Demandan a Ford por supuesta participación en la guerra sucia

Demandaron a la Ford Motor Company y a su filial en el país, Ford Argentina, acusándola de colaborar con el secuestro en el año 1976 de su comisión gremial interna. También pidieron a la justicia que ordene la captura del ex presidente de Ford Argentina y de otros ejecutivos. El ex delegado Pedro Troiani patrocinado por el abogado Tomás Ojea Quintana, dice haber sido secuestrado dentro de la planta Ford de General Pacheco y trasladado a un centro de detención clandestino. Asegura que las fotos que utilizaron los grupos de tareas para llevar a cabo los secuestros, les fueron facilitadas por la oficina de personal de la Ford. En total fueron 24 los empleados de la empresa secuestrados en 1976. Las presentaciones judiciales se hicieron en el juzgado civil nro. 35 a cargo de José Bournissen y en el juzgado federal 3 a cargo de Daniel Rafecas. En el 2004 el mismo abogado argentino, junto a su colega norteamericano Paul Hoffman –ex presidente de Anmistía Internacional– presentó una demanda similar en EEUU ante una Corte Federal de Los Angeles. La denuncia penal reclama se indague al ex presidente de Ford Argentina Nicolás Courard, de nacionalidad chilena; del ex gerente del grupo Pedro Müller de nacionalidad austríaca; del ex responsable de relaciones laborales Guillermo Galárraga; del ex director de la Escuela de Ingenieros –dependiente del Primer Cuerpo de Ejército- Antonio Molinari y del ex jefe de seguridad, Héctor Sibilla. En la causa civil los ex empleados buscarán "una reparación económica pero también una reparación de otra índole, como una disculpa pública por parte de la empresa y la instalación de un monolito dentro de la fábrica, en el lugar donde funcionaba el centro clandestino de detención" declaró el abogado de los ex delegados. Los denunciantes acusan a Ford de urdir un plan para deshacerse en forma violenta de la actividad gremial y reducir personal indiscriminadamente y sin costos. Además según ellos los militares utilizaban, además de los legajos de personal, camionetas F100 que eran aportadas por la misma empresa. Ford no es la única empresa privada acusada de haber estado vinculada con las desapariciones durante la dictadura militar. Durante los años 76 y 77, 18 trabajadores de la filial argentina de Mercedes Benz, que también integraban una comisión gremial, fueron secuestrados. De ellos solamente 3 sobrevivieron. Familiares de las víctimas denunciaron ante tribunales de Argentina, Estados Unidos y Alemania que la empresa fue cómplice del secuestro, tortura y desaparición de los sindicalistas. La Central de Trabajadores Argentinos también presentó una denuncia ante el juez español Baltasar Garzón, donde mostraron la connivencia entre empresas y militares en las tareas de represión. Se aportó una lista de 9000 trabajadores desaparecidos en aquella época, la mayoría pertenecientes a comisiones gremiales. Entre las empresas acusadas se encuentran Acindar, Hospital Posadas, Ingenio Ledesma, Astilleros Astarsa y Mestrina. El caso de Ford apareció en el informe “Nunca Mas” de la Conadep, donde dos miembros de la comisión directiva del ´76, Adolfo Sánchez y Juan Carlos Amoroso, figuran como desaparecidos.

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