Lo dijo la jueza de la Corte de Mendoza Aída Kemelmajer de Carlucci en referencia al conflicto que atraviesan los empleados judiciales de su provincia (de paro hace cinco semanas). Consultada sobre la reforma al Consejo de la Magistratura nacional, la jueza advirtió que “nunca se logró una integración que nos deje satisfechos en esta tensión entre politización y corporativización”. Y se mostró en contra de evaluar la idoneidad de los jueces cada 4 años.
La jueza ante la Suprema Corte de Justicia de Mendoza Aída Kemelmajer de Carlucci afirmó que el Poder Judicial debe “abrir las puertas para que la gente vea como trabajamos” en referencia al conflicto que atraviesan los empelados judiciales de su provincia (de paro hace cinco semanas). Respecto a la judicialización de la política, la magistrada, que dejará su cargo el 1º de mayo para jubilarse, sostuvo que “los problemas políticos deben ser resueltos políticamente”.
“En mi opinión, un político que le trae a la Justicia problemas políticos significa que no los puede resolver por sí mismo”, sostuvo Kemelmajer de Carlucci en diálogo telefónico con DiarioJudicial.com desde Mendoza, donde esta tarde participó de un acto de despedida organizado por sus colegas.
Al referirse al tema del paro de los judiciales de Mendoza –que ya está en la quinta semana-, la jueza aseguró que en sus 26 años dentro del Poder Judicial pasó por “situaciones similares” y sostuvo que el gobierno [de Celso Jaque] “no arregla el tema económico porque todas las deficiencias del sistema judicial sirven para ganar votos”. Además, cargó contra la dirigencia sindical al señalar que “no sabe encontrar otras vías” al paro para canalizar sus reclamos.
Consultada en relación con la denuncia que afrontan los camaristas federales Luis Miret y Otilio Romano –señalados por su complicidad con el accionar de la Triple A y el terrorismo de Estado- Kemelmajer de Carlucci dijo que “la Justicia provincial tiene escasos vínculos con la justicia federal”.
Sin embargo, recordó el proceso que enfrentó el juez federal de Mendoza Luis Leiva, al que definió como “valiente”, que en mayo de 2001 fue destituido a raíz de una denuncia que le iniciara el banquero Raúl Moneta. El magistrado mendocino lo investigaba por las caídas de los bancos Mendoza y República.
Kemelmajer de Carlucci señaló que la experiencia de Leiva “fue dramática” y constituyó la “peor mancha de la justicia federal”.
“La gente tiene que saber que el 90 por ciento de los juicios los resuelve la justicia provincial –que es la que interviene en los problemas cotidianos de la gente- y no la federal”, añadió.
En relación con la iniciativa de reforma al Consejo de la Magistratura, Kemelmajer de Carlucci señaló que “no hay país en el que funcione un Consejo y que no haya tenido que cambiar las leyes”.
En ese sentido, precisó que “nunca se logró una integración que nos deje satisfechos en esta tensión entre politización y corporativización” y añadió que “es difícil encontrar el equilibrio en la representación”.
“No estoy conforme ni con la primera ni con la segunda ley”, argumentó y mencionó que con la ley 26.080 (sancionada a instancias del kirchnerismo) “salió ganando el partido gobernante”.
Kemelmajer de Carlucci sostuvo que las adecuaciones que deberían hacerse en el Consejo deberían ser para “mejorar eficiencia” del órgano que selecciona y acusa a los magistrados, y que el Jury debería servir para “echar no sólo al juez malo sino también al mediocre”.
Así, se plantó en contra de la propuesta del oficialismo de tomar examen a los jueces cada 4 años para evaluar su idoneidad. “Un juez es alguien controlado por las partes y por la publicación de sentencias”, apuntó.
Dos semanas atrás, en un seminario sobre “Derecho a la interrupción del embarazo” dictado en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Cuyo, Kemelmajer se había referido al rol de la justicia en la resolución de casos de abortos no punibles.
En diálogo con este diario, la jueza ante la Suprema Corte de Justicia de Mendoza sostuvo que “se tiene que ir a un régimen parecido al español, pero mientras el legislador no tome la sartén por el mango, los operadores del sistema de salud tiene que tomar la responsabilidad que les corresponde”.
Precisó que “si son abortos no punibles no tienen que judicializarse, pero se judicializa porque los médicos le temen a los juicios por mala praxis”. La jueza le apuntó a los comités de bioética de los hospitales, que según entendió, “deben ser los mediadores entre los operadores del sistema de salud y la justicia”.
A una semana de jubilarse, Kemelmajer de Carlucci aseguró: “Me voy de la Justicia pero no me voy del derecho” y precisó que seguirá con su actividad académica.
Consultada sobre los temas pendientes de la Justicia, consideró como prioridad absoluta la adecuación de las provincias a la ley de protección especial de niños y adolescentes al considerar que “los niños no son el futuro sino el presente”.