Orígenes, historia, breves nociones.
La crminalística atravesó tres épocas:
1º) la época precientífica, comúnmente conocida como la de pesquisa de Vidocq,
quién desde un inicio criminal pasó a ser un investigador policial, precursor
de la criminalística y fundador de la "Sureté";
2º) la época del individualismo empírico, basada en meras experiencias individuales
y en el aprendizaje de los conocimientos que se iban perfeccionando solo a través
de dichas experiencias;
3º) la época científica, con la recepción de las más diversas fuentes de tipo
experimental, al tiempo que se desarrollaban los métodos de investigación técnica.
Puede afirmarse que la dactiloscopia fue uno de los primeros campos de investigación
criminalística. Según Tirigall, ya en los muros de Ur (Caldea) se comprobó la
existencia de impresiones digitales que datarían del 2000 A. C.
Sabemos también que en el primer siglo de la era cristiana un abogado romano
llamado Quintiliano fue defensor de un joven ciego acusado de haber matado a
su padre, en el lugar del hecho había huellas sanguinolentas de palmas de manos
sobre las paredes, que, según se creía, habían sido dejadas por el ciego después
del homicidio. El defensor trataba de demostrar que la verdadera homicida había
sido la madrastra del acusado y que aquella había hecho aquellas impresiones
en la pared para arrojar la sospecha sobre su hijastro ciego. Los lictores o
magistrados romanos deben haber estado muy cerca de descubrir las huellas palmares
como pruebas, pero no se intentó identificarlas.
Otros autores prefieren ubicar los primeros antecedentes en Oriente, donde los
tratos comerciales identificaban a las partes con las impresiones dactilares
sobre arcilla suave.
Robert Heindl, ha estudiado minuciosamente la historia de las huellas dactilares
en el Lejano Oriente y ha encontrado que se usaban comúnmente pera fines de
identificación durante la dinastía Tang (618 a 906 A. C.). Más tarde los chinos
inventaron una clasificación de huellas dactilares basadas en los bucles o presillas,
para identificar delincuentes. Este sistema chino fue descripto por el Dr. McCarthy
en una revista estadounidense en 1886 y de ella lo aprendió Galton, por eso
Heindl está convencido de que Galton derivó su sistema de clasificación del
Chino. El sistema Galton-Henry que es el que más se usa, se dice, por tanto,
que se derivó de China.
Lo cierto es que Daniel Malpighi (1628-1694), en 1665 observó (recién inventado
el microscopio) y estudió los relieves y dibujos papilares de los dedos y de
las palmas de las manos.
Juan Evangelista Pur Kinje (1832) completa estos estudios y en una tesis doctoral
describe nueve formaciones distintas en las terminaciones digitales. Algunos
pensadores lo consideran como el autor de la primera clasificación de las huella
dactilares. Pero ni Malpighi, ni Pur Kinje pensaron en utilizar tales dibujos
para investigación.
Actualidad.
La identificación por medio de huellas dactilares, fue descubierta simultánea,
pero independientemente, por dos ingleses que vivían en Asia: Sir William J.
Herschel y el Dr. Hemry Faulds. Ambos negaron haber tenido conocimiento previo
del uso de las huellas dactilares en Asia para fines de identificación, pero
parece más que una mera coincidencia el que la dactiloscopia hubiera nacido
en Asia, el continente clásico de las huellas dactilares.
En una odiosa, pero positiva comparación de los trabajos de Herschel y de Fauld,
deberemos considerar a Herschel como el precursor de la moderna dactiloscopia.
Las ideas de estos dos precursores fueron estudiados y tomados por Francis Galton
(1822-1911), que dio a la dactiloscopia una base científica. Ideó el sistema
de clasificación Galton-Henry, al que dio el toque final Sir Edward Richard
Henry, quien había estudiado con Herschel en la India. El sistema fue introducido
primero en la India, y más tarde, en 1901, fue adoptado por Scotland Yard.
Un contemporáneo de Galton, el argentino Juan Vucetich, también ideo un sistema
de clasificación de huellas dactilares. En 1898 introdujo en Argentina un sistema
similar al original de Galton. más tarde aceptó la subclasificación de Galton,
siguiendo el trazo de las líneas y la manera de contarlas. El sistema de Vucetich
se ha generalizado mucho, especialmente en los países iberoamericanos, y se
utiliza en su forma original o modificada en toda la América del Sur; en Lyon,
Francia; en Ginebra, Suiza; en Oslo, Noruega, y en otros lugares.
Tejido epidérmico.
La mayor parte del cuerpo humano está cubierto de pelo y vello en su mayoría
muy rudimentario, pues sólo se encuentra bien desarrollado en pocas partes del
cuerpo, y en algunas completamente carecen de él, por ejemplo, la palma de la
mano, incluyendo los dedos, así como las plantas de los pies, en estas partes
encontramos líneas o rayas de fricción, o contacto que forman diferentes figuras.
Tales líneas de fricción, más o menos desarrolladas, se encontrarán en las correspondientes
partes del cuerpo de todos los mamíferos.
La piel se compone de dos capas principales, la epidermis y la dermis, en las
partes superiores de la dermis están las llamadas papilas dérmicas (la capa
superior se denomina papilar, porque presenta una gran cantidad de salientes
o prominencias, las papilas, que están en los surcos interpapilares en un número
de 36 por milímetro cuadrado). La dermis puede alcanzar 3 mm. de espesor y está
formada por tejidos conjuntivos, fibras elásticas, fibras musculares y tejidos
fibrosos, que corresponden a la parte más profunda y gruesa. Encontramos vasos
sanguíneos, que son capilares formados por las llamadas papilas vasculares.
Los nervios sensitorios terminan en los surcos entre las líneas (estas terminaciones
nerviosas están ubicadas por debajo de la capa de Malpighi, a través de ellos
penetran los "corpúsculos táctiles"). Encontramos también, células grasas, que
son un tejido adiposo con forma esferoidal, cada esfera contiene una gruesa
gota de grasa que la llena casi por completo. Si se examina con una lente de
aumento se encuentra que en cada una de las líneas hay una hilera de poros,
que son las glándulas sudoríferas, equidistantes entre sí, emana constantemente
de ellas una secreción que contiene 98,5 a 99,5% de agua y de 0,5 a 1,5 de materia
sólida (una tercera parte de materia inorgánica, principalmente sal; dos terceras
partes de materia orgánica, en su mayoría urea, ácido fórmico, ácido acético,
ácido graso y a veces una pequñísima cantidad de albúmina -0,045% de las dos
terceras partes-). Un poro sudorífico con la parte de la línea de fricción que
lo rodea se llama un "islote". Se cree fundadamente que las líneas de fricción
están formadas por la fusión de tales islotes. Por lo tanto, el número de poros
sudoríficos representa el número de islotes que se funden en una línea.
Las crestas papilares pueden simples o compuestas, según su desarrollo, las
separan los surcos interpapilares, que forman un conjunto de hileras informes
y desviadas que siguen iguales o diferentes direcciones y forman en la superficie
epidérmica una serie de relieves y surcos cutáneos de variedad infinita estos
relieves miden de dos a cinco décimas de milímetro de ancho y se encuentran
solo en la cara palmar de nuestras manos, cara plantar de nuestros pies y se
extienden, en ambos casos, hasta el extremo de los dedos. Las crestas están
dispuestas en líneas rectas o quebradas, que se cortan o se unen formando bifurcaciones
que finalizan en similar forma o se cierran a pequeñas distancias, continúan
en una sola línea o aparecen trozos aislados, etc. Tienen longitudes y ubicaciones
muy distintas, las cuales producen el verdadero factor de diferencia individual.
Más adelante se verá en detalle.
Desde el punto de vista de la identificación, las líneas de fricción o de contacto
se dividen en tres grupos: "huellas dactilares" que son las figuras impresas
en las yemas de los dedos, "huellas palmares" que son las impresiones de las
palmas de las manos; y "huellas de plantas" que son las impresiones de las plantas
de los pies.
De las mencionadas las "huellas dactilares son las más importantes, por lo intrincadas
y complicadas en comparación con las otras; además son las que normalmente se
encuentran en el lugar del hecho, lo cual aumenta su importancia.
Expectativas del trabajo.
A muchas indagaciones puede prestarse y de hecho se presta la recolección y
el estudio de las impresiones digitales:
-Poseen un enorme valor para la identificación, no solo penal, sino civil, en
vida y en muerte.
- También es importante analizar:
- si varían de sexo a sexo, de población a población, de raza a raza;
- si varían según los grupos especiales de individuos (enajenados, criminales,
etc.);
- si son simétricos los dibujos de los dedos homónimos;
- si existe simpatía de algunos tipos de impresiones digitales por este o aquel
dedo o son indiferente los dibujos;
- si hay verdadera relación entre la complicación del dibujo de tal o cual dedo
y la mayor sensibilidad del dedo mismo y hasta su mayor capacidad motriz;
- En caso de las impresiones digitales circulares (bideltas) la relación entre
la longitud y la altura de la misma, multiplicando luego la relación por ciento,
e indicativa así de la forma que toma la huella, elipsoidal o circular, ¿cómo
se comporta en determinado grupo de individuos o bien de individuo a individuo?;
- si la frecuencia de uno u otro tipo digital varía acaso con la longitud y
la anchura de la mano, con el tipo morfológico constitucional del sujeto;
- si es frecuente la repetición del mismo tipo de impresiones en todos los diez
dedos y en que grupos de individuos;
- si podrán servir las huellas digitales que se presentan en el feto, para establecer
la edad aproximada de un niño nacido antes de término;
- en que condiciones las huellas digitales se conservan en cadáveres, en la
vejez;
- se heredan, no tanto las particularidades de una huella digital, como el tipo
de ella y con que frecuencia;
- en gemelos se repiten, sean biovulares o monovulares.
Todas estas preguntas están tan íntimamente ligadas entre sí que es difícil
tratarlas separadamente. Aún cuando no estemos en el caso de aventurarnos en
tal laberinto, nos permitimos algunas palabras acerca de ello, resumiendo, concluyendo
y sugiriendo brevemente.
La identificación papiloscópica.
-Concepto:
La papiloscopia se ocupa del estudio y clasificación de las dibujos papilares,
como medio de identificación de las personas.
Estos dibujos y relieves se ponen de manifiesto a través de la extremidad de
los dedos (dactiloscopia) y también por vía de las crestas papilares agrupadas
en la palma de las manos y en la planta de los pies; de allí la denominación
papiloscopia, comprensiva de la dactiloscopia (de "daktylos", dedos y "scopein",
examen o estudio)
-Basamento empírico:
El estudio de la papiloscopia demuestra que este sistema resulta absolutamente
confiable; ello en virtud de múltiples razones:
1º) Individualidad:
Cuando la dactiloscopia se uso por primera vez como medio de identificación,
los abogados defensores a veces objetaban su uso alegando la posibilidad de
que se pudieran encontrar impresiones idénticas; pero Galton, en su libro "Fingerprints",
demostró matemáticamente que no podía haber dos impresiones idénticas; sin embargo,
sus oponentes replicaron con la objeción de que sus cálculos eran puramente
teóricos, porque no se había examinado un número suficiente de impresiones digitales.
Actualmente, después de haberse tomado millones y millones de huellas dactilares,
se puede ofrecer una demostración convincente de que no existen dos impresiones
idénticas, pues éstas, como todos los objetos materiales, siguen la regla de
Quetelet: Todo lo que hace a la naturaleza muestra variaciones de formas ilimitadas
e infinitas, la naturaleza nunca reproduce exactamente sus obras. Un autor actual
estimó que la probabilidad sería de 1:64.000.000, con la salvedad de los gemelos
monocigóticos, cuyas huellas son iguales, aunque inversas.
2º) Perennidad:
¿Son hereditarias las huellas digitales? El interrogante está en contradicción
con uno de los principios fundamentales en los que se basa la dactiloscopia:
"la absoluta individualidad de las impresiones digitales".
Los estudios de Galton concluyeron que no son hereditarias o heredables. Después
da Galton, varios hombres de ciencia estudiaron el problema, por ejemplo, en
1892, los estudios de Forgeot hasta la tercera generación en diferentes familias,
donde había habido matrimonios consanguíneos demostraron que las impresiones
digitales no se heredaban. Senet examino hasta la quinta generación y llegó
a la misma conclusión. Cevidalli, encontró en 1908, que existía cierta tendencia
a heredarlas; pero después de Cevidalli, varios investigadores expresaron la
opinión de que tales impresiones no se heredaban.
Los antropólogos se han conformado con una mera similitud en el arreglo general
de los dibujos, derivando de ahí la conclusión de que la herencia influye; mientras
que los criminólogos, por el contrario, al estudiar este problema han buscado
una identidad absoluta, que nunca se ha encontrado.
La investigación de un gran número de casos, referida a si por medio de las
huellas se puede determinar la paternidad, resulto en la imposibilidad o improbabilidad
que la huella digital determine el postulado.
3º) Inmutabilidad:
Las figuras de las líneas papilares se forman desde el cuarto mes de edad intrauterina,
entre los 100 y 120 días del desarrollo del feto y duran hasta la muerte de
la persona, en la etapa de putrefacción del cadáver. La relación que existe
entre la huella del recién nacido y la del mismo individuo cuando es adulto,
es la misma que existe entre una fotografía y una ampliación de ella.
La mejor prueba de la inalterabilidad de las huellas dactilares, se encuentra
comparando las que se toman a la misma persona a diferentes edades. El antropólogo
Welker, en Alemania, a la edad de 34 años en 1856, registró una impresión de
la palma de sus propias manos y en 1897, a los 75 años de edad, hizo una impresión
similar. Hay identidad absoluta entre las dos impresiones. Herschel, bajo la
misma prueba, logró el mismo resultado. Todas las oficinas de identificación
confirman la misma historia.
4º) La regla de la inmutabilidad papilar sufre excepciones:
a- Trastornos hepáticos:
Algunas personas con tales trastornos presentan descamaciones o ampollitas acuosas
observables en la cara palmar de las manos, especialmente en la falange de los
dedos. sin embargo, los casos planteados fueron subsanados con tratamientos
de piedra pómez.
b- Paquidermitis:
Se caracteriza por una callosidad que se observa en la cara palmar de las manos
y plantas de los pies. En un caso presentado por la Policía Federal Argentina
no fue posible registrar los calcos papilares.
c- Mal de Meleda:
Se producen cavernosidades que afectan la cara palmar de las manos, pero según
Roberto Albarracín ello no impide la clasificación de los diseños. Se presenta
únicamente en el sexo femenino y en la Argentina es muy rara su aparición.
d- Mal de Hansen (lepra):
La lepra altera la impresiones digitales. Estudios llevados a cabo en nuestro
país demostraron que la lepra sólo tenía significación en materia papiloscópica
cuando los enfermos carecían de tratamiento, si esto ocurría los tejidos se
regeneraban. (Roberto Albarracín).
Descripción de los cuatro tipos fundamentales.
Arco (A):
Se produce cuando las crestas papilares siguen un paralelismo entre sí, a partir
del nacimiento en el pliegue intercefalángeo, y adoptan la forma de arcos extendidos
de uno a otro lado del dactilograma. La particularidad fundamental de este tipo
de crestas es que carecen de delta y núcleo. Los arcos tienen variantes que
pueden darse en la convexidad superior; pueden ser piramidales; seudeltos. También
se los denomina tipos dactiloscópicos adeltos.
Prescilla interna (I):
Se caracteriza por tener un asa central; la conformación déltica se sitúa a
la derecha del observador, y a la salida de aquella (asa), hacia el lado opuesto
de la conformación déltica. Esta característica de monodelta es también denominada
extrodelta.
Presilla externa (E):
Este tipo fundamental o sinistrodelta, es exactamente igual al anterior, pero
la dirección del asa central y la ubicación del delta son opuestas.
Verticilo (V):
En este tipo, las crestas papilares se agrupan en un centro, que puede tener
forma de espiral, sinuosa u oval y poseen una doble configuración deltica
Puntos característico de la impresión dactilar.
Se conocen especialmente siete puntos característicos, que son los siguientes:
Punto:
Mínima expresión de una cresta.
Islote:
Pequeño punto alargado, también pequeño trazo o línea aislado.
Horquilla:
De una cresta nacen dos nuevas crestas.
Bifurcación:
De una cresta principal nace otra, que se bifurca.
Encierro:
Unión de dos líneas determinadas formando un hojal, un óvalo o círculo.
Extremo de línea:
Una cresta que viene de uno de los extremos del dibujo y en el otro se corta.
Cortada:
Una cresta que se interrumpe o se corta en determinado sector del papilograma.
Topografía del dactilograma.
El dactilograma, al ser observado, presenta zonas bien definidas por las crestas
papilares.
Las más importantes son: La zona basilar, la marginal y la central.
La zona basilar es el sector inferior de la yema del dedo, que se extiende hasta
la faja blanca transversal que forma el pliegue de flexión entre la segunda
y tercera falanges.
La zona marginal corresponde al margen de la yema de los dedos; está constituida
por crestas largas y continuas que comienzan en un borde del dibujo y, paralelamente
a las crestas basilares, suben hasta el extremo libre del dactilograma, describen
curvas bastantes acentuadas de concavidad inferior y descienden por el borde
opuesto aproximándose a la otra extremidad de las líneas basilares, hasta perderse
en el final del dibujo.
La zona central se forma precisamente en el centro del dactilograma; es la más
variada por su extensión, por forma general del contorno, por la dirección de
sus crestas papilares y por las figuras que trazan estas en el centro. El conjunto
de estas características determina que ésta sea la zona más rica e importante;
sobre ella se han ideado todos los sistemas dactiloscópicos.
Anomalías dactiloscópicas.
Las malformaciones, pueden ser congénitas o adquiridas. Es posible mencionar
las siguientes:
Sindactilia:
Es la unión de dos dedos por una especie de membrana, al igual que los palmípedos.
No obstante la anomalía, los dedos conservan sus detalles papilares. En este
caso, la ficha dactilar debe ser tomada por duplicado: uno para el archivo común
y la otra para la anomalía.
Etrodactilia:
Esta irregularidad de origen congénito se produce cuando las manos tienen menos
dedos que los correspondientes.
Polidactilia:
A la inversa que la anterior, una mano tiene más dedos que lo normal (generalmente
seis). Puede aparecer en cualquiera de las dos manos y en los pies también,
Microdactilia:
Se produce en aquellas personas cuyos dedos no están normalmente desarrollados,
es decir que las impresiones digitales que se obtienen son minúsculas.
Macrodactilia:
A la inversa que la anterior, la persona tiene los dedos más desarrollados que
lo habitual; su impresión desborda el casillero asignado a cada uno de los dedos
de la ficha dactiloscópica.
Las huellas dactilares en el lugar del hecho.
Las huellas digitales que el delincuente deja en el lugar del hecho, se dividen,
clásicamente, en "visibles" y "latentes".
1- huellas dactilares visibles:
Son las que se perciben a simple vista en el soporte que las contiene, como
las que dejan los dedos sucios o ensangrentados al contactar con los objetos
de la habitación. Las huellas visibles raramente son claras, la materia colorantese
introduce en los surcos cuando el sujeto presiona en el soporte, y las crestas
papilares se desdibujan o borronean, resulta entonces muy difícil discernir
con certeza acerca de los puntos característicos. Estas huellas no necesitan
revelarse directamente se fotografían.
2- huellas digitales latentes:
La perspiración es constante y el contacto de los dedos con los objetos deposita
en ellos el sudor que emana de los orificios sudoríparos ubicados en las cúspides
de las crestas papilares, reproduciendo exactamente su dibujo. Agua, aceites,
aminoácidos y sales (sudor) se trasladan de la piel a la superficie contactante.
La hiperemotividad (nerviosismo del delincuente), que aumenta la sudoración,
y la adición de polvo o grasa provenientes de las armas, instrumentos de efracción,
etc., reproducen mejor el rastro dactilar (el tipo delincuente no es muy afecto
a andar limpio). Aún cuando "invisibles", pueden ser reveladas con técnicas
adecuadas y en ocasiones, pueden verse directamente a la luz rasante de una
linterna eléctrica.
Las huellas latentes conservan sus más ricos matices identificatorios si asientan
sobre soportes lisos no absorbentes, y a la inversa, cuando el objeto carece
de estas condiciones.
3) ¿como revelar una huella latente:?
Los reveladores actúan por mecanismo físico, adhiriéndose al material sudoríparo
excretado. Los hay gaseosos, como los vapores de yodo, líquidos, como el nitrato
de plata, o sólidos, que son utilizados cotidianamente. Son polvos finísimos,
con ellos se cubren las zonas donde se presume están los rastros; al quitar
el excedente "soplando" con una pera de goma, o pasando una pluma o pincel suave,
las partículas adheridas a la materia sudoral "revelan" la figura de la huella.
Un buen polvo debe tener suficiente adhesividad, para que se adhiera a las conformaciones
de las bordes. Asimismo, debe poseer las características humectantes necesarias
para evitar que los movimientos de la brocha o pincel dañen la impresión marcada.
También debe tener, su fórmula, agentes necesarios que mantengan claros los
espacios entre las crestas, de modo que no se formen características de identificación
falsas, como puntos, bifurcaciones, etc.
El color del polvo debe contrastar, por supuesto, con el color del soporte que
los contiene, detalle fundamental para que la reproducción fotográfica resulte
de real valor comparativo con las huellas del dactilograma del sospechoso. De
allí la infinita gama que pude utilizarse: negros, como el grafito, blancos,
como el licopodio, rojos, como el carmín, etc.; los dactilóscopos suelen utilizarlos
combinados para resaltar aún más los caracteres morfológicos de estos rastros.
Ejemplificativamente se mostrará un cuadro de relación entre soportes y clases
de reveladores.
Óxido (deslizante) | Metálico (pegajoso) | Magnético | |
Todos los productos de papel | X | - | X |
Madera | X | - | X |
Plástico (fórmica) | - | X | X |
Superficie no metálica pintada | X | - | X |
Superficie metálica pintada | X | - | - |
Vidrio | - | X | X |
Porcelana | - | X | X |
Vajillas | - | X | X |
Superficies enchapadas | - | X | - |
Las huellas encontradas en el lugar del hecho se estudian en el gabinete policial
y allí deben llevarse, pero hay que proteger la evidencia que se ha localizado
en el escenario del delito, cuando se cumplen también otras diligencias relacionadas
con el caso a investigar. Dos eventualidades habrán de tenerse en cuenta después:
transportar el objeto o transportar la huella, cuando aquel no pude ser movilizado
(puertas, paredes, muebles, etc.)
4) detección de huellas latentes mediante el uso del láser:
El procedimiento es limpio y relativamente fácil, no se requiere pretratamiento,
y por ende, no es susceptible de alterarar la huella. El láser se emplea para
hacer fluorescentes ciertas propiedades de la transpiración, aceites del cuerpo
y/o sustancias ajenas contenidas en la impresión digital latente. de tal manera
las impresiones en fluorescencia pueden ser fotografiadas, puede ser utilizado
en una enorme variedad de superficies. Existen aparatos que están conectados
a monitores que permiten ver las imágenes de las huellas, y pueden ser procesadas
por una P.C.
5) transporte de huellas.
La huella revelada, antes de hacer algún intento de levantarla debe fotografiarse,
debido a la fragilidad de su impresión digital. La cámara más conveniente es
la de lente fijo con fuente de luz integrada, es buena costumbre incluir en
la toma una referencia métrica.
Para levantar la huella se usa cinta plástica transparente de uso ordinario
y corriente, siempre que sea de un ancho adecuado (las más adecuadas son las
de celofán o polietileno, también las cintas congeladas) y se la adose uniformemente,
evitando plicaturas e interposición de burbujas de aire. Al retirarla, se transplanta
la huella previamente revelada, del soporte a la cinta, se fija ésta a un vidrio
y el conjunto se embala.
Debe recordarse que no todas las superficies permiten el levantamiento de una
huella latente revelada, ejemplo: el papel, de modo que para conservar la impresión
debe sellarse con plástico o cinta transparente. Si la huella fuera revelado
con metálico es conveniente sellarlla de adelante y de atrás, para evitar que
la humedad la oxide y se borre en determinado lapso. Si el papel es lustroso
o de bastante cuerpo no es necesario sellarla, pueden usarse lavantadores de
hule.
6) transporte de objetos que presentan huellas digitales:
Los recaudos relacionados con la protección, manipulación, embalaje y traslado
de estos objetos, son por todos conocidos. Resumiremos solamente los recaudos
esenciales que deben tomarse.
A- Para proteger la huella en el lugar del hecho basta señalizar su ubicación,
cuando actúa un equipo previamente entrenado, o aislarlas con ingenio, improvisando
un "micro ambiente" que las preserve de todo contacto; se cubren con cajas de
tamaño adecuado, o se confecciona una "tienda" con tela impermeabilizada, que
asegure una oquedad útil para el aislamiento.
B- Hay que manipular los objetos por aquellas partes donde el delincuente no
ha tocado, y en esto es necesario seguir los dictados de la lógica; los vidrios
se toman por los bordes, las botellas y los vasos, con un dedo en el interior
y otro en la base, las armas de fuego introduciendo un lápiz en el cañón, etc.
Hay instrumentos muy útiles (pinza de Kocher, pico de loro, etc.), que permiten
sujetar cómodamente los objetos y desplazarlos con fuerza; actuando en pequeñísima
superficie de prehensión. También se pueden levantar piezas de convicción ajustando
alambre maleable a las aristas, salientes y orificios. Estas ligaduras pueden
aprovecharse luego para el embalaje. Resulta un craso error "empaquetar" el
objeto, como suele observarse en las series televisivas cuando el detective
envuelve el revolver en su pañuelo y lo introduce forzadamente en el bolsillo
de la chaqueta.
C- En las cosas que han de transportarse el objetivo es evitar las fricciones,
sobre todo de las partes lisas o pulidas. El embalaje varía según las circunstancias,
pero en la mayoría de los casos se logra satisfactoriamente apelando al ingenio.
Jarrones, vasos, botellas, etc., se sujetan fabricando jaulas o armazones con
tablillas de madera, en las cuales topes y listones convenientementes colocados
inmovilizan el continente, de modo tal que las huellas queden al abrigo de contactos.
Los trozos de vidrio se acondicionan por los cantos entre tablas ranuradas,
los puñales, armas de fuego y otros instrumentos, se sujetan a tablas o cartones
gruesos con asas de alambre, etc.
7) examen de impresiones digitales:
Una vez que una impresión digital ha sido levantada y/o trasladada al departamento
de papiloscopia, está lista para ser identificada. Normalmente, debe buscarse
por comparación en los archivos de impresiones aisladas. En todos los casos
es imprescindible determinar en que mano y en que dedo se originó la impresión
encontrada.
Rara vez se encuentran impresiones aisladas, pues generalmente se hallan en
grupos, y las combinaciones mas comunes son las del dedo índice y el medio (cordial),
las del cordial, el anular y el meñique. una de las labores más difíciles en
los dactiloscopia es determinar de cual dedo de la mano procede una impresión
aislada. Esto implica imaginar como se toco el objeto, cual es la posición de
los dedos; deberá el investigador adquirir experiencia. Existen algunas reglas,
con pocas excepciones, en general dadas por las estadísticas. sin embargo, las
señales mas seguras son la posición de los dedos en relación con cada uno de
los otros y el tamaño de las impresiones.
en las impresiones aisladas es conveniente estudiar bien las huellas, verificar
tamaño (longitud y ancho), distancia entre el núcleo del dibujo y la punta del
dedo, inclinación de las líneas superiores, etc.
8) valor del dactilograma como prueba:
Realizado el examen de los dibujos, sus características y las posiciones de
una huella en relación a la otra, así como la comparación de deformaciones naturales
y accidentales, fotografiados y amplificados ambos juegos de dactilogramas,
podemos llegar a establecer la identidad de las huellas. La semejanza para sacar
una conclusión de identidad entre la impresión accidental (dubitada) y la tomada
en una oficina de identificación (indubitada) debe ser , en Argentina, de por
lo menos 15 puntos característicos y la impresión digital debe ser clara. Si
tiene menos de 7 u 8 puntos se podrá suponer la identidad con algún grado de
probabilidad en proporción al número y a la claridad de los puntos característicos.
Si se encuentran varias impresiones no claras de un mismo dedo, donde ciertos
detalles se pueden observar en unas, y otros, en otras; dichos detalles se pueden
sumar, en la medida que sean diferentes, y así lograr los 15 puntos característicos.
Obtención de dactilogramas en el cadáver.
Vencer la rigidez muscular movilizando la mano del cadáver bajo agua caliente,
entintar los dedos, e imprimirlos en la ficha dactiloscópica con el conocido
método de "la rodada", es técnica sencilla solamente en apariencia. Por lo general,
los resultados son deficientes cuando se recurre a improvisaciones. Las dificultades
son aún mayores, y se corre el riesgo de destruir la pieza pericial cuando se
carece de experiencia en la materia y se intenta inyectar parafina, u otra sustancia,
bajo la piel, con el objeto de darle turgencia a los dedos de los sumergidos,
o disecar la piel de los pulpejos del cadáver en descomposición, tratando de
adosarla a los propios dedos de quien realiza la maniobra (método del dedal),
para obtener así el dactilograma.
Explicaré esos métodos periciales peligrosos sucintamente:
En una persona recién muerta, los dedos están todavía flexibles y cada uno de
ellos se puede entintar separadamente con la ayuda de un pequeño rodillo de
caucho. En un pedazo de madera en forma de cuchara se coloca un pedazo de papel,
y e toma la impresión dándole vuelta lentamente a la cucharita. Si el puño esta
demasiado cerrado y rígido, se puede hacer una pequeña incisión en la base de
los dedos. También se puede vencer la contracción sumergiendo las manos en agua
caliente.
Para tomar huellas digitales de cadáveres que hayan estado poco tiempo en el
agua (y si la llamada "piel de lavandera" no es demasiado notable), se seca
el dedo con una toalla suave y se inyecta glicerina con una jeringuilla bajo
la piel de los dedos, con el fin de que se desarrugue la superficie, y en seguida
se toman las impresiones como explicamos antes.
Si el cadáver ha estado en el agua mayor tiempo y han desaparecido las líneas
papilares o de contacto (las que forman las figuras de las impresiones), se
separa la piel de las yemas de los dedos (un pedazo que corresponda a la parte
necesaria del dibujo para la clasificación). Este trozo de piel de cada dedo
se coloca en pequeños tubos de ensayo marcados que contengan solución de formaldehído,
los cuales se guardan en una cajita especial para este fin. si las líneas de
contacto están aún preservadas en la superficie exterior, la persona que tome
las huellas colocará el trozo de piel sobre su índice derecho, protegido con
un guante de caucho, y tomará las impresiones. en otras palabras, primero entintará
el dedo en la placa con un movimiento rotativo, y luego hará la impresión sobre
la forma de registro. Si las líneas papilares de la superficie exteriorizan
sido destruidas, como a menudo sucede, el trozo de piel deberá colocarse cuidadosamente
sobre una cartulina, con la superficie interior hacia afuera y fotografiarse.
como es sabido el dibujo papilar integro puede encontrarse en la superficie
interior, y permanece ahí hasta que la piel queda totalmente destruida. Deberá
fotografiarse con luz oblicua para obtener relieve.
En casos de cadáveres pútridos o quemados, se deberá usar la misma técnica antes
descripta, aplicándola según las circunstancias.
Existen otros métodos no destructores, el método de Emilio Steri reúne las condiciones
de ser sencillo y no destructor:
1- La técnica es aplicable tanto a cadáveres frescos, como a los que han permanecido
largo tiempo en el agua o se encuentran momificados.
2- Es necesario limpiar bien las pupilas digitales, lavando con agua dulce si
se tratara de ahogados, o cepillándolos con un pincel suave si pertenecen a
una mano momificada.
3- Se unta el pulpejo con aceite.
4- Con un pincel, se extiende sobre el dedo una ligera capa de pegamanto vinílico.
Sa trata de acetato de polivinilio en emulsión acuosa.
5- Se procede a secar el pegamento hasta que se haga transparente. (lámpara,
secador de cabello, etc.).
6- Se despegan los bordes de la película de pegamento seco con un alfiler y
se la retira con pinzas; el aceite impide la adherencia de la película a la
piel y facilita la operación.
7- El fragmento de la película se depositará sobre una superficie negra en la
que aparecerán las crestas en sombra y los surcos en claro. Al haberse depositado
una mayor cantidad de pegamento, en los surcos, la transparencia será menor
que en las crestas, en las cuales, evidentemente, la capa es más delgada. Esta
película se aplanará seguidamente, luego se hará una impresión fotográfica y
se compara con la huella que aparezca en la ficha identificatoria de la policía,
la cual, naturalmente, deberá darse vuelta, porque la huella impresa en el pegamento
seco se nos presentará tal como la vemos al estudiarla directamente sobre el
dedo.
8- Las ventajas de tal técnica son importantes, porque permiten la obtención
de una huella neta, rica en detalles independientes de las marcas profundas
sobre la superficie de la pulpa, o de su rigidez.
La técnica es aplicable a cualquier tipo de cadáver, y los resultados son, en
mucho, superiores a cualquier otra.
En casos extremos de putrefacción, quemaduras, o mutilación intencional del
cadáver, está prohibido obrar sobre las manos; hay que amputarlas y remitirlas
en forma adecuada al gabinete de necropapiloscopia. Las precauciones elementales
que deben tomarse son las siguientes:
- impedir el desprendimiento de la epidermis, evitando fricciones innecesarias;
- en todos los casos, las manos se amputan a nivel de las líneas articulares
de las muñecas, utilizando instrumento de filo y no sierra;
- jamás se efectuaran amputaciones parciales, interfalángicas, o de los dedos
por separado;
- las manos se envasan en frascos hermético de boca ancha, para evitar introducciones
forzadas, y debidamente rotulados;
- no debe agregarse líquido alguno;
- debe adjuntarse copia del protocolo de autopsia, sexo y edad aparente de la
víctima, cálculo de la data de la muerte, y características especiales del sitio
donde se encontró el cuerpo.
Sistema de archivos papiloscópicos.
Existe una gran variedad de tipos de archivos relacionados con las impresiones
papiloscópicas, cada uno ideado de acuerdo a las necesidades y las aplicaciones
que se le dará al mismo.Estos pueden ser:
-Archivo decadactilar.
- Archivo fonético.
- Archivo especial.
- Archivo monodactilar.
- Archivo plantar.
Tomaremos para su descripción cuatro de ellos: el decadactilar, el monodactilar,
el palmar y el plantar.
Archivo decadactilar. Como su nombre lo indica, contiene en sus fichas las impresiones
de los diez dedos, y su concepción se basa en las permutas dactiloscópicas.
Tiene una clasificación primaria, que en nuestro país se basa en los cuatro
tipos fundamentales señalados por Juan Vucetich: el arco, la presilla interna,
la presilla externa y el verticillo. Existen además clasificaciones secundarias,
que varían según el tipo fundamental de que se trate. Si se trata de un arco,
la subclasificación se basa en la inclinación que tiene el eje del dibujo. Para
el caso de las presillas, se cuentan las crestas - a través de la línea imaginaria
de Galton - que parten de la cúspide del centro del dibujo, hasta el nacimiento
del delta o ángulo. Si se trata de un verticillo, la subclasificación se logra
por el dibujo que tiene en el centro cada figura.
Archivo monodactilar . Está organizado en forma diferente al anterior, pues
se basa en la clasificación de cada dedo en forma individual.
La razón de esta diferencia está dada por el hecho de que el mismo se utiliza
en el cotejo pericial para la oficina de huellas y rastros, y se lo alimenta
exclusivamente con los datos de los delincuentes que tienen antecedentes en
los delitos contra la propiedad, debido a que es muy difícil que se encuentre
más de una impresión digital en el lugar del hecho; hay oportunidades en las
que ni siquiera se tiene un dactilograma completo.
La subclasificación se realiza por las características de los dibujos en el
centro, para lo cual se utiliza una lupa especial con un retículo que permite
tomar de cada huella la parte sustancial.
Archivo palmar. Como en el caso anterior, es el que se utiliza en la oficina
de huellas y rastros con delincuentes más conocidos y prontuariados en delitos
contra la propiedad.
La clasificación se realiza en base a tres principios fundamentales, y está
dividida en dos zonas: la tenar y la hipotenar.
Archivo plantar. En realidad, este archivo no se lleva usualmente en las organizaciones
técnicas policiales; pero en los casos de surgir alguna huella de características
aptas para el cotejo comparativo, se podrá tomar fichas a las personas que aparezcan
como sospechosas, a fin de realizar la compulsa respectiva.
Poroscopía.
Los poros sudoríferos, que en muchas impresiones digitales aparecen como filas
de puntitos blancos en las líneas de contacto, pueden utilizarse también en
las identificaciones, especialmente cuando se encuentran impresiones fragmentarias
donde el número de detalles característicos no es suficiente. este tipo de identificaciones
fue descubierta por Locard. Los poros son absolutamente individuales, en cada
ser humano y en cada dedo, no cambian durante la vida, y si la piel se lesiona
de alguna manera, reaparecen en idéntica forma después que la piel haya sanado
por completo.
Los poros tienen una propiedad importante, a diferencia de las alteraciones
que ocurren en los detalles del dibujo de los dedos, no están sujetos a cambios
por la presión ejercida.
Las impresiones deben tomarse con material especial, Heindl aconseja hacer rodar
el dedo limpio contra una placa de vidrio y revelar la impresión con vapores
de yodo.
Posibles relaciones entre los dibujos digitales, la degeneración y la criminalidad.
Alfredo Nicéforo (1954).
1) Jerarquía de las impresiones digitales.
En varias ocasiones se ha presentado en el ánimo de los estudiosos alguna idea
directriz que les orientase sobre el juicio que pudiera darse a la jerarquía
de los distintos tipos de impresiones digitales, tomada aquella palabra como
superioridad o no relativa. Pero también es cierto que todavía no se ha llegado
a un acuerdo satisfactorio sobre tales ideas directrices.
Podríamos decir, por ejemplo que cuanto más complicado es un dibujo digital,
tanto mayor es el grado de evolución y, por lo tanto, la superioridad somático-siquica
del grupo humano que posee aquellos caracteres. O bien, explorando las impresiones
digitales de los simios y de los presimios, veremos si en tales sujetos existen
tipos especiales de impresiones, concluyendo, en caso afirmativo, que aquellos
tipos que hayan de estimarse primarios o primitivos, revelan, pues, primitividad
si aparecen en el hombre.
El mismo razonamiento sería posible al examinar las impresiones de sujetos evidentemente
marcados con signos degenerativos, claramente correspondientes a seres anormales,
como epilépticos, enajenados y similares.
En posesión de estos datos, luego podrá verse si efectivamente en esta o en
aquella clase de criminales, se encuentran con mayor frecuencia (comparados
con los grupos "normales), los tipos de impresiones que, por una u otras de
las expresadas vías, parecían inferiores, en la relación de inferioridad somático-psíquica
indicada.
El Dr. Alix (1867-68) concluía afirmando que el mayor o menor desarrollo de
las líneas papilares está en relación directa con la dignidad antropológica
del grupo a que el sujeto pertenece, con la perfección de su mano y con el grado
de inteligencia. consiguientemente, recordando que las impresiones digitales,
cualesquiera que sean, pueden reconducirse a uno de los cuatro tipos llamados:
de arco, presilla interna (dextrodelta), prescilla externa (sinistrodelta) y
circular, cerrado o bidelto (las impresiones bideltas pueden subdividirse según
que sean en figura de espiral, concéntricas, en remolino y en forma de bulbo
de cebolla), entre cuyos cuatro tipos el más sencillo y esquemático es el llamado
arco, se ha querido ver una señal de primitividad en tal tipo de diseño. Tanto
más cuanto que una sencilla y especial forma de arco se halló, desde las primeras
indagaciones, en las impresiones digitales de los simios (impresión pitecoide),
sin excluir por ello otros tipos de impresiones.
Varias veces se ha querido ascender desde el tipo arco hasta las llamadas presillas,
por elección jerárquica, y más aún querer seguir ascendiendo hasta las más complicadas,
las bideltas o cerradas y por fin a las compuestas, es decir las que contienen
dos tipos juntos de las figuras indicadas.
Realmente no pude negarse que los puntos característicos de las impresiones
digitales son pocos en las impresiones en figura de arco, algunos en las presillas
(impresiones monodeltas) y muchos en las bideltas (A. Sabatini y F Lucifero,
1933).
En 1901 Sante de Sanctis, comparando las huellas de normales, frenasténicos
y sordomudos, no se contentaba con clasificarlas en las cuatro grandes categorías
de dibujos, sino que añadía mas clasificaciones, que iban de lo menos a lo más
complejo.
Tiempo después se clasificaron en primarias y evolutivas en una comparación
entre delincuentes y no delincuentes (A. Ascarelli, 1906).
Todavía más. Partiendo de la idea de una jerarquía de las impresiones, en relación
con el creciente grado de complicación del diseño digital, hubo en estudioso
que hablando de una evolución del diseño digital, evolución que desde la primitiva
linea de arco, se habría pasado a las impresiones en forma lazada, tanto radial
como cubital, pero de pocas líneas y aún a las de lazada ganchuda, de las cuales,
a su vez, se habrían formado, en un tercer grado de la escala, las lazadas cubital
y radial de muchas líneas, a su vez, derivaciones de este tipo de dibujo que
forman al cuarto peldaño de la escala, serían las impresiones bideltas de distinto
género. La huella en figura de bulbo de cebolla, está en tercer grado porque
su origen es el arco (G. Falco, 1917-18).
A. Cevidalli y G Benassi afirman que no es prudente encontrar correspondencia
entre el grado de complicación de la huella y la elevación intelectual o jerárquica
o como quiera que se la considere. No obstante comprobaron la mayor frecuencia
de los arcos en el material humano, tan inferior y anormal, examinado por ellos
(frenasténicos, epilépticos, dementes precoces e idiotas).
Otro criterio de análisis para juzgar el grado de inferioridad de las impresiones,
completamente distinto del anterior, es el de la asimetría entre los tipos de
impresiones de cada dedo de la mano izquierda en relación con los de la derecha.
Féré había observado que los casos de asimetría eran mucho más frecuentes en
los epilépticos que en el resto de la población. Hecho notable, "pues es sabido
que la asimetría es uno de los caracteres físico más frecuentes de los degenerados,
hasta el punto de que parezca que debe hallarse en los detalles más minúsculos
de su organización.
En su estudio en 140 criminales presos en Nisidia, G. d´Abundo, en 1894, encontró
simetría de los pulgares en la proporción de 44%, en los índices el 33%, en
los dedos medios el 14%, en los anulares 34% y en los meñiques el 14%. Según
F. Galton, la asimetría de los pulgares se halla en razón del 10% en los normales.
En cambio, V. Becariza halló en 1924-25 que la asimetría en las impresiones
de la mano derecha comparada con la izquierda es de 16,5 en los sanos.
Además de esto, la repetición del mismo tipo de dibujo en todos los dedos o
en los más de ellos, se añadiría como una nueva señal de inferioridad en el
sujeto o en el grupo de sujetos en que este rasgo se presenta.
2) dibujos digitales en los animales.
Los especialistas conocen a este propósito los citados estudios del Dr. Alix
sobre las impresiones de los monos y otros animales (1867-68); los de Klaatsch
(1887) que sostenía que las líneas papilares del hombre y de los monos derivan
de las que, en forma elementísima, se encuentran en algunas aves, especialmente
rapaces y trepadoras; los de o. Schlaginhaufen (1905) diseño "curvatus" en el
hombre y "tensus" en los monos; los de O. Miranda Pinto (1930) que se ocupó
particularmente de las huellas de chimpancé.
Es destacable en líneas generales la frecuencia del tipo en bulbo de cebolla
en las impresiones semiescas y la simplicidad del dibujo en las demás clases
de animales.
3) diseños digitales en varios pueblos y razas.
A. Kolmann, 1883, ha mostrado como se presenta en algunos pueblos de color,
cual los negros, el tipo en figura de bulbo de cebolla. R. Forgeot, 1891, después
de investigaciones fragmentarias en poblaciones de color muy variadas, hallaron
con frecuencia el mismo tipo digital en los dedos, con dibujos circulares y
elípticos.
Se halló que la frecuencia de bideltas es mayor en los chinos y en japoneses
que en los europeos, basta consultar a este propósito el completo cuadro de
Tanemoto Furuhata. Las impresiones bideltas tomadas por este estudioso japonés
están indicadas como indicio de superioridad, respecto de las monodeltas y al
arco, estas impresiones (bideltas) son más frecuentes en los pueblos asiáticos.
Bideltas: Chinos, 50%; Italianos, 40%; Alemanes, 30%. Este autor, en sus cuadros
escribió, que la comparación entre los porcentajes de las impresiones en arco
en los diversos pueblos, no confirma mucho la idea de que en los pueblos de
color tal forma de impresión, sea más frecuente que en los pueblos blancos.
Arcos: Chinos, oscilan entre 1,50 y 3,50%; Italianos, 5%; Ingleses, 5%.
La verdad es que entre los negros pigmeos del África Central se han encontrado
proporciones altísimas de arcos: más del 15%, también en los negros de Jamaica
que dan un 11%, otros negros africanos bajan a 3 o 4%. Según otro sistema de
cálculo los pigmeos Africanos llegarían a obtener en arcos 82,87%, mientras
que los Italianos 12,9%, los Chinos 2,8%.
Falco, en un estudio sobre los negros del África, beréberes, árabes africanos
y toscanos concluyó que es mayor la frecuencia de los tipos primitivos de dibujos
en la raza negra y la de los tipos evolutivos en los árabes, beberisco e italianos.
Podría observarse que las comparaciones se hicieron sobre pueblos y no razas,
y que luego agrupar a los árabes, beberisco e italianos, opuestos a los negros,
no es sistema que deba aconsejarse. También este autor comparó hombres y mujeres
en sus diseños digitales, afirma que en las mujeres son más frecuentes los de
tipo primitivo, como los arcos y las lazadas cubitales de pocas líneas y en
los hombres son más frecuentes los tipos más evolucionados, como las lazadas
radiales y los dibujos bideltas. en las mujeres son más frecuentes que en los
hombres las figuras de tipos simétricos en los dedos homónimos (para el estudio
Falco utilizó 325 mujeres criminales y prostitutas).El Dr. Alix (1867-68) concluía
afirmando que el mayor o menor desarrollo de las líneas papilares está en relación
directa con la dignidad antropológica del grupo a que el sujeto pertenece, con
la perfección de su mano y con el grado de inteligencia. consiguientemente,
recordando que las impresiones digitales, cualesquiera que sean, pueden reconducirse
a uno de los cuatro tipos llamados: de arco, presilla interna (dextrodelta),
prescilla externa (sinistrodelta) y circular, cerrado o bidelto (las impresiones
bideltas pueden subdividirse según que sean en figura de espiral, concéntricas,
en remolino y en forma de bulbo de cebolla), entre cuyos cuatro tipos el más
sencillo y esquemático es el llamado arco, se ha querido ver una señal de primitividad
en tal tipo de diseño.
Tratando este asunto no podemos omitir los estudios del Dr. Collins en 1913,
relacionando la mayor frecuencia de impresiones bideltas de los chinos con el
cráneo redondo que estos poseen, y la mayor frecuencia de impresiones monodeltas
de los ingleses con el cráneo alargado de estos. Cierto es que los hindúes y
chinos tienen un tipo cefálico diferente, y en ambos pueblos abundan las impresiones
circulares, más que en los pueblos europeos.
"En líneas generales siempre quedarán dudas y desconfianzas en cuanto a la interpretación
que deba darse al hecho de la mayor frecuencia de los arcos en ciertas poblaciones.
Es cierto que se dan diferencias en las proporciones de los diversos tipos de
impresiones digitales entre las distintas poblaciones, según las estadísticas
enunciadas precedentemente, pero todavía no se ha dicho con seguridad cual tipo
de impresión sea más frecuente en las poblaciones primitivas. Ni tampoco se
ha dicho, ni mucho menos, que por un tipo de impresión pueda deducirse la población
o la raza".
Trabajo de campo.
Se tomaron huellas dactilares de no más de veinte personas con discapacidad
motora y mental, (Oligofrénicos con características Psicopatas y Psicóticos
y cromosómicos Down).
El postulado de trabajo es comprobar o no la conclusion enunciada anteriormente
por A. Cividalli, G. Benassi (que transcribo),
A. Cevidalli y G Benassi comprobaron la mayor frecuencia de los arcos en frenasténicos,
epilépticos, dementes precoces e idiotas.
Se procedió a tomar las huellas de las personas, y en una primera observación
encuentro que personas con discapacidades, con menor coeficiente intelectual,
de los casos, ninguno tenía arcos.
Las distintas huellas muestran que no hay arcos, en su mayoria se pueden agrupar
en presillas externas. Lamentablemente, la referencia para hacer un estudio
estadístico, no es ideal, le quita caracter científico, pero ¿no debería al
menos haber un arco?.
La resultante, limitada al alcance que se le quiera dar, en relación al método
de estudio, sería que los postulados de A. Cividalli, G. Benassi, no se cumplen,
no son reales.
Al margen de la conclusión antes enunciada, he observado ciertos detalles en
huellas de los Oligofrénicos Cromosómicos Down, esos detalles son pequeñas pliegues,
marcas. Estas marcas me llevaron a buscar material sobre este tipo de oligofrénia.
El síndrome fué descripto por Langdon Down en 1866, actualmente sólo se dice
que un individuo tiene el síndrome de Down cuando tiene varias de las características
propias del síndrome y exceso de material cromosómico de la trisomía 21.
La característica que nos convoca son las huellas dactilares, los dedos son
más cortos, anchos y planos; el dedo meñique es más corto y tiene un solo pliegue
(le falta la falangina), en un sesenta por ciento de los casos es curvo y se
tuerce hacia los otros dedos (clinodactilia); el dedo pulgar es pequeño y de
implantación baja, tiene característica palmar y presentan pliegues. En el plano
papiloscópico la palma de las manos tienen un pliegue transversal (línea semiesca
o línea del corazón); los pies suelen ser anchos, y los dedos algo más cortos,
el tercer dedo es más grande que los demás, generalmente existe un espacio más
grande entre el dedo gordo y los otros dedos del pie. Estas características
se pueden observar en el recién nacido y persistiran por toda la vida. Hay pocos
casos donde se ven estos signos pero no esta presente la trisomía 21 en el estudio
cromosómico.
Conclusión.
"Luego de elaborar el presente trabajo llegó a la conclusión, que la
profundización de las técnicas invetigativas sobre los estudios papilares constituyen
aún en los albores del siglo XXI, uno de los objetivos de todos aquellos quienes
aspiramos a desarrollar y perfeccionar las técnicas investigativas. La dilucidación
de innumerable cantidad de delitos seguirá dependiendo de la profesionalización
de quienes son los responsables del trabajo de campo en esta ciencia".
Bibliografía recopilada.
1) Osvaldo H. Raffo. "La muerte violenta". Editorial Universidad. Buenos Aires.
1997. Impreso por los Talleres Graficos Edigraf S. A., en marzo de 1997.
2) Harry Söderman, D. Sc. y John J. O`Connell; actualizado por Charles O`Hara.
"Métodos modernos de investigación policíaca". Editorial Limusa. México. 1975.
1º Edición 1962.
3) Carlos A. Guzman. "Manual de criminalística". Ediciones La Rocca. Buenos
Aires. 1997. Impreso en Erre Eme S. A. en agosto de 1997.
4) Alfredo Nicéforo, traducido por el Dr. Constancio Bernaldo de Quirós. "Criminología,
Tomo II, El hombre delincuente. La "Facies" externa". Editorial José María Cajico
J. R. S. A. México. 1954.
5) Osvaldo N. Tieghi. "Tratado de criminalística". Editorial Universidad. 1989.
Buenos Aires. Impreso por Rodolfo Stang en octubre de 1989.
6) Raul Enrique Zajoczkowski. "Manual de criminalística". Ediciones Ciudad Argentina.
1998. Imprenta Faresa S. A. mayo de 1998.
7) Sylvia García Escamilla. "El niño con síndrome de Down". Editoral Diana Mexico
1993. Imprenta Talleres dde Alvear Editores e Impresores S.A. setiembre de 1993.
8) Cliff Cunningham, traducción y revisión Fundación Catalana Síndrome de Down.
"El síndrome de Down". Ediciones Paidos Iberoamérica S.A., Barcelona, España
1990. Impreso en Hurope S.A. mayo de 1990.