La condena la dictó la Audiencia de Alicante que dio por acreditado que el acusado estaba “decidido a suicidarse”, a “acabar también con la vida de su propia hija” y a “incendiar la vivienda”, señala la sentencia que reprodujo el sitio español Terra. Una vecina alertó a los bomberos del incendio, quienes encontraron a padre e hija en la misma cama y habitación.
El hombre apiló distintos objetos como muebles y ropas en una habitación y en el comedor del inmueble en forma de barrera para “asegurar que su hija no pudiera salir cuando empezara el incendio”, señala la sentencia. Luego roció todo con una garrafa de plástico que contenía gasolina.
El tribunal afirmó que el hombre no espero a llevar a su hija al colegio para luego suicidarse, no comprobó que la menor se fuera del lugar ya que la había mandado a buscar cereales a la casa de su tía. El hombre afirmó que pensaba que su hija ya no estaba en el inmueble “porque oyó abrir la puerta y pensó que se había ido”.
Por otra parte, la Audiencia de Alicante señaló que cuando el hombre “dice que se da cuenta de que la niña está con él, ni siquiera hace acto alguno de salir, romper la ventana o abrirla”. Además, tampoco abrió las ventanas para que “saliera al menos el monóxido de carbono” o para “huir del fuego”.
Sobre el acusado, los jueces afirmaron que “era plenamente consciente de lo que estaba haciendo y asumiendo su resultado”, y que su situación personal “no le afectaba en su capacidad de control”.
La tenencia de la menor, al igual que el inmueble, eran de la madre que se había separado del ahora condenado.