Carrera de regularidad

Un estudiante de la Universidad Nacional de La Plata logró recibirse de abogado luego de haber cursado durante 20 años y ser aplazado en 82 oportunidades. El caso paradigmático impulsó que las autoridades de esa casa de estudios modifiquen el régimen de regularidad de los alumnos. A partir del presente ciclo lectivo, los alumnos deberán rendir y aprobar al menos cuatro materias cada dos años para poder seguir estudiando. (antes el sistema exigía al menos la aprobación de dos materias). Además, las autoridades han delimitado el número de aplazos que puede tener un estudiante: en caso de ser bochado en 34 oportunidades, automáticamente se quedará fuera de la carrera y no le será reconocida ninguna materia.

La noticia se conoció justo en un momento en el que se abrió un intenso debate, luego de que el presidente del Colegio de Abogados bonaerense, Jorge Alvarez, afirmara que los egresados de la Facultad de Derecho salen con un bajo nivel académico. También se discute por estos días una propuesta del titular de la Federación Argentina de Colegios de Abogados (FACA), Carlos Andreucci, que postula la implementación de un examen habilitante para que los abogados recién recibidos puedan ejercer la profesión.

Andreucci es partidario de crear un organismo mixto, integrado por las universidades, los Colegios, el Poder Judicial y el ministerio de Educación, que sería el encargado de cumplir con esa exigencia.

En la Universidad Católica, donde estudian unos 2000 alumnos, las condiciones son bien distintas. “El alumno pierde su regularidad cuando no concluye la carrera en 8 años”, advirtió el secretario académico de la facultad de Derecho, Gabriel Limodio. No obstante, Limodio recordó, en diálogo con este medio, que “un alumno no puede tener en un mismo turno de exámenes finales tres aplazados durante el primer y segundo año de la carrera”.

Sin embargo, los alumnos que no hayan cumplido esa condiciones y pierdan su regularidad puede presentar su caso ante el Consejo Directivo, quien evalúa las condiciones particulares de cada caso concreto. “La Facultad busca que el alumno tenga posibilidades para poder recibirse”, dijo Limodio. Consultado acerca del alumno de La Plata que pudo recibirse luego de una cursada por demás irregular, el decano de la UCA aseguró que “es bueno que existan normas, que los alumnos las conozcan pero también debe haber un resorte legal, que en nuestro caso pasa por al interpretación de los casos concretos por el Consejo Directivo”. Y mencionó el caso de un alumno que se quedó libre con 8.50 de promedio.

Para evitar inconvenientes con sus alumnos, la UCA cuenta con un sistema de tutores en los cursos, en total son 300, que se ocupan de los casos más “delicados”. “Si un alumno tiene varios aplazos, el tutor lo comunica a la Asesora Pedagógica, se lo cita y se busca que tenga un plan de estudios específicos”, manifestó el decano de la carrera de Derecho.

En la Facultad de Derceho de la Universidad de Buenos Aires, donde asisten unos 32 mil alumnos, la condiciones de regularidad son muy distintas. No hay un límite de aplazos y los alumnos deben aprobar una sola materia cada dos años para conservar la regularidad. “Cuando se justifican los motivos por los cuales el alumno se quedó libre, hay una reincorporación casi automática y en caso que el Consejo Directivo lo deniegue, hay una examen de nivelación”, advirtió Atilio Alterini. Además reconoció que un porcentaje cercano al 5% del alumnado de su facultad había perdido la regularidad pero ya la recuperaron.

No obstante, el decano de la Facultad de Derecho advirtió que la UBA “no tiene una política para detectar los casos de alumnos que tienen reiterados tropiezos, ver qué les pasa y acompañarlos en sus cursada”. “No todos lo alumnos están preparados para llevar adelante una carrera académica”, agregó, en directa alusión al traspaso del colegio secundario a la Universidad.

Respecto al caso del alumno de La Plata, Alterini reconoció es un caso “muy atípico” pero que “debe alertar a la Universidades a relevar la trayectoria de sus alumnos y a contar con un Gabinete para atender sus necesidades específicas”.

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