Domínguez añadió que “en un punto de vistaestrictamente personal yo mejoraría o repensaría eltema de la Casación, que no es lo que originalmente sepensó en la comisión redactora del código procesalpenal que concluyó su labor en 1996, comenzando la vigencia delnuevo código en septiembre de 1998.
“Yo más problemas que esos no veo, aunque síespero que la instrucción penal preparatoria sereforme al solo efecto de simplificar trámites”,sintetizó.
En cuanto a su inquietud acerca del recurso deCasación, Domínguez señaló que “la casación es unsistema en el cual se plantea si se abordan cuestionesde hecho o de derecho y si se pueden tratar o no enesta instancia” agregando que “yo estoy a favor de unrecurso de casación mucho más amplio y más abierto yreceptivo en este sentido”.
Todos estos cambios se estaban estudiando en unacomisión que puso en funciones el entonces ministro deJusticia y actual Secretario Legal y Técnico dePresidencia, Antonio Arcuri, aclarando Domínguez que“La comisión no se si seguirá tal como se habíaconformado, pero si sé que el ministro actual deJusticia, el doctor Genoud era nuestro enlace entre lacomisión redactora del código que conformé y el Senadoasí que tengo una buena relación de diálogo”.
Con respecto a las causas residuales –iniciadascon anterioridad al nuevo código- y que prescribiríanen marzo de este año, el magistrado explicó que lasmismas “están, en principio, prorrogadas o estaríanpor prorrogarse mediante trámite legislativo”.
Domínguez aplaudió esa posible prórroga porque“habían quedado las causas de mas complejainvestigación y de ninguna manera se podía tolerar queese tipo de causas prescriban”.