Entre los fundamentos que motivaron el pronunciamiento se destacó que la condena a muerte de menores por haber cometido ilícitos se debe calificar de inconstitucionalmente cruel.
Cabe recordar que en 1988 el tribunal prohibió ejecutar a quienes cometieron crímenes cuando eran menores de 15 años y en 2002 prohibió la ejecución de retrasados mentales, basándose en la Octava Enmienda de la Constitución, que se opone a los castigos crueles.
El juez Anthony Kennedy en su voto afirmó que la sociedad ve a los jóvenes como menos culpables que la media criminal a la vez que agregó que la mayoría de los estados no permiten la ejecución de asesinos juveniles y que la pena de muerte en esos estados se usa también de forma poco frecuente.
"La edad de 18 años es el punto donde la sociedad traza la línea para muchos fines entre la infancia y la adultez. Es, concluimos, la edad en la que debe descansar la línea de quiénes pueden ser ejecutados", añadió Kennedy.
Así este nuevo pronunciamiento beneficiará a los jóvenes de hasta 17 años, por lo cual la pena capital quedará exclusivamente reservada a aquellos que superen ese mínimo de edad.