01 de Julio de 2024
Edición 6996 ISSN 1667-8486
Próxima Actualización: 02/07/2024

Raúl Madueño

“Estoy en un lugar de batalla”

 

Raúl Madueño, integrante de la Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal, fue dos veces presidente de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional y ese anclaje con la militancia profesional lo hizo replegar a lo que considera hoy como "un lugar de batalla, un lugar donde hacia falta un esfuerzo". Hoy preside la Comisión de Capacitación y Actividades Académicas de la entidad , encargada de la puesta en marcha del Campus Virtual de la Escuela Judicial, que servirá para la capacitación en todo el país a través de las técnicas más modernas, incluyendo videoconferencias y chateo a través de Internet.

El motivo de esta segunda entrevista con Diariojudicial.com -la anterior se produjo cuando él ocupaba la titularidad de la Asociación- se refleja a lo largo de la primera parte del reportaje en su despacho del segundo piso de los tribunales de Comodoro Py, donde abunda en describir la importancia de la capacitación profesional de los jueces y funcionarios. "Hoy Internet está al alcance de todos y nosotros debemos actualizarnos para responder a las necesidades del momento de la sociedad", afirma.

También se entusiasma con la creación de la Oficina Multipuertas de asesoramiento jurídico gratuito para conflictos patrimoniales, de familia y menores, al señalar que "también la Justicia tiene que ser accesible para el ciudadano de a pie", mientras que propone que en las causas menores no haya arancelamientos.

El segundo tramo de la charla encierra una pequeña trampa a la que accede el entrevistado, hablar de temas donde se entrelazan la política y la Justicia.

Es allí donde defiende el ya famoso "Plenario Kosuta" en el cual la Casación se pronunció respecto de los alcances de la Probation, a la vez que advierte que en lo personal prefiere que "una persona sienta todo el peso de la responsabilidad frente a la sociedad" cumpliendo tareas comunitarias a "que pase un tiempo en la cárcel".

Madueño defiende los fallos de la Casación aventando suspicacias políticas, en causas como las de la venta ilegal de armas, el desprocesamiento por asociación ilícita del chileno Arancibia Clavel y la causa Macri, al afirmar que "no van a encontrar en nuestra Cámara algo que no sea eminentemente jurídico, porque esa es nuestra misión".

"La misión es interpretar la Ley Penal y Procesal Penal desde el punto de vista estrictamente jurídico", afirma.
Pero con el mismo entusiasmo con que explica las actividades de la Escuela Judicial se queja porque en el Consejo de la Magistratura los jurados no han tenido en cuenta, en muchos concursos para ocupar cargos de magistrados, los certificados de estudios que presentan los asociados, actitud que "ha ido en detrimento del esfuerzos que hacen nuestros secretarios y jueces en la necesidad vital de perfeccionarse ".

Madueño reclama a los jurados "dar mas precisión, mas seguridad, porque no han tenido igual tratamiento para las mismas personas en los distintos concursos, sobre todo en la valoración de antecedentes", y al Consejo que asuma en su conjunto "un rol integrado dentro del Poder Judicial".


Diariojudicial: ¿Que significa y cual es la importancia que tendrá para la Justicia la creación de una escuela judicial virtual?

Raúl Madueño: Hace tiempo que estamos trabajando en la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional y en la Comisión de Capacitación y Actividades Académicas en el proyecto Escuela Virtual. Es uno de los objetivos de la asociación, el perfeccionamiento de todos los magistrados y funcionarios del Poder Judicial y del Ministerio Público. Así hemos hecho cursos, actividades académicas de todo tipo que reflejan el interés por temas diversos. De manera tal que cada proyecto de ley que tenía que ver con la actividad siempre ha sido estudiado, analizado en mesas redondas, conferencias, etc.
Lo cierto es que esta actividad, un poco inorgánica, fue tomando cuerpo hace más de diez años con la creación del Instituto Superior de la Magistratura, que es una fundación para dar base a una Escuela Judicial y hace tres o cuatro años, y viviendo una necesidad vital de atender al perfeccionamiento y a la formación permanente de los cuadros judiciales, se creó, con un plan de estudios muy concreto, la Escuela Judicial, que es atípica porque no es un postgrado, sino que es un instituto de formación permanente donde ya tenemos los cuatro primeros egresados -que casualmente son damas- habiendo cubierto 200 horas cátedra, que no es solamente asistir a los cursos sino aprobarlos con tesinas, con trabajos, con trabajos de taller.
Diríamos que es una Escuela que está a la altura de las más modernas del mundo, porque hemos chequeado y hemos detectado en conferencias, en reuniones y colaboración mutua con escuelas norteamericanas como el Federal Judicial Center o el National Judicial College, con la Escuela Nacional Judicial francesa y con la de España, y con otros institutos de formación judicial del mundo que nuestra escuela está, con sus planes, con su metodología de acción, a los niveles más adelantados.

Dju: ¿Cuál cree que va a ser el objetivo primordial de servicio para esta Justicia Nacional tan vapuleada y heterogénea, si se quiere, que puede llegar a cumplir la Escuela Judicial, habiendo tanta diversidad de necesidades?

RM: Ese es el tema, nosotros tenemos la necesidad de actualización, de formación y de ir preparando la futuras generaciones de jueces. Dentro del Poder Judicial hay cuatro mil abogados que son empleados que están expectantes para cumplir tareas de futuro en las secretarías, en las fiscalías, en los juzgados. Los concursos (en el Consejo de la Magistratura) están demostrando esto. Entonces lo que nos interesa a nosotros es brindar un servicio no arancelado, que es otra de las cosas importantes de la Escuela. Cualquier postgrado o cualquier instituto de formación privado o público tiene un costo importante y nosotros lo tenemos, para nuestros asociados, no arancelado. Esto se cubre con las cuotas y con el presupuesto propio de la Asociación de Magistrados.
El otro punto es la necesidad de actualizar y de formar a nuestros cuadros judiciales. Se llega a juez hoy en día a través de un concurso donde se muestran habilidades, pero permanentemente va cambiando la legislación, los instrumentos y los medios con los que se debe cumplir la tarea judicial, hay informatización que es un tema importantísimo. Hoy Internet está ya al alcance de todos y nosotros debemos actualizarnos para responder a las necesidades del momento de la sociedad. Esa es una de las formas.
Nosotros nos preguntamos en un determinado momento de qué manera el Poder Judicial o la Asociación de Magistrados propiamente dicha, en esa necesidad de brindar una justicia más rápida, más eficiente, podíamos responder a las inquietudes de la sociedad, y una de las formas de responder a esa necesidad es con las dos escuelas que tenemos, ya que no es solamente está la Escuela para Magistrados y funcionarios, sino que también está la Escuela de Capacitación Judicial , con más de treinta años de vida, que va formando y capacitando en todo el país a los empleados judiciales, para que de alguna manera tenga una formación y sean más eficientes en su tarea .


Dju: Desde aquel nacimiento de la reforma que introdujo la oralidad, ¿que cree usted que haría falta cambiar en todo aquello que nació como una nueva dinámica, acompañada con la creación del Consejo de la Magistratura, con un nuevo sistema de selección de jueces, para que la Justicia sea más confiable y hasta más accesible?

RM: Es complejo y es compleja la respuesta, porque por un lado hay que separar lo Civil- Comercial de lo Penal específicamente. Yo creo que en el área penal el problema está en la congestión de trabajo de ciertos tribunales correccionales. Considero que ciertos tribunales orales están trabajando con normalidad, no hay retrasos importantes, y se están brindando, a la manera judicial muy silenciosamente, con los instrumentos del juicio abreviado y la Probation, mecanismos que permiten acelerar los juicios. Salvo los juicios muy complejos que han trascendido a cualquier tribunal, en una investigación tan compleja como podría haber sido el de la AMIA, o el de las Armas que son investigaciones que llevan mucho tiempo y requieren una colaboración de tipo pericial, que sobrepasan cualquier tiempo razonable de investigación.
Pero a los juicios de todos los días, en casos que involucran al ciudadano de a pie como dicen los españoles, están marchando. En Correccional hay un tema de congestión que tiene de alguna manera que resolverse. Por la competencia hay un montón de delitos menores que congestionan la actividad y posiblemente allí habría que desacelerar esa congestión.
En materia Civil y Comercial yo creo que la mediación y las situaciones alternativas con las cuales se está trabajando mucho, permiten vislumbrar un nuevo panorama.

Dju: Al respecto, usted cómo ve la creación de la llamada Oficina Multipuertas para asesorar jurídicamente en torno a conflictos patrimoniales o de familia?

RM: Nosotros lo estamos estudiando en la Asociación de Magistrados, hemos tenido conferencias de expertos norteamericanos y ese creo que va a ser el camino futuro para dar un servicio eficiente, rápido y que responda a las inquietudes del ciudadano. El problema no es solamente la congestión de la tarea del juez , sino que también es brindar un servicio eficiente al ciudadano, porque lo que él busca es una solución rápida porque el tema lo acosa y se trata de algo menor.

Dju: Usted hablaba del arancelamiento como una traba para poder acceder a la capacitación y yo lo que había subrayado previamente respecto de esta Oficina Multipuertas tiene que ver con la posibilidad de acceder con mayor facilidad al asesoramiento respecto de esos conflictos patrimoniales o de familia, que en general la gente común no puede hacerlo por cuestiones económicas...

RM: Es así. Hoy algunos abogados me dicen, por la crisis que comprende a todos, que hay gente que consulta por un juicio y las perspectivas de ganarlo son tales o cuales, pero cuando preguntan cuánto les cuesta un juicio prefieren no hacerlo, o "por ahora lo suspendo". Es decir que también la Justicia debe ser accesible al ciudadano. En las causas menores no tiene que haber arancelamiento; tiene que ser una forma facil de llegar a las soluciones concretas. Por supuesto que si se trata de juicios millonarios, donde son contratos o otros temas donde hay un patrimonio de las partes en conflicto a resolver, ahí es razonable el arancelamiento, es razonable que se contrate un abogado y que la situación sea compleja. Pero para los casos menores , los casos de litigios que no reclaman sino una solución eficiente y rápida creo que el sistema Multipuertas, que ha sido muy desarrollado en los estados Unidos, es eficiente. No hace falta a veces llegar a una sentencia o una prueba sino abreviar al máximo para dar una solución equitativa también, porque si hay dos partes en conflicto todas tiene que ganar algo. En este tipo de cuestiones no es cuestión de perder sino ganar algo, ser más equitativo en la solución del caso porque hay un negocio, una relación preexistente, en las cuales las partes han acordado y convenido algo que después deben cumplir.

Dju: En todas las asociaciones profesionales que sobreviven, muchas veces tienen que cumplirse roles que no tendrían que hacerlo si por ejemplo esta escuela de capacitación virtual funcionaran dentro del ámbito de la Justicia y dentro de su presupuesto. ¿Usted cree que debiera ser así?

RM: Es verdad. El Consejo de la Magistratura, entre otras competencias, tiene la responsabilidad de la Escuela Judicial. Yo conformo un Consejo Asesor en representación de la Asociación de Magistrados de la comisión encargada de la Escuela Judicial. Pero esto está recién empezando y no hay presupuesto; es obvio que hay dificultades presupuestarias muy grandes y en Poder Judicial no es una isla. Lo cierto es que nosotros hemos estado hace mucho tiempo en este tema y como vemos la necesidad de formar, de actualizar, de cumplir ese rol necesario para el perfeccionamiento y para un mejor servicio de Justicia se nos ocurrió responder de una manera más moderna, como una herramienta más, con la creación de la Escuela Virtual. Tenemos un campo virtual que ya está terminado de desarrollarse. Este año no hemos alcanzado a dar el primer curso pero en marzo empezamos.
La Escuela Virtual tiene la posibilidad de desarrollarse en todo y para todo el país. Nosotros tenemos en nuestra escuela cursos presenciales, cursos semipresenciales y educación a distancia y ahora la Escuela Virtual como una herramienta más. De tal manera que a través de esta escuela se va a poder ver la clase del profesor en cualquier lugar del país y a cualquier hora, en el clásico sistema de educación a distancia. Se van a poder formar foros de discusión, acceder a la bibliografía específica, habrá teleconferencias, se va a poder chatear en el sistema moderno de comunicación, de tal manera que esto va a ser desde su perspectiva y en funcionamiento concreto la primer escuela en la Argentina, porque hay otros proyectos pero entiendo que nosotros estamos mucho mas avanzados.
Ya se están grabando las primeras clases, y el primer curso que vamos a desarrollar es sobre delitos informáticos, con gente especializada en estos temas. De tal manera que respondemos a una necesidad, nos modernizamos y desde la Asociación de Magistrados tratamos de cumplir ese rol que por ahora no hay satisfacción a través de otros medios o por parte de quienes de alguna manera recién están comenzando en esta tarea. Nosotros aspiramos a no ser la única escuela, el único instituto de formación de jueces, pero si aspiramos a que el Consejo de la Magistratura nos tenga en cuenta y valore, no solamente la actividad pasada, otorgando verdadero significado a los certificados de estudio que presentan nuestros asociados en los concursos, sino también que sea tenida en cuenta en el futuro en cuanto sea una de las instituciones que pueda cumplir ese rol que tiene asignado el Consejo, cual es la formación permanente de los cuadros judiciales.

Dju: Ya que estamos hablando del Consejo de la Magistratura, existió una primera etapa en cuanto a su conformación, ahora se está renovando.¿Cuál es su opinión sobre su funcionamiento?

RM: Yo creo que hay mucho por hacer. Desde mi perspectiva lo más importante para los integrantes de un Consejo de la Magistratura es que asuman su rol integrado dentro del Poder Judicial. Eso es vital, porque sentarse en los sillones del Consejo significa integrar el Poder Judicial y de alguna manera comprender todo lo que significa la actividad de una de los poderes del Estado.
El segundo aspecto como todavía pendiente es la Escuela Judicial y el tercer aspecto es dar más precisión, más seguridad en los concursos, sobre todo porque hemos advertido que los jurados no han tenido un igual tratamiento para las mismas personas en los distintos concursos. Sobre todo en materia de valoración de antecedentes, por ejemplo todos los estudios cursados en nuestra asociación, en nuestra Escuela Judicial no han sido tenidos en cuenta en muchos concurso y esto ha ido en detrimento del esfuerzo que hacen nuestros secretarios y jueces con cumplir con esa necesidad vital cual es la de perfeccionarse y estar al servicio de la función judicial.

Dju: ¿Esto podría llegar a jugarles en contra de las aspiraciones de la asociación en cuanto a las expectativas de formar gente, si a la hora de presentarse a concurso los certificados no son considerados?

RM: Yo creo que se esta revirtiendo esta tendencia, porque como siempre ocurre hay un período de asentamiento, un período de reconocimiento, y esto va a llevar su tiempo, un tiempo para que nos conozcan, para que sepan la seriedad con que encaramos las cosas, la absoluta idoneidad de nuestros profesores y los métodos que utilizamos. Fíjese usted que los cursos no solamente se dan en la ciudad de Buenos Aires sino en todo el país. Los requerimientos son cada vez mayores y estamos dando cursos acelerados en el interior de viernes y sábados a tiempo completo. Ese es un requerimiento vital.

Dju: Hay como una cuestión que aparece como rondando con las relaciones de poder dentro de la Justicia . Usted fue presidente de la Asociación de Magistrados y habla como si aún ocupara ese cargo o para mejor decir con un entusiasmo por la Escuela Virtual que tiene mas que ver con un entusiasmo con la función...

RM: Hay un compromiso, como el de mucha gente, como muchos jueces, como muchos integrantes del Poder Judicial, muy grande con la Justicia, y a través de ese compromiso de 47 años de vida judicial se llega a brindar una parte de la vida de uno a esa necesaria actividad de la vida societaria en la asociación, la que tuve el honor de presidir dos veces, y después me di cuenta que el lugar de batalla, el lugar donde hacía falta un esfuerzo adicional era la escuela de capacitación y ahí me quedé. Consejo Directivo creyó que era un lugar donde yo podía ser útil, porque no es solamente la vocación de uno sino también que lo reconozcan los demás colegas. De tal manera que dejé la presidencia de la Asociación y me convocaron para esta actividad académica, y ahí pudimos desarrollar y perfilar no solamente la Escuela Judicial sino también la Escuela Virtual, que venía trabajándose hace mucho tiempo, y que son muchos años de esfuerzo y planificación.
De tal manera que uno está al servicio de la Justicia como vocación, y como observamos las debilidades, las deficiencias, las necesidades, en lo que podemos desarrollar uno trata de cubrir esas necesidades.

Dju: ¿Hay un aprovechamiento de los recursos dentro de la Justicia?. Por ejemplo, hay un fiscal general, el doctor Bruzzone, que vive denunciando cuestiones referidas a la adquisición de publicaciones y que en los tribunales de Comodoro Py hay tres bibliotecas iguales y a corta distancia una de otra, ¿usted conoce esa situación?. También se habla que no se hizo una lectura, un diagnóstico acertado sobre los gastos del juicio AMIA...

RM: Por lo que yo conozco hay dos grandes bibliotecas en este edificio. La primera biblioteca fundacional es la de Casación. En este edificio no teníamos los libros básicos y esta que no es muy completa tiene los libros básicos de batalla para poder acceder inmediatamente a una consulta rápida para atender las necesidades. Hay una segunda biblioteca que es la de la Cámara Federal que cuando se trasladó lo hizo con su biblioteca y está desarrollada desde hace muchísimos años. En la Corte tenemos la biblioteca central a la cual accedemos desde la PC, podemos reservar un libro y es un sistema muy moderno. Yo no creo que pase por ahí el tema de los recursos judiciales. Lo que tenemos en materia de libros es lo esencial. En materia informática nosotros tenemos todos los fallos cargados en la red de la Corte así que hoy en día tenemos una oficina de jurisprudencia que elabora todos los resúmenes de fallos, así que casi todas las compilaciones y quienes cargan todo este material es gente altamente especializada con vocación para este tipo de actividad. Las otras cámaras hacen lo propio y esto es lo que debe ser.
Respecto de las reformas que se hicieron en la sala de audiencias para el juicio por la AMIA mas la sala adicional, que debía hacerse y en el marco adecuado, son remodelaciones que por supuesto quedarán para este edificio del cual nosotros somos responsables como Casación de esas áreas. No conozco los presupuestos, yo he visto los resultados y podemos decir con orgullo que esa sala es una de las más modernas, de Argentina seguro, y una de las más modernas de América. Yo he visto algunos tribunales de Justicia de América y Europa y no todos cuentan con esa modernidad de elementos, y era necesario hacerlo por la trascendencia del juicio, y sus necesidades, pero sí también queda para la justicia argentina un modelo de sala que ojalá sirva para que se instalen otras similares para juicios complejos.

Dju: Lo saco un poco del tema y querría preguntarle sobre su rol como juez . La Cámara de Casación Penal en los últimos tiempos parece haber adquirido un rol más político, en forma simultanea con otros sucesos que tiene que ver y se tocan tangencialmente. La Corte, opinan algunos, siempre fue política, cuál es el rol de la Cámara de Casación?. ¿Está preparado el tribunal para asumir una identidad política con fallos como el de Arancibia Clavel, o de las armas, por ejemplo?

RM: Yo tengo una concepción. La Corte es el tribunal máximo del país y el que fija toda la política judicial y el que de alguna manera tiene la responsabilidad de ser el custodio de la Constitución y entonces los temas que llegan a la Corte no son temas menores, sino de alta política de Estado. Son temas donde permanentemente se analiza el ejercicio de sus facultades por parte de los otros poderes. Yo creo que la Casación es un tribunal eminentemente jurídico, lo que no se debe confundir son las decisiones jurídicas que se toman en causas que tiene una trascendencia pública especial. Nosotros si somos responsables en alguna medida de diseñar o de marcar tendencias a lo que podría llamarse la interpretación de la ley penal tal como los legisladores lo han sancionado y lo que podría ser la política criminal desde el punto de vista judicial. Pero esto no quiere decir que nosotros tengamos que resolver con criterio político las cuestiones jurídicas; todo lo contrario. No debemos confundir la naturaleza del problema jurídico que resolvemos con las partes involucradas. Nosotros hemos resuelto desde su fundación una cantidad innumerable de temas jurídicos y conforme esa jurisprudencia hemos resuelto los temas que ahora parecen novedosos, pero que no han llegado antes partes involucradas como las que están llegando ahora. Esto no quiere decir que nosotros no apliquemos jurisprudencia ya fijada en temas donde las partes en conflicto no tenían la trascendencia pública que la tiene ahora. Es decir no hacemos más que aplicar el derecho tal como lo estamos aplicando consuetudinariamente desde su fundación en materia de competencia, en materia de valoración de lo que es una sentencia definitiva, conforme los criterios de la Corte para que nosotros podamos resolver en un caso o lo deba hacer la Corte en otro caso.
Lo que yo veo es que en esta coyuntura hay partes involucradas que tienen una trascendencia pública o política determinada, pero lo que hemos hecho en cada uno de los casos en esta cámara en general es aplicar doctrina y jurisprudencia ya consolidada a través de los años. No hemos innovado mucho, sino que hemos aplicado criterio jurídico de interpretación de la Ley que será buen o malo, equivocado, criticable pero es uno.

Dju: Claro pero la Corte esta compuesta por nueve miembros y su composición uno la hace cada vez que se vota. El periodista, el hombre común, piensa que va a haber mayoría automática que va votar de una manera y el resto...¿La Cámara de Casación tiene también una identidad dispersa por tratarse de cuatro salas?.

RM: Creo que en los temas fundamentales esa identidad se logra por mayoría en los plenarios, donde se busca la unificación de criterios, como es el caso del famoso "Plenario Kosuta", donde hay mayoría y minoría, pero estos son temas esencialmente jurídicos. Puede ser que se diga que alguna Sala de la Cámara de Casación , es mas aperturista o es mas garantista en cuanto a la apertura de los recursos, y otra sala que puede ser más rigurosa, en los términos en lo que los abogados lo señalan, pero se trata siempre de criterios jurídicos.
No va a encontrar nunca en esta Cámara algo que no sea eminentemente jurídico porque esa es nuestra misión. La misión es interpretar la ley Penal y Procesal Penal desde el punto de vista estrictamente jurídico. No podemos ni debemos involucrarnos en otro ámbito que no sea jurídico. Por supuesto que la interpretación de la ley tiene contenidos de política criminal y política legislativa, por ejemplo el caso de la Probation sobre el que se ha escrito muchísimo.

Dju: Hay posibilidades, a su entender, de modificar esa ley?

RM: Si . Ha sido una ley que ha dado lugar por distintas razones a interpretaciones disímiles. Yo creo que con un criterio de aplicación extensiva de vocación por innovar, algunos tribunales orales extendieron y ampliaron el texto de la ley haciendo una interpretación jurídica que era posible, pero desde mis perspectiva y ese fue el voto de la mayoría que compartí en el caso Kosuta, el texto de la ley no daba para esa interpretación tan extensiva.
Esto no quiere decir que desde el punto de vista de política criminal no considere que debe reformarse la ley y que debe dar satisfacción a ciertos supuestos que no se dan en la interpretación original de la ley, porque el legislador resuelve coyunturas, no tiene todos las circunstancias en cuenta y después en la praxis uno ve que hay casos de humanidad , que a la persona concreta que el tribunal tiene enfrente no resulta pertinente el estigma de una condena sino que hay toda una rehabilitación social que comienza el primer día del juicio oral. La rehabilitación del acusado debe hacerse el primer día del juicio porque la asistencia al juicio y todo su transcurso son uno de los elementos que llevan a la gente a prestar atención a las conductas y al respeto por el tribunal, y el respeto por la comunidad y por el ajeno y la víctima. De tal manera que desde el punto de vista estrictamente interpretativo de la ley el plenario Kosuta es impecable, pero también creo que es factible que admita una reforma, un criterio distintos de aplicación, un criterio mas extensivo, mas amplio.

Dju: Cómo conjugaría ese criterio más amplio con las quejas de algunos sectores de la sociedad que reaccionan desde el otro extremo?

RM: Yo creo que reaccionan visceralmente. El problema es que quien ha sido víctima de un delito con todo derecho quiere una sanción. Pero entre la comisión del hecho delictivo y la condena o absolución por un tribunal de Justicia, hay un largo trecho y ese trecho está rodeado de garantías del debido proceso que son esenciales. De tal manera de que la víctima se siente injustamente tratada a raíz del delito, reclama una sanción al ofensor, pero de allí a que pueda obtenerlo media la investigación y no siempre se da satisfacción a la comunidad sobre estos temas penales, pero creo que en los aspectos de rehabilitación que son los más importantes hay que hacer un esfuerzo. Yo prefiero que una persona sienta todo el peso de su responsabilidad frente a la sociedad y sepa que por un tiempo tiene que comportarse correctamente, modificar su tendencia hacia el delito, sus conductas y sus principios y hacer trabajos comunitarios con un sentido de solidaridad social, que pasar un tiempo en la cárcel.

Dju: ¿Aún para delitos mayores?

RM: No, por supuesto, la valoración de qué tipo de delitos, cuál es el máximo y cual el límite debe ser parte del criterio legislativo y no de los jueces. Los jueces no podemos crear derecho. Nosotros tenemos que interpretar la ley y aplicarla tal cual el legislador la ha sancionado. Lo que podemos hacer es señalarle al legislador es que las condiciones de la sociedad y lo que nosotros observamos como jueces reclaman una modificación de la ley. Es un criterio, una opinión que puede darse en el último párrafo de una sentencia en el que señalemos que "esta ley no responde a necesidades sociales" desde el punto de vista judicial, porque desde el punto de vista legislativo el legislador puede tener otra opinión. Debemos interpretar la ley tal cual el legislador la ha concebido y este es uno de los temas donde se encierra todo el tema de la probation, el cuestionamiento a la efectividad del sistema y las criticas que se hacen al Plenario Kosuta. Es necesario reformar la ley .



fernando aguinaga / dju
Estimado colega periodista: si va a utilizar parte esta nota o del fallo adjunto como "inspiración" para su producción, por favor cítenos como fuente incluyendo el link activo a http://www.diariojudicial.com. Si se trata de una nota firmada, no omita el nombre del autor. Muchas gracias.


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