Este no es el primer caso ya que anteriormente por la desaparición de Norberto Habegger (1978) y Enrique Néstor Ruggia (1974) antes de la amnistía sus familias fueron ya indemnizadas.
Mónica Binstock y Horacio Campiglia fueron capturados en el aeropuerto de Galeao en Río de Janeiro, en marzo de 1980 y desde entonces siguen desaparecidos. Estos casos junto a los de los argentinos Ismael Viñas, y Jorge Oscar Adur son posteriores a la amnistía dispuesta en Brasil en 1979, por lo que aún no fueron indemnizados sus parientes.
No obstante, el gobierno de Lula da Silva se encuentra estudiando la posibilidad de bajar las indemnizaciones y pensiones que el Estado Brasileño paga a las víctimas de la dictadura militar que imperó en el país entre 1964 y 1985, por promover indemnizaciones y pensiones millonarias, que contiene distorsiones graves porque permite el enriquecimiento de algunas personas con el dinero público que falta a programas sociales importantes.