El panel de “Justicia y Protesta Social” comenzó con la palabra de Roberto Gallardo que para poner en tema esgrimió su consideración de lo que es la protesta. Al respecto dijo que es un “pedido que reacciona frente a una disfuncionalidad del sistema”, y agregó que “la protesta social es una especie de protesta es la exteriorización del conflicto social”.
Luego hizo hincapié en algo que atravesaría todas las exposiciones subsiguientes, pues planteó que existe una contradicción entre el crecimiento de la normativa y el concreto goce de los derechos. “La violencia del sistema que excluye va generando violencia de los sectores excluidos” concluyó.
En el mismo sentido el constitucionalista Ivan Cullen dijo que los argentinos “no tenemos la característica de no respeto por las normas” pues “hay una expectativa normativa y una realidad que no responde a esta expectativa”. Luego ya en plena exposición se refirió al derecho a la protesta, el derecho a manifestarse, pues “la protesta es una parte de la libertad de expresión” a la que le agregó el derecho a peticionar a las autoridades.
No obstante, al momento de analizar la metodología de protesta, cómo se ejercita este derecho, Cullen explica históricamente los hechos desde la década del 80, caracterizada por el protagonismo sindical materializado en la huelga hasta nuestros días en donde la protesta “ya no es pacífica porque afecta los derechos de otros”, aunque aclara que “no lo hacen solamente aquellos que están en una situación de pobreza extrema”, en clara alusión a los piquetes de la abundancia perpetrados por “el campo”.
A su turno, Raúl Gustavo Ferreyra habla no de Justicia, sino de derecho y protesta social, en este sentido hace también hincapié en la existencia efectiva del derecho constitucional de la protesta. Aunque aclara que no existe una diferencia entre los tipos de derechos que tiene uno y los que tiene otro. “Tienen la misma jerarquía”, por eso “tienen derecho a manifestarse” siempre y cuando se subordinen a diversas condiciones, por lo que “el conflicto entre derechos es contingente”.
Luego haciendo una breve exposición sobre cómo tratan el tema constitucionalistas, penalistas, procesistas, Ferreyra llega a la conclusión de que “la idea es ver como criminalizamos”, “estigmatizamos”. “Cuando existe un nudo en una comunidad, lo ideal es tratar de quitarle ese nudo y no cortarlo con un sable” concluyó.
El importante rol del Estado
El panel dispuesto en el salón verde de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires abordó la problemática de la “Precarización de las relaciones laborales”. Los expositores fueron Mariano Nuñez titular del juzgado del Trabajo N°2 de La Plata y Raúl Ojeda, académico y asesor del Ministerio de Trabajo. Mientras que el coordinador del panel fue Gabriel Vega.
Ojeda puso hincapié en el periodo pre crisis durante su discurso 2003-2009, pues considero que se plasmó “un cambio en la tendencia normativa” remarcando la importancia que significó la sanción de la ley 25.877, como punto de partida en donde “se intenta volver a un sistema más protector”. Lo que hizo extensivo a ley de pasantías o la denominada ley de Blanqueo que permite la regularización de los trabajadores. Lo mismo expresó luego con respecto a las políticas que se implementaron en busca del mantenimiento del empleo.
No obstante en lo que respecta a la precarización, dijo que hay una base “cultural” pues “nos falta apego a las normas”. Según números brindados por el Ministerio de Trabajo el impacto de la crisis mundial ha sido menor, comparado con otras crisis mundiales. No obstante, la dinámica laboral que expresó estuvo caracterizada por el temor. En este sentido Ojeda argumentó que “ante el temor a las repercusiones de la crisis se produjo la precarización de las relaciones laborales”.
Nuñez subrayó, por su parte, la pérdida del poder negociador de los sindicatos y de los trabajadores, así como que el trabajo precario “limita la solidaridad de los trabajadores”. De la misma manera apuntó como la denominada “tercera revolución industrial” ha generado nuevas situaciones de precariedad, momento en que destacó que el “Estado dejó de ser regulador entre el Capital y el Trabajo”.