El fallo del tribunal, presidido por Ricardo Munir Falú e integrada por los jueces subrogantes Martín Adolfo Diez y Horacio Aguilar, antepuso razones humanitarias para apartarse de la decisión de Corte Suprema de Justicia que convalidó la pesificación.
El matrimonio inició en 2002 las acciones legales necesarias para recuperar ese dinero, a raíz del delicado estado de salud de Víctor José. Por ello, presentaron un amparo que el juez federal Nº 1, Abel Cornejo, les concedió, ordenando la restitución de 33.452 dólares, que el matrimonio había depositado en el Banco Nación.
El 30 de julio de ese mismo año, la Cámara Federal ratificó el fallo en lo sustancial y dispuso que el banco restituyera de inmediato unos 5 mil dólares, para cubrir necesidades urgentes, y el saldo en 18 cuotas mensuales iguales y consecutivas en la misma moneda, a partir del 1 de junio de 2003 y con los correspondientes intereses.
La entidad financiera hizo la entrega inicial pero nunca dio cumplimiento a la cancelación del saldo, por lo que el abogado, tras doce cuotas impagas, solicitó la ejecución de la sentencia. Así, la Cámara Federal aceptó como fianza cerca de 10.000 dólares de la cuenta y ordenó al juzgado actuante disponer las medidas correspondiente para el pago efectivo de los montos vencidos.
Aunque el banco esgrimió a su favor el reciente fallo de la Corte Suprema, que convalidó la pesificación, el caso se resolvió con el embargo contra la entidad financiera por 19 mil dólares, para que sean restituidos a sus titulares.