El proyecto establece que las parejas que llevan una convivencia de entre tres y nueves años, y sean ambos mayores de edad, podrán compartir derechos de salud, asistencia social, de pensión en caso de fallecimiento de alguna de las partes, etc. La iniciativa no limita a su aplicación a personas de distinto sexo, sino que permite la unión de gays y lesbianas.
“Derechos y Deberes de las Parejas Convivientes”, es el nombre del proyecto que aprobó el Consejo de Ministros del Gobierno italiano. Posteriormente la norma fue enviada al Congreso donde la espera una dura batalla. La oposición adelantó que está en contra de la iniciativa.
Inclusive en el mismo gobierno de Prodi hay voces en contra. Una de ellas es la del ministro de Justicia, Clemente Mastella, quien se mostró crítico al proyecto. Mastella no asistió a la reunión de ministros donde se aprobó la iniciativa y dijo que la única familia es el matrimonio.
La misma opinión tiene el Vaticano quien hizo fructuosas gestiones para que las uniones de hecho no se aprueben.
La unión de hecho que se propone es similar a la que rige en la ciudad de Buenos Aires. Pero legalmente no es un matrimonio. De hecho son poco los países del mundo que legislaron los matrimonios entre personas del mismo sexo. El primero de ellos fue Holanda y le siguieron Bélgica, España, Inglaterra y Canadá. Inclusive en algunos de ellos se acepta la adopción por parte de personas del mismo sexo.