La sanción disciplinaria la aplicó el Consejo de la Magistratura. Fue porque al denunciar a un colega del fuero Barbarosch no se excusó de instruir el sumario cuando asumió la presidencia de la Cámara. También por el trato desconsiderado a funcionarios y por irregularidades en la designación de subrogancias.
El Consejo de la Magistratura le aplicó al juez de la Cámara del Crimen, Alfredo Barbarosch, la sanción disciplinaria de apercibimiento por no haberse excusado en la instrucción de un sumario denunciado por el mismo, haber mantenido paralizada durante meses la investigación, por maltrato a funcionarios y por irregularidades en la designación de subrogancias.
Barbarosch había denunciado a su colega de Sala Mariano Gonzáles Palazzo por una causa vinculada a una excarcelación. Pero Barbarosch continuó “al frente de la instrucción de esa causa al asumir la presidencia, en enero del año 2004, cuando era ostensible que debió haberse excusado, lo que recién hizo en noviembre del mismo año” denunció ante el Consejo el 9 de febrero de este año la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional.
La denuncia recayó en la Comisión de Disciplina del Consejo y fue instruida por el senador nacional Ricardo Gomez Diez.
El dictamen aprobado este jueves por el Consejo señala que Barbarosch “tuvo actuación relevante en la instrucción de la causa dictando medidas” y que las razones de decoro que planteó para excusarse, casi un año después, “no eran nuevas, ni posteriores a las intervenciones señaladas”.
La conducta del camarista “es el incumplimiento de un deber inexcusable del magistrado actuando como presidente del tribunal. Más aún, tratándose de un colega del tribunal, es mayor la exigencia de cuidado y atención que debió ponerse en el análisis de la causa, evitando a toda costa la sospecha de falta de objetividad que supone el hecho de ser denunciante e instructor sumariante” afirma el dictamen.
Otros motivos que configuraron la sanción son haber demorado la instrucción de la investigación, el maltrato dispensado a funcionarios de la Cámara y por conductas contradictorias a la hora de designar jueces subrogantes.
Sobre este último punto la secretaria de superintendencia, María Inés Somonte, narró que bajo la presidencia de Barbarosch la Cámara decidió en septiembre de 2004 que los magistrados que tuvieran cuestiones disciplinarias en trámite ante el Consejo de la Magistratura no podían subrogar.
Sin embargo, Barbarosch le instruyó a Somonte que excluyera de la subrogación a los jueces de instrucción Eliseo Otero y Luis Rodríguez a pesar que las denuncias que tenían ya habían sido desestimadas por el Consejo. Somonte también denunció “exclusiones antirreglamentarias” en otros tres casos.
La sanción de apercibimiento aplicada a Barbarosch es una de las cuatro que prevé el Reglamento de Disciplina; las otras son advertencia, multa de hasta el 30% del salario de juez de primera instancia o remoción.
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