In Voce

¡DÓNDE ESTA EL JUEZ! Así se llenaban la boca varios movileros y opinólogos que estaban cubriendo los vergonzosos sucesos de San Vicente donde sindicalistas de facciones enfrentadas se agarraron a los tiros y a los piedrazos. La frase muestra lo obvio al rojo vivo. La Justicia está siendo responsbalizada en forma creciente de todos los males que nos aquejan. En vez de pedir por la policía, por las autoridades provinciales o partidarias, los medios pedían por el juez y la fiscal. Sin tener en cuenta que el espacio de lo judicial es normalmente el reino de la leche derramada. El lugar donde se intenta reparar (castigar, indemnizar, encarcelar) cuando el daño ya está hecho. Una especie de poder forense que más que prevenir, intenta curar. Desde Lázaro hasta la fecha, se sabe que es difícil resucitar muertos, así que cuando las papas queman, muchas veces es demasiado poco lo que los jueces pueden hacer. Lo cierto es que desde hace unos años, los jueces están ligando protagónicos en los temas periodísticos más resonantes. Quienes miran solamente la superficie, pueden pensar que la Justicia es la corporación que más poder está acumulando. En cierta manera esto es verdad, todo pasa por ella. Hoy en día parece que no hay noticia periodística que no tenga componente judicial. Sin embargo, el peso que genera esta situación de extremo protagonismo y responsabilidad, está desembocando en renuncias, presiones y juicios políticos. Como muestra hay varios botones, casi una mercería entera. Desde la juez Inés Siro que intentó frenar el aborto de una chica discapacitada y quedó como Moctezuma tironeada entre la iglesia y la izquierda, hasta el juez Raúl Calvente que por darle bola al amparo planteado por Di Zeo y otros barrabravas xeneixes, seguramente se va a comer un flor de juicio político motorizado por las autoridades bonaerenses. Así en vez de que se multipliquen los Bruzzones (jueces que dicen lo que piensan y hacen lo que dicen), se fomenta la generación de jueces disciplinados, que miran al diario o al poder político antes de fallar. Metidos en el lavarropas mientras centrifuga, los jueces están más mareados que borracho en la montaña rusa. Apoyando el argumento y por eso de las leyes de la física, este año hubo record de renuncias como nunca antes. Corporativamente no logran articular un discurso unificado (y eso que los acusan de pertenecer a la famosa “familia judicial”) y para peor, la relación con los medios (ojos, boca y oídos de la sociedad) no es de lo mejor. En marzo de este año durante la Conferencia Nacional de Jueces celebrada en Santa Fe, los magistrados se propusieron explícitamente mejorar la relación con la prensa. Eso sí, iniciaron con una metida de pata, dejando fuera de las deliberaciones a los mismos periodistas, que vía Adrián Ventura se encargaron de poner el grito en el cielo. A siete meses del evento no se vieron diferencias sustanciales en las relaciones con la prensa y en muchos casos los magistrados la siguen ligando como para que tengan. Hasta en el tema de derechos humanos les endilgaron responsabilidades. Hace unas pocas semanas el presidente Kirchner los llamó a ponerse las pilas y trabajar más, para llevar al banquillo a los cientos de represores que aún están sueltos. Lo que nadie dice es que el discurso tiene que ir acompañado de plata para poder hacerlo efectivo. No sólo son cientos las causas, sino que además deberán investigar hechos de hace treinta años. Obviamente se necesita más gente y más medios materiales. El vigor discursivo debería tener un correlato en el vigor presupuestario. Sin embargo, ante el pedido judicial a las autoridades políticas, no se logró ni siquiera una mísera audiencia con el encargado de la caja para empezar a plantear las necesidades. Mientras tanto, según La Nación, Moyano, el camionero mimado, recibió 863 millones de pesos a cambio de su fidelidad. Las prioridades saltan a la vista. Como todo tiene que ver con todo, se supo que recientemente se “bajaron” 12 contratos judiciales que habían engrosado el personal que trabajaba en la otrora famosa causa IBM- Banco Nación. Pero ¿a quién le importa?

LOS JUECES TIENEN LA PALABRA En los próximos días, el gobernador Felipe Solá acudirá ante la Justicia para ver si habilita a presentarse en las elecciones de 2007. Finalmente, el grupo que asesora al gobernador bonaerense decidió ir ante la Junta Electoral y no ante la Corte Suprema como estaba previsto. El cambio de rumbo a último momento dejó muchas preguntas. En la Corte no se habla mucho del tema pero admiten que se dieron “sutiles señales”, en el sentido de que la presentación, desde el punto de vista jurídico, tenía poco futuro. Quedan muchas preguntas dando vuelta, no obstante. Aunque la Corte no va a tener que tratar el tema, por el momento, podría hacerlo más adelante, ante una eventual apelación, aunque no hay antecedentes de ello, el presidente del máximo tribunal no pudo “zafar” del tema. Sucede que Francisco Héctor Roncoroni, por su cargo, es el titular de la Junta Electoral. Los otros cuatro integrantes son Eduardo Benjamín Grinberg, presidente del tribunal de cuentas, y los camaristas Ana María Bourimbord, Enrique Edgardo Bissio y Eduardo Raúl Delbés. Los dos primeros integran de la Cámara en lo Civil y Comercial de La Plata. Y el tercero es juez de la Cámara de Garantías en lo Penal. Lo que pocos saben es que hace pocos días hubo una presentación por parte de los integrantes de la Cámara en lo Contencioso Administrativo, quienes reclamaron el lugar que les correspondería en la Junta Electoral. En los próximos días, se debería estar resolviendo esta situación. No se sabe si alguno de sus integrantes podrá acceder a la Junta, y si lo hacen, tampoco se conoce quién dejará su lugar. Lo cierto es que hoy, la Cámara en lo Civil y Comercial tiene dos vacantes. Algunas fuentes consultadas vinculan esta “movida” con el pasado peronista de esos tres jueces (los tres están en la Justicia desde la época de Eduardo Duhalde). La salida de uno de ellos, creen, cambiaría el panorama de fuerzas dentro de la Junta. Así las cosas, este no es el único contacto de la administración Solá vinculado con lo judicial. La pulseada con Di Zeo por la entrada para ver el partido Boca-Rácing, el tema de las cárceles y la batahola sindical de San Vicente, también judicializan forzosamente el futuro de Solá al frente de la mayor provincia argentina.

alejandro s. williams / dju