El empleado trabajaba en la empresa Reiga S.C.P. Ingresó el 1 de julio de 1998 como oficial. Al firmar el contrato, de régimen permanente, debió firmar otro documento por el cual se retiraba de manera voluntaria de la empresa el 24 de diciembre de 2004.
Un día antes de esa fecha, la empresa le comunicó que al día siguiente no fuera más a trabajar. Como la empresa se negó a reincorporarlo, acudió a la Justicia.
Allí, el Juzgado en lo Social Nº 28 de Barcelona le dio la razón y declaró improcedente el despido. Ahora el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña confirma la sentencia por la cual debe ser indemnizado con 7.510 euros.
Tanto el Juzgado Social como el Tribunal Superior entendieron que se trato de un retiro voluntario irregular.
"La dimisión del trabajador para ser judicialmente admitida como voluntad unilateral de extinguir el vínculo contractual ha de ser clara, concreta, consciente, firme y determinante de tal propósito, de modo que no deje margen alguno de duda razonable de su alcance y trascendencia", explicó el Tribunal Superior en su sentencia.