Provincias.
Asimismo señalaron la necesidad de determinar pautas objetivas para la asignación de recursos humanos. ”Corresponde insistir sobre la efectivización del personal contratado solicitado oportunamente por las distintas Cámaras y obtención del escalafonamiento de dicho personal. Y requerir la equiparación en cantidad y en jerarquía de los relatores de Jueces de Cámara” añadieron.
Entendieron necesario requerir reuniones periódicas de los presidentes de las Cámaras Federales con el presidente de la Corte Suprema y del Consejo de la Magistratura, y pedir la modificación del reglamento pertinente, a fin de garantizar la representación de estos jueces de Cámaras tanto en el Consejo como en el Jurado de Enjuiciamiento.
Otro de los puntos acordados propicia el estudio de las iniciativas legislativas relacionadas al estado judicial de los magistrados, temática que será especialmente abordada en el encuentro que se realizará en marzo de 2005.
Los camaristas aprovecharon la oportunidad para hacer suyas las reflexiones de Ricardo Lorenzetti, candidato a ministro de la Corte, en el artículo “Contratos en la emergencia económica: pesificación y obligaciones en mora (un modelo de interpretación)”, publicado en la revista jurídica LL T 2002-F-1097.
Recordaron que en él que expresó ”Elogio de los jueces: Muchos han criticado a los jueces, y lo han hecho incluso en las revistas jurídicas. Por el contrario, nos parece que hay que ensayar un “elogio de los jueces”. En los terribles meses que hemos vivido en el año 2002, tuvimos que enfrentar la más grave crisis de nuestra historia y se lo hizo en Democracia. No es lo habitual en la historia argentina, y gran parte de ello se debe a la ciudadanía y al Poder Judicial. La ciudadanía no fue a los cuarteles, sino a las calles y luego a los Tribunales. Los jueces no fueron indiferentes, atendieron los reclamos, trabajaron incansablemente en todo el país, y pusieron un freno importantísimo a los abusos de los otros poderes. No debe haber ejemplo en el mundo de un poder judicial que haya podido canalizar tanta demanda social acumulada, que haya declarado tantas inconstitucionalidades, y que haya generado una corriente de opinión tan sólida en defensa de los derechos individuales”.