En China se aplica la pena de muerte por delitos menores y en Irán se llevan a cabo ejecuciones por aplicación de la ley islámica, algunas son por delitos sexuales.
Países como Irán, Irak, China, Nigeria, Pakistán y Arabia Saudita consintieron que ciertas ejecuciones legales fueran públicas, permitiendo que sean presenciadas por miles de personas.
El país con mayor número de penas de muerte es China, que llegaría a una cifra de 8.000 ejecuciones al año. La tienen prevista para 68 delitos, que incluyen la bigamia, el robo de combustible, la evasión tributaria y el hacking.
El grupo de defensa de los derechos humanos, Amnistía Internacional (AI), estipula que en el 2006, fueron ejecutadas en ese país, unas 1.010 personas.
Esta cifra representa más del 60% de las ejecuciones que se llevan a cabo en el mundo.
Pekín está reformando gradualmente el uso de la pena de muerte. En el 2007, la Corte Suprema de ese país ordenó a los jueces que sean más moderados en sus sentencias.
También el Tribunal Popular Supremo recuperó, a instancias del Ejecutivo comunista, su capacidad para revisar las penas capitales que dictan los tribunales locales, lo que ha permitido una reducción en el número de condenas.
En vistas de brindar una muerte más humana, en China se decidió extender el uso de la inyección letal a los condenados a muerte. Este método, remplazará en forma progresiva el tiro en la nuca, aunque no se ha dado una fecha para su sustitución definitiva.
La inyección letal como método de ejecución en China se convirtió en una opción en 1997 tras una enmienda a la Ley de Procedimiento Criminal que ha tenido una buena recepción en la sociedad, especialmente entre los condenados a muerte y sus familiares.
El vicepresidente del Tribunal Popular Supremo, Jiang Xingchang, buscará que la inyección letal sea utilizada en todos los tribunales populares intermedios.
Sin embargo, explicó que su abolición, no podrá concederse a corto plazo, dado el arraigo en la creencia de la población del concepto de “ojo por ojo, diente por diente”.
Estados Unidos se presenta como la única democracia occidental que reconoce la pena capital en la mayoría de sus Estados. Recientemente, el Estado de Nueva Jersey, fue el primero en abolirla desde su restauración en 1976.
De los Estados que la aplican, son 37 los que utilizan la inyección letal como método para acabar con la vida de los reos.
Sin embargo, el pasado octubre, el Tribunal Supremo de Estados Unidos ordenó paralizar la ejecución con inyección letal de un preso condenado a muerte en el Estado de Mississippi.
La decisión, se tomó teniendo en cuenta las denuncias de que ese método equivaldría a un castigo "cruel e inusual", ya que se considera que si el condenado no recibe suficiente anestesia, sufre graves dolores sin poder quejarse.
En consecuencia de aquel planteo, en Estados Unidos se está analizando la constitucionalidad de este método.