La decisión la tomó la Corte luego de las protestas de la semana pasada que culminaron con el paro nacional de 24 horas del día viernes y con el cierre del diálogo entre la Corte y la Unión de Empleados de la Justicia Nacional.
Bajo la firma de los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Carlos Fayt, Enrique Petracchi, Juan Maqueda, E. Raúl Zaffaroni y Carmen Argibay, aprobaron el otorgamiento de un contrato por noventa días a 252 meritorios que hasta el momento no percibían ni un centavo por su labor. El contrato mencionado tendrá validez retroactivamente, desde el 1º de junio.
A su vez indicaron que a partir del viernes se entregarán a los empleados judiciales las diferencias salariales que reclamaban conjuntamente con la lucha a favor de los meritorios y que también formó parte de la promesa realizada en la acordada 10/07.
Diariojudicial.com se comunicó telefónicamente con la Secretaria de Prensa de la Unión de Empleados de la Justicia Nacional, Laura Iparaguirre, y se le consultó sobre lo decidido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Iparaguirre se mostró conforme con la decisión de otorgarle a los meritorios su debida remuneración, la cual será equivalente a la que perciben los escribientes auxiliares.
Respecto de las diferencias salariales, la Secretaria de Prensa afirmó que el día miércoles Piumato se reunirá con Ricardo Lorenzetti, Presidente de la Corte, ya que lo que allí se reconoce no es lo que se había prometido en la acordada 10/2007.
Señaló que algunos de los trabajadores a quienes les corresponderían cobrar el retroactivo, no lo harán gracias a este error. Así también algunos que, en cambio, no les correspondería percibirlo, lo obtendrán. De esta manera, Iparaguirre aclaró que la Corte no liquidó las diferencias tal como estaban expresadas en el anexo que había sido aprobado por la Unión de Empleados.
De todos modos, la relación de la Corte Suprema de Justicia y la Unión de Empleados mejoraría luego de estas decisiones pues se retomaría el diálogo ante el eventual cumplimiento de las obligaciones laborales que habían sido pospuestas durante varias semanas sine die.