Cornejo señaló que la acumulación se realiza "sin establecer ningún tipo de límite, motivo por el cual esa situación lleva a que la incorporación de nuevas vacantes puede producirse hasta que el plenario del cuerpo apruebe el concurso y las ternas que deben ser remitidas al Poder Ejecutivo de la Nación".
Por eso propuso que la acumulación se permita en "aquellas vacantes que se produzcan durante los seis (6) meses siguientes a la fecha en que se produjo la apertura del concurso" y que "las vacantes que se generen a partir del año siguiente deberán ser incorporadas en un nuevo concurso".
El artículo 6 del Reglamento establece que “de producirse nuevas vacantes de la misma competencia territorial, de materia y grado durante el desarrollo del concurso, se acumularán automáticamente a aquél cuyo trámite se inicia, por aplicación del artículo 46, sin que sea necesario efectuar nuevas convocatorias”.
"Esta ausencia de limitaciones nos ha lleva a constatar, conforme surge palmariamente de la realidad, cada vez en que esta acumulación se produjo, surgieron múltiples conflictos, tal como acaeció en las pruebas donde debían proveerse a las vacantes de veintiún y un juzgados del fuero Civil de la Capital", afirma Cornejo en la nota que este lunes le envió al presidente de la Comisión de Selección del Consejo, Eduardo Orio.
El magistrado hace referencia a un concurso para cubrir 21 cargos en la Justicia de Civil de primera instancia que recibió impugnaciones por lo que dos candidatas fueron excluídas del concurso. Ese concurso comenzó siendo para cubrir menos de 6 cargos y las vacantes que se fueron produciendo se acumularon en el concurso que terminó siendo para 21 lugares.
"Por otra parte, el criterio acumulativo conspira de forma muy prolongada con las posibilidades reales de quienes se postulan a cubrir cargos en la magistratura, no sólo porque por fruto del albur quedan sometidos a un tribunal diferente al que realmente querían presentarse, sino también porque en un solo examen queda sellada su suerte, sin por acceder a nuevas evaluaciones", agrega Cornejo.
El magistrado reconoce que en ese aspecto el reglamento tiene “razones de celeridad y economía que inspiraron la actual redacción" pero entiende que "puede llegarse a situaciones injustas, cuya solución se torna más compleja”.