El cacerolazo contra la Corte fue convocado por la Asociación de Abogados Laboralistas y contó con pancartas y la adhesión general de los transeúntes, que frenaban sistemáticamente en la puerta de los tribunales para aplaudir o insultar.
Con una gran cantidad de policías como marco, los manifestantes cortaron la calle Talcahuano entre Lavalle y Tucumán y protestaron contra los ministros, a quienes trataron de “corruptos” y “delincuentes”.
“Es un cacerolazo para pedirle a la Corte que se vaya; la gente quiere un cambio de modelo, pero este modelo no va a cambiar si no cambia la justicia”, dijo a la prensa Enrique Ramírez, presidente de la Asociación de Abogados laboralistas, quien advirtió que los cambios deben ser “desde la cabeza”, por lo que pidieron la renuncia de los nueve ministros.
Con motivo de la protesta se cerraron todos los accesos laterales del Palacio de Tribunales y hubo un cordón policial que controló el acceso principal. Empleados estatales, abogados, público e integrantes del colegio Público de Abogados de la Capital Federal y de la Asociación de Abogados de Buenos Aires, entre otras agremiaciones, mostraron su repudio a la Corte.