Krisovich destacó que Código de Ética judicial guaraní está siendo tomado como uno de los modelos para el Código de Ética Judicial de Iberoamérica, de conformidad con lo decidido en la Cumbre Iberoamericana de Cortes Supremas reunida en Santo Domingo en el mes de junio.
El miedo de los abogados es que el Código se convierta en una traba más para el ejercicio de la abogacía. Específicamente no están de acuerdo con el artículo que prohíbe a los magistrados tener una audiencia privada en su despacho con una de las partes o a sus representantes, sin la presencia de la parte contraria.
Alegan que esta limitación es ilegal, arbitraria e incongruente, ya que el propio Código de Organización Judicial establece que los jueces deben dar audiencia todos los días hábiles.
El Código creó el Consejo Consultivo y el Tribunal Ético. Cada uno tiene cinco miembros que duran 3 años en el cargo. Cada uno de los organismos está integrado por tres ex magistrados, un abogado y un docente universitario que pertenezca a la cátedra de Ética.
El miércoles pasado el Máximo Tribunal paraguayo nombró a los integrantes del Tribunal Ético y el Consejo Consultivo, quienes tendrán la tarea de aplicar el Código de Ética Judicial. Se trata de profesionales del derecho respetados, de reconocida trayectoria, que se desempeñan ad honorem. Cabe destacar que el Tribunal de Ética no puede destituir a los magistrados que violen el Código, ya que para ello está el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados.
El Código de Ética Judicial fue aprobado en octubre de 2005 y desde entonces cerca de 600 magistrados han suspendido su afiliación a partidos políticos.