La aspiración máxima de las nuevas autoridades es contar con los fondos. Si eso no ocurre, la futura policía porteña ya está delineada, explica Burzaco. Tendría unos 3.000 efectivos y sólo entendería en temas controvencionales y de tránsito, las únicas competencias judiciales que hoy tiene la ciudad. “Vamos a tratar de implementar una nueva lógica con una fuerte apuesta a la mejora salarial y de capacitación, con inversión fuerte en tecnología, apuntar a tener una policía más proactiva que entienda la lógica del delito y salga a buscarlo”, planifica el diputado. En estos puntos intentaría diferenciarse de la Policía Federal, con la que de todos modos tendrá que convivir porque seguirá interviniendo en los delitos federales.
La semana pasada, el Congreso Nacional terminó de reformar la ley 24.588, conocida como “Cafiero” por el nombre del ex senador que la elaboró. Sin embargo, sólo derogó el artículo 7 que le prohibía a la Ciudad tener una fuerza de seguridad propia. Las reformas no avanzaron sobre la transferencia de fondos ni respecto a los tribunales que siguen en poder de la Nación, la Inspección General de Justicia o el Registro de la Propiedad Inmueble.
Para Burzaco, de 36 años y licenciado en Ciencias Políticas, la Policía y la Justicia no alcanzan para combatir la inseguridad. “Son condiciones necesarias pero no suficientes”, dice y agrega que “hay cuestiones estructurales que deben tratarse y que tienen que ver con aspectos de la desigualdad, la falta de oportunidades laborales para los jóvenes, la deserción escolar, el ingreso a las adicciones”.
También se diferencia de la división entre mano dura y blanda, lo que considera el “falso paradigma de la seguridad”, y prefiere hablar de una mano justa.
La reforma a la ley Cafiero le permite a la ciudad tener su propia fuerza de seguridad. ¿Pero el objetivo del PRO es el traspaso de la Policía Federal?
Sigue siendo el traspaso con recursos como dice la Constitución. Lo que se ha dado es un paso importante desde el punto de vista técnico pero no se ha avanzado en la transferencia de servicios ni de recursos que es lo que hace falta para tener una policía con plenas facultades. No puede haber traspaso sin recursos porque violaría la Constitución. Los argumentos que han esgrimido ni siquiera nos parecen válidos, el tema famoso de las provincias. La ciudad de Buenos Aires aporta 25 puntos de la coparticipación del Tesoro Nacional y recibe 1.4. Nosotros no estamos pidiendo que le saquen un peso a las provincias sino que nos devuelvan una parte que aportamos para hacernos cargos de esta responsabilidad.
Si no hay un acuerdo con el Gobierno Nacional para el traspaso de fondos, ¿van a crear una policía porteña?
La idea es crear una policía propia, más limitada en su jurisdicción y en cantidad de personal porque no tenemos la plata.
¿Qué características tendría la Policía de la ciudad?
Va a ser una policía acotada de contravenciones y de tránsito, que va a empezar con unos 3.000 efectivos. Es muy similar a lo que es la policía de Madrid o de Barcelona donde coexisten una fuerza centrada en los delitos complejos y otra que trata el tema de tránsito y contravenciones con jurisdicciones bien claras donde no se superpongan las funciones de cada una.
En el caso que se de la transferencia, ¿confían en la Policía Federal?
Yo confío que se puede trabajar con la Policía Federal y generar una nueva lógica de trabajo. De cualquier manera la Policía Federal va a seguir existiendo, va a tener jurisdicción sobre los delitos federales y creo que es una excelente oportunidad inclusive para fortalecer el aspecto federal de la policía que para mí se ha debilitado mucho. Hay muchos delitos complejos, como el narcotráfico, el contrabando, la trata de personas, que requieren tener, como los alemanes o el FBI, una fuerza federal más fuerte con presencia en todo el país. Lo que vamos a hacer acá es una policía de la ciudad que se va a nutrir de la Superintendencia Metropolitana y otras divisiones de la Federal pero vamos a tratar de implementar una nueva lógica con una fuerte apuesta a la mejora salarial y de capacitación, con inversión fuerte en tecnología, apuntar a tener una policía más proactiva que entienda la lógica del delito y salga a buscarlo.
Tanto en el caso de la transferencia o de una policía propia, ¿se pueden pensar en una fuerza sin una Justicia con todas sus competencias y un servicio penitenciario propio?
En la medida que no nos transfieran la policía no vamos a tener jurisdicción sobre la Justicia penal. Estamos tratando de avanzar en el esquema de transferencia de competencias del fuero correccional, lo que nos permitiría ampliar un poco el accionar concreto en un lugar donde los resultados son muy magros porque el fuero está totalmente sobrecargado. Hay un convenio firmado entre la Nación y la Ciudad, pero que todavía no ha sido votado en el Congreso, y estamos en que se avance en eso.
¿Y con los detenidos de la Policía de la Ciudad?
Hay una cárcel de contraventores. De cualquier manera, como no tenemos delitos, la cantidad de detenidos va a ser baja y por poco tiempo. Si bien las contravenciones prevén penas de prisión, son cortas y se dan ante la sumatoria de contravenciones o cuando es muy grave. El día que nos transfieran la policía vamos a necesitar un servicio penitenciario propio. Hoy ese no es el caso
¿La reunión que pidió Mauricio Macri con el presidente Néstor Kirchner es para avanzar en qué temas?
Para tratar de ver qué margen hay para avanzar con el traspaso pero también sobre los otros temas de la autonomía de la ciudad que tienen que ver con el transporte público, el puerto, la Justicia, que tampoco se ha avanzado. Han sido mucho los compromisos que en su momento tomó el Presidente y se ha avanzado poco y solamente en uno.
¿También reclaman para la Ciudad, la Inspección General de Justicia y el Registro de la Propiedad Inmueble?
Sí. El Registro seguro, como lo tienen todas las provincias. Y si tiene que haber una IGJ nacional, entonces pretendemos la posibilidad de tener un registro jurídico como también tienen las provincias.
¿Piensan en un nuevo Código Procesal?
Ya hay un Código Procesal Penal de la Ciudad, bastante acusatorio. Por supuesto que siempre son mejorables pero es un avance y un mecanismo para poder actuar en estos casos penales.
La inseguridad, ¿desde qué lugares se combate?
Yo siempre digo que la Policía y la Justicia son condiciones necesarias pero no suficientes. Hay cuestiones estructurales que deben tratarse y que tienen que ver con aspectos de la desigualdad, la falta de oportunidades laborales para los jóvenes, la deserción escolar, el ingreso a las adicciones. Cuando uno analiza este fenómeno se da cuenta que hay muchas variables que están en juego y lamentablemente muchas veces no se toman en cuenta. Son muchos los déficit que tiene el Estado en materia de seguridad que exceden al tema judicial y policial y deben ser tratados integralmente. En la medida que uno tiene una política integral puede darle respuestas más profundas a estas temáticas. Siempre digo que en políticas públicas hay un y, no un o. Lamentablemente en la Argentina el debate de la seguridad es aplicar la ley o tratar de tener un sociedad más igualitaria. Y en general son las dos cosas.
En 2004 escribió el libro Mano Justa. Una reflexión sobre la inseguridad pública y una propuesta para superar la crisis. ¿Esa mano está más cerca de la dura o de la blanda?
Le puse mano justa para diferenciarme del falso paradigma de la seguridad. La Argentina se ha movido en un falso paradigma entre el mal llamado garantismo, porque en realidad yo defiendo las garantías individuales, y los que pregonan la mano dura, la ilegalidad, meterle bala a los chorros como dijo alguna vez un gobernador de la provincia de Buenos Aires (NdA: Carlos Ruckauf), que tampoco es solución. Yo creo que hay una mano justa que es tener ideas razonables, instituciones modernas controlados por el poder político que puedan aplicar la ley, y que la Justicia también tenga que ver con los equilibrios sociales que si también se quiebran generan inseguridad.
¿Está confirmado quién va a ser el próximo ministro de Seguridad de la Ciudad?
No, no está confirmado. Yo soy el responsable de esa área hace años y seguramente voy a tener que ver con esa gestión. Mauricio (Macri) todavía no confirmó el gabinete.