“Todo este tipo de cambios no pueden escindirse de otras cuestiones paralelas como el dictado de una nueva ley Ministerio Público Fiscal y de la Defensa, una ley orgánica del Poder judicial, un nuevo mapa judicial, una ley de protección a la víctima y toda la parte de capacitación y edilicia. Hoy no hay nada de eso”, explica el fiscal de la Cámara Penal de Rosario Guillermo Camporini, quien participó en la reforma del Código Procesal Penal, por lo cual se implementaron los juicios orales, y en la elaboración de un proyecto para modificar la ley orgánica del Ministerio Público.
Para que los juicios orales entren en vigencia el Gobierno de Hermes Binner envió al Congreso provincial un proyecto de ley que contiene tres etapas para instaurar gradualmente el nuevo sistema.
“Se le dio una gran amplitud a la atención a la víctima y la protección de testigo que están muy bien tabuladas. Lo más importante en lo nuevo es que se va a un verdadero juicio de sistema acusatorio y adversarial. Vamos a ponernos en sintonía con lo que está pidiendo el ordenamiento internacional y la propia Corte Suprema de Justicia de la Nación: la doble instancia ordinaria garantizada para todos los ciudadanos que sean sometido a proceso penal”, explica Camporini algunos alcances del nuevo sistema.
Para el fiscal los juicios por homicidio, por ejemplo, se resolverán en cinco o seis meses cuando hoy todo el proceso escrito alcanza aproximadamente los dos años. “Con el nuevo sistema, es harto probable que la cantidad de causas que lleguen a juicio van a bajar considerablemente pero no me cabe duda que va a haber mucha más calidad en lo que se resuelva”, agrega.
Los juicios orales se estipularon para el 1 de junio, ¿a que se debió la demora en su implementación?
Todo este tipo de cambios no pueden escindirse de otras cuestiones paralelas como el dictado de una nueva ley Ministerio Público Fiscal y de la Defensa, una ley orgánica del Poder judicial, porque se crean y se cambian denominaciones de jueces, un nuevo mapa judicial, una ley de protección a la víctima y toda la parte de capacitación y edilicia. Hoy no hay nada de eso. Las nuevas autoridades provinciales enviaron un proyecto de ley a la Legislatura de la provincia para que sobre la base del nuevo Código de Procedimientos penales hacer una entrada en vigencia progresiva y gradual tendiente a que se pueda la inmediata remoción de las normas que tiñen de inconstitucional el actual sistema. El Ejecutivo dividió en tres etapas la puesta en vigencia del nuevo Código. Primera etapa: entraría en vigencia a los 120 días de aprobada la ley. Apunta al juicio oral que se incorpora en forma paulatina porque en la primera etapa pasa a ser obligatorio los casos donde el delito que se imputa es homicidio calificado o abuso sexual seguido de muerte o torturas seguida de muerte y el enriquecimiento lítico. El segundo punto es que entran en vigencia todo lo que hace a las garantías del imputado y a los derechos de las víctimas. En nuestro nuevo Código, así como se le brindan las mayores garantías al imputado, la victima pasa a tener un rol importante y se incorpora la figura del querellante. Además, se aplicará la disponibilidad de la acción por parte del fiscal con un principio de oportunidad reglada. Todos sabemos que en los sistemas penales de juicio oral se intenta que de cada 100 hechos a juicio propiamente dicho no lleguen más de cinco o seis casos y esto esta pasando en Estados Unidos y Chile. La segunda etapa está orientada a la construcción de las leyes institucionales y el programa de comunicación social y formación cívica porque a la gente hay que hacerle entender que el hecho que tengamos juicio oral y público no quiere decir que vamos a tener más condenas, más sentencias. Y la tercera etapa va a ser la plena vigencia de la ley que modificó el Código.
¿Cuánto dura hoy un juicio por escrito y cuánto prevén que durará uno oral?
En un hecho de homicidio entre instrucción, juicio de primera instancia y apelación anda rondando aproximadamente los dos años. Con los juicios orales, la idea es que no se supere los cinco o seis meses como máximo.
El cambio que se plantea es radical. ¿Están dadas las condiciones humanas y materiales para afrontarlo?
De ahí la gradualidad del sistema para entrar en vigencia. Esto implica no solo tener un Código y leyes nuevas, sino que tenemos que tener los nuevos fiscales, jueces, defensores, la oficina de gestión y de atención a la víctima y protección de testigos, un buen soporte informático, capacitar a la gente para los programas de resolución alternativa de conflictos. Por otra parte la capacitación implica el compromiso de la gente porque podemos tener un muy buen sistema pero si los operadores no se comprometen también se va a hacer difícil llevarlo adelante.
Cuando los fiscales y jueces se enfrentan a esta nueva forma de trabajo, ¿sienten que están capacitados para llevarlo a cabo o creen que necesitarán un tiempo de adaptación?
Días atrás con especialistas de Chile estuvimos haciendo la teatralización de un juicio oral en la que participamos fiscales, defensores y jueces y partimos de la base que nos cuesta. Uno está acostumbrado a que el juez ya conoce lo que se le va a llevar a juicio y con el nuevo sistema el magistrado lo único que sabe es a una persona se lo tiene que juzgar por la presunta comisión de un delito de homicidio, quienes son el fiscal y el defensor y a la sumo, si el fiscal se preocupó, sabe si tiene o no antecedentes. A partir de ahí no sabe a quien mataron y cómo, etc. En ese sentido es muy importante la capacitación, en la que está trabajando el Ministerio de Justicia, la Corte Suprema y la Procuración General.
¿Por qué Santa Fe tardó tanto en dejar de ser la única provincia con sistema penal escrito
Creo que en alguna medida somos culpables los operadores del sistema. Porque si analiza a nivel de estadísticas, Santa Fe, con su sistema arcaico, inquisitivo, es una de las provincias que tiene mejores números a nivel de que la cantidad de causas en las que se dictan sentencias es mucho más alta que en, por ejemplo, Córdoba o la provincia Buenos Aires. Eso se da porque el sistema escrito permite mucha delegación de Justicia. Pero eso lleva a que como las estadísticas son analizadas nada más que desde un punto de vista cuantitativo y no cualitativo, osea que lo que interesa es el número que se produce y no la calidad, lleva a que muchas veces a mayor complejidad de la causa más posibilidades de que termine en un sobreseimiento o prescripción. Con el nuevo sistema, es harto probable que la cantidad de causas que lleguen a juicio van a bajar considerablemente pero no me cabe duda que va a haber mucha más calidad en lo que se resuelva.
Aprovechando la reforma al Código Procesal, ¿se incluyeron avances que no tienen otros sistemas acusatorios?
En este sentido, se le dio una gran amplitud a la atención a la víctima y la protección de testigo que están muy bien tabuladas. Lo más importante en lo nuevo es que se va a un verdadero juicio de sistema acusatorio y adversarial. Vamos a ponernos en sintonía con lo que está pidiendo el ordenamiento internacional y la propia Corte Suprema de Justicia de la Nación: la doble instancia ordinaria garantizada para todos los ciudadanos que sean sometido a proceso penal.
¿Los juicios orales también era un reclamo de los presos?
No. El sistema fue llevando a que no fuera así. Yo llevo 15 años y medio como fiscal de Cámara. En Santa Fe está contemplada la posibilidad del juicio oral optativo cuando el delito que se le enrostra a la persona supera en su mínimo los cinco años de prisión. Sin embargo, ¿sabe cuantos juicios orales tuve? 11. Y soy de los fiscales de Cámara el que más tuvo. El sistema se encargaba de desalentarlo.
Todo esto va a producir un cambio cultural en la forma de trabajo.
Si. No por nada se está dando una cantidad de jubilaciones en el fuero penal, más allá que las personas estaban en condiciones de jubilarse. La implementación de los juicios orales influye para eso.