La cuestión se suscitó en el marco de una acción judicial entablada por un trabajador que solicitó la condena solidaria e ilimitada del presidente de la empresa empleadora por no haber registrado la relación laboral.
Según surgió de las pruebas acompañadas al expediente, y de la situación de rebeldía de las demandadas, la relación laboral no había sido registrada por la sociedad La Carbonata S.R.L.
Igualmente, la juez de primera instancia sólo condenó a la sociedad y no a su presidente, Rodolfo Andino, lo que provocó que el actor interpusiera recurso de apelación. Invocando la teoría de la penetración del velo societario, el trabajador solicitó la extensión de manera solidaria e ilimitada de la condena a quien tuvo la decisión empresaria de no registrar su relación laboral.
De esta manera, el expediente caratulado ”Juarez Rafael Ismael c/La Carbonata S.R.L. y otro s/despido” ingresó a la Sala X de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, a cargo de los jueces Héctor Scotti y Miguel Maza.
Los camaristas coincidieron en que no era posible aplicar la doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sobre penetración del velo societario establecida en los precedentes ”Carballo, Atilano c/Kanmar SA (en liquidación) y otros” y “Palomeque, Aldo R. c/Benemeth SA y otro”.
En dichos antecedentes de la Corte, se había desestimado la extensión de la responsabilidad al presidente de la sociedad por diversas razones, entre las que figuraba ausencia de grave conducta que justifique dicha sanción legal.
La Justicia Laboral subrayó que en ambos casos la Corte no había asentado una doctrina que pudiese ser seguida por los jueces de las instancias anteriores, ya que no se había analizado el artículo 274 de la Ley 19.550, y que los fundamentos estaban basados en circunstancias especiales de cada uno de los casos en particular.
Remarcó que la falta de registración de la relación laboral mantenida por el recurrente significó un fraude a la ley que perjudicó de manera directa a, por lo menos, tres sectores de la sociedad: al trabajador al ser privado de los beneficios de las normas vigentes, al sector pasivo por no realizarse los aportes correspondientes, y al resto de los comerciantes cumplidores que se han visto en desventaja competitiva contra aquel que se beneficiaba de no cumplir con las cargas laborales.
Tal situación mereció, según consideraron los jueces, la aplicación de la doctrina del descorrimiento del velo, y por lo tanto la extensión de la condena de manera solidaria e ilimitada al presidente de la sociedad, quien fue el que tomó la decisión empresaria de infringir la ley laboral.