La Comisión que preside el justicialista Guillermo Jenefes, intentará consensuar un proyecto en común, luego de varias reuniones de asesores, para limitar y regular el “spam”, un flagelo que causa estragos a los cibernautas de todo el mundo.
De hecho se calcula que en la actualidad, aproximadamente 14.500 millones de mensajes "spam" son enviados cada día alrededor del mundo. Esa cifra representa más de la mitad de todo el tráfico de correo electrónico, cuando hace solo tres años representaba el 8%.
Para ello se pondrán a consideración de los integrantes de la Comisión tres iniciativas similares: la del senador Guinle, otra de la senadora Curletti, y una presentada por Raúl Jenefes junto a otros legisladores.
En esa última, por ejemplo, se intenta definir y estipular los contenidos de los
correos electrónicos comerciales, que serán aquellos que se transmiten con el fin de hacer publicidad, comercializar, ofrecer o demandar bienes o servicios; y al correo electrónico comercial no solicitado o spam. Este último pasaría a estar definido como todo correo electrónico comercial dirigido a un receptor con quien el emisor no tiene una relación comercial o personal existente o transmitido sin que medie un pedido expreso del receptor o sin su previo y expreso consentimiento. Quienes
incumplan esas reglas deberán pagar multas de 3000 a 8000 mil pesos.
Pero también, ese proyecto intenta
equiparar al correo electrónico con la correspondencia epistolar, “a los efectos legales de resguardar su inviolabilidad”, y
determinar el uso de las casillas laborales. “Cuando la dirección de correo electrónico sea provista por el empleador para uso del empleado, se deberá notificar fehacientemente la política respecto del acceso y uso del correo electrónico en el lugar de trabajo”, reza el proyecto de Jenefes.
En cambio, la iniciativa de Guinle va más allá en este sentido al decir que “cuando una casilla de correo electrónico sea provista por el empleador al trabajador para su utilización, en el marco de una relación laboral, se entenderá que la titularidad de la misma y su contenido le pertenecen al empleador, a excepción de los mensajes, documentos, archivos o información remitida al trabajador o enviada por él a título personal”.
La recepción de correo electrónico comercial no solicitado genera una serie de inconvenientes para el receptor, quien no puede negarse a aceptar el mensaje y de ese modo incurre en gastos. Asimismo disminuye la utilidad del correo electrónico y genera el riesgo de que los correos electrónicos deseados, tanto comerciales como no comerciales, se pierdan, se pasen por alto o se eliminen en medio de un gran volumen demensajes no deseados, reduciendo así la confianza y utilidad del correo electrónico para el receptor.
Por último, la iniciativa parlamentaria estipula
las obligaciones de las empresas proveedores de Internet, que, entre otras cosas, deberán cancelar, de forma inmediata, el servicio prestado a todo cliente que envíe correo electrónico en infracción a la presente ley e impedir la transmisión de más de 500 correos electrónicos en un día o de 150 en una hora desde una misma dirección de correo electrónico.
dju / dju
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