Sin embargo los baños que utilizan a diario abogados, empleados y justiciables carecen en muchos casos de jabón, toallas descartables y papel higiénico. Muchos están sucios, y en malas condiciones de mantenimiento, echando por tierra las buenas intenciones que se muestran en el papel.
Entre las medidas tendientes a “morigerar el riesgo que proviene de la presencia masiva e indeterminada de personas en las mesas de entrada, ascensores y salas de uso común” se encuentra la recomendación de que además del lavado de manos frecuente por parte del personal y el uso de alcohol en forma habitual y permanente se recomendó “el estricto mantenimiento de condiciones de higiene en baños y lugares públicos”.
Consultados funcionarios y empleados judiciales de distintas dependencias, reconocen que nadie les hizo llegar tampoco elementos de higiene que permitieran cumplir con las recomendaciones.
La circulación diaria de gente en los distintos tribunales es siempre multitudinaria. Basta ver las colas de los ascensores, para tomar una dimensión de la cantidad de personas que circulan por las dependencias de los diversos edificios judiciales distribuidos en la zona céntrica de la Capital Federal.
Tanto en el Palacio, como en los edificios judiciales del polo de Retiro (en esta última no hay alternativa de concurrir a bares o insituciones del área), los baños no brindan las prestaciones mínimas que la misma Corte indica, tan detalladamente por escrito.
Diariojudicial.com salió a recorrer los baños públicos del Palacio de Justicia y de los tribunales de Comodoro Py y de Av. De los Inmigrantes en los que constató que, a pesar de las abundantes y detalladas recomendaciones de la Corte, en muchos casos no existen los elementos mínimos para poder cumplirlas.
Lo que opinan los usuarios
“Generalmente no concurro a estos baños precisamente por el estado deplorable en que se encuentran” dice Ricardo Canovi, profesional que desde 1982 visita asiduamente el palacio, y agrega que desde entonces “la situación siempre fue igual, uno de los baños, creo que fue el de mujeres lo arreglaron cuando fue el juicio de las juntas militares”. “Uno antes de venir pasa por el Colegio de Abogados donde hay baños decentes”.
En cuanto al baño de damas, las puertas de madera no abren, no hay jabón, ni alcohol en gel – lo que tampoco hay en el de hombres- los inodoros no tienen tabla y no funciona la cadena.
Por su parte, Edmundo Veronelli, expresó que “los baños están en estado desastroso, sin jabón ni papel y desde hace mucho tiempo” además agregó que “hace dos días que volvimos de la feria, pero hasta antes de la feria todo seguía igual”. En igual tono, también opinó el ex juez Mariano Bergés, quién se encontraba en los pasillos esperando el ascensor, “los baños públicos se encuentran en un estado lamentable y no es algo nuevo”. Con una dilatada carrera en el Poder Judicial, Bergés conoce el tema desde los dos lados del mostrador.
No obstante, cual paradoja del éxito metaforizado por el ascenso - cuanto más arriba mejor- mientras se visitan los baños de los diferentes pisos, su estado y mantenimiento mejoran sustancialmente. Ya en el tercer piso, los baños están un poco más equipados, llegando al cuarto piso (donde Corte tiene sus dependencias), los toilettes se encuentran en aceptables condiciones tanto de limpieza como de mantenimiento.
En el listado de recomendaciones la autoridad médica hace especial hincapié en ”poner a disposición de los empleados productos para la higiene de manos (jabón, toallas, pañuelos desechables y cestos con bolsas de plástico). Nada de esto existe en la mayoría de los baños, que además tienen falencias graves como fallas en los botones de descarga, puertas que no cierran, inodoros sin tablas, pérdidas de agua, etc.Los sanitarios del Poder judicial hace décadas que están sucios. Sin embargo, y siguiendo las propias recomendaciones, cuando el país atraviesa por una alerta sanitaria motivada por la irrupción de una pandemia, debería pasarse del dicho al hecho.