El consejero visiblemente molesto destacó que aún no se recibió por parte del alto tribunal ningún tipo de notificación por escrito de la medida dispuesta, al tiempo que manifestó que estas resoluciones “atentan” en contra de las relaciones institucionales.
“Lo que más me llama la atención es que esto se decidió en enero, cuando el Consejo se encontraba de receso por la feria judicial”, expuso el abogado y continuó:“ recién nos venimos a enterar hoy, es muy raro”.
Para Szmukler todo parece indicar que la medida la hubiera dispuesto en principio el presidente de la Corte y paradójicamente del Consejo, Enrique Petracchi, pero reiteró que aún no saben los motivos de la misma.
La respuesta del Consejo posiblemente se comience a elaborar el próximo jueves cuando mantenga una reunión la Comisión de Labor, la cual está conformada por los presidentes de todas comisiones.
Desde la Corte Suprema de Justicia, el vocero Albino Gómez, comentó que la medida responde a tres cuestiones. La primera referida a que el Consejo pretende independencia y estando en el mismo edificio que el máximo tribunal no la tiene; la segunda a que los ministros quieren evitar en el cuarto piso las protestas del gremio; y la tercera a que la Corte necesita espacio para organizar encuentros y audiencias, ya que las actuales se hacen en el Salón de té, y según explicó no es el lugar adecuado.
Además, Goméz negó tajantemente que se trate de un desalojo, y vinculó tal apreciación a interpretaciones erróneas de los medios periodísticos. Aseveró que la decisión no responde para nada a un resquemor por parte de la Corte a raíz del supuesto enfrentamiento que tuvo con el consejo por cuestiones salariales.
Por su parte, fuentes consultadas de la magistratura explicaron que el edificio de la calle Libertad, en donde funcionan varias vocalías de consejeros, no esta en condiciones de albergar a los plenarios a raíz de que el espacio es muy limitado.
La mesa que existe en la pequeña sala de acuerdos tiene lugar para tan sólo 12 sillas, y los miembros del consejo son 20, sin contar asesores, y público en general.
La única vez que se realizó un Plenario, reveló, se tuvieron que traer mesas y sillas para poder completar el espacio, y agregó que las condiciones para trabajar entonces no fueron las mejores, ya que tampoco se cuenta con demasiado espacio.
El dato de color de la situación lo da la gran mesa que usaban los consejeros en el Palacio de Tribunales, que costó en su momento unos 70 mil dólares, se encuentra en un depósito a la espera de ver qué se hará con ella.
Los voceros, explicaron que ese mueble dado su tamaño es imposible instalarlo en el edificio de Libertad e ironizaron con que el “el asado con madera de caoba sale muy rico”.