Según el diario Los Andes de Mendoza, el juez Ariel Spektor se inhibió al declarar una “amistad íntima con el ex edil Javier Martínez perteneciente al partido justicialista. Sin embargo, Martínez negó tal relación con el magistrado al decir que sólo fueron compañeros de estudio hace dieciocho años.
Según la ley, los jueces pueden inhibirse cuando ellos estimen que tienen una amistad íntima o una enemistad manifiesta con una de las partes del proceso, lo cual no les permitiría fallar con total imparcialidad. Ahora sobre el vapuleado caso que envuelve al Consejo Deliberante, deberá resolver la magistrada Iris Guarna.
El expediente de cuatro cuerpos, junto con las pruebas que incluyen las famosas desgrabaciones de las intervenciones telefónicas, fueron remitidos a Guarna, la que podrá aceptar la competencia o rechazar los argumentos de Spektor para apartarse del proceso. Si sucediera la última alternativa, el caso se volvería a estancar hasta que una cámara del crimen resuelva la disputa.
Desde que la causa salió a la luz hace más de 10 días, ya pasó por las manos de tres jueces. El titular del 10° de instrucción, Manuel Cruz Videla, fue quien en setiembre empezó a trabajar en el hecho, junto con el edil denunciante Mauricio Guzmán, que actuó como agente encubierto para desenmascarar a sus colegas.
En diciembre el juez imputó a 15 personas, entre ediles, asesores y empresarios, por recibir u ofrecer coimas. Pero la semana pasada, el abogado Reig presentó un escrito en el que pedía que la causa pasara al 1° de instrucción, porque allí se seguía una causa más antigua y más grave -malversación de caudales públicos- contra 4 de los concejales implicados.