Los fiscales Eamon Mullen, José Barbaccia y Alberto Nisman formularon la presentación ante el juez federal Juan José Galeano, a cargo de la investigación por el ataque, en la cual sostienen que Garré se habría “pronunciado públicamente” con relación al testigo de identidad reservada “C”, lo que constituiría una violación del secreto en las actuaciones.
El testigo de identidad reservada prestó declaración en dos oportunidades, la primera en Alemania, donde su identidad se encuentra amparada por las autoridades de ese pais, a raiz de la colaboración que brindó para el esclarecimiento del atentado terrorista al bar “Mikonos”, y con posterioridad en México, pais al que viajó para ampliar su testimonio.
El juez Galeano y quienes lo acompañaron en las dos oportunidades, entre ellos los fiscales, se comprometieron ante las autoridades alemanas a guardar reserva acerca de la identidad del testigo, pero al formarse la Secretaría Ejecutiva en el ámbito del Ministerio de Justicia, encargada de colaborar con la investigación judicial, esa información también fue compartida con ese organismo, en base a una promesa que habría contraido el viceministro de Justicia Melchor Cruchaga.
Los fiscales se refirieron en su denuncia a los dichos de Garré durante el transcurso del programa televisivo “punto.doc”, entre julio y agosto de este año, en el cual la funcionaria habría señalado el presunto nombre del testigo, considerado una pieza clave para avanzar en el esclarecimiento de la llamada conexión internacional autora del atentado a la mutual judía.
Según indicaron hoy a Diariojudicial.com voceros cercanos al expediente, esa difusión a la que debe sumarse otra publicada esta semana en un matutino con el contenido de las confesiones del iraní, significó el cierre definitivo del contacto con el testigo de quien se desconoce en los últimos meses su paradero, razón por la cual se dará curso a la investigación para establecer responsabilidades.
Ya el 21 de julio de este año, a las pocas horas de la emisión televisiva en la que se cuestiona a Nilda Garré, diariojudicial.com, en su columna In Voce, adelantó en primicia cuales iban a ser las consecuencias de la divulgación del nombre del testigo tan protegido. Dijimos entonces: "RABIOSO". Así se lo veía a Juan José Galeano en el ocaso de la semana que pasó, pero no precisamente por las duras críticas –se ha juramentado no salir a contestarlas- que recibió en el acto por el aniversario del atentado al edificio AMIA-DAIA . Es que tras comprobar que en diversos medios se daba a conocer la verdadera identidad del estratégico testigo “C”, el juez se dio cuenta que hasta corría peligro el trabajoso acuerdo que se había logrado con la justicia y el gobierno alemán, ya que una de las condiciones por las que se abría la información a la justicia argentina era la de mantener en absoluto secreto el nombre del iraní arrepentido. Seguramente en las próximas horas hará una presentación judicial para que otro juez investigue el origen de esta perniciosa filtración. El sigue confiando en sus colaboradores. Pero esa confianza parece no querer extenderla hacia los funcionarios/as de otros poderes que colaboran con la investigación y hacia donde el juez enfila parte de sus sospechas."
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