Así, los jueces Alberto Crucella y Oscar Debenedetto condenaron al imputado por los delitos de robo calificado por el uso de armas y por el resultado lesivo, y puesto que el mismo tenía una condena anterior sin cumplir, la unificaron por lo que la pena única fue de siete años y ocho meses de cárcel.
"La violencia ejercida para causar el robo causaron en el damnificado Zanatto lesiones de carácter grave", remarcaron los jueces. Durante el juicio, el damnificado aseguró que le quedaron "consecuencias psíquicas a tal punto de tener que quedarse encerrado en su casa ´por miedo´, no pudiendo trabajar por un tiempo prolongado".
Todo ocurrió el 1 de septiembre de 2007, cuando Marcelo Zanatto, un repartidor de tarjetas telefónicas y cigarrillos, ingresó a un local, dejando la moto en la vereda. Al salir, fue abordado por dos personas, quienes armados lo amenazaron y le robaron todo.
En el expediente, un informe de los peritos médicos constató que la patología de Zanatto fue "tras la experiencia de un suceso psicológicamente traumático en donde sufrió una amenaza a su integridad física".
“Presenta síntomas de evitación, conductas tendientes a evitar actividades, lugares o personas que motivan recuerdos del trauma, también esfuerzos conscientes para evitar pensamientos, sentimientos o conversaciones asociadas al suceso”, agrega el informe.
"No todos los seres humanos respondemos igual ante hechos de esta naturaleza, claro está también que este hecho produjo en Zanatto un trastorno por stress postraumático con síntomas de temor, desesperanza, horror intenso, angustia, malestar en el sueño, irritabilidad, hipervigilancia", sostuvieron los jueces en el fallo.
A su vez, hicieron hincapié en que tras el asalto, el joven quedó sin trabajo por un tiempo, a raíz que le robaron sus elementos para ejercerlo, que tiene un hijo que asiste a un colegio privado, y que quedó con cierto temor.